Pepe Nájera,  actor nerjeño.

Pepe Nájera, actor nerjeño.

Cultura

Pepe Nájera, de Nerja a la sabana del musical 'El Rey León' en Madrid: "No voy al teatro a trabajar, voy a disfrutar"

El actor interpreta a una de las hienas malignas del montaje, aunque a veces también encarna a Zazú o a Timón. Lleva más de 1.000 funciones en el Lope de Vega.

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El teatro musical es el sueño de muchos actores en sus comienzos, pero no todos logran llegar a subirse a las tablas para interpretar, bailar y cantar a la vez, ni mucho menos consiguen llegar a formar parte de una de las producciones más exitosas del mundo. Sin embargo, Pepe Nájera, actor nacido en Nerja, es uno de esos luchadores que pueden decir con orgullo que lo ha logrado, aunque el camino no haya sido nada sencillo. Su entrada en El Rey León, la superproducción que lleva casi 15 años en el Teatro Lope de Vega de Madrid, estuvo marcada por la llegada de la pandemia, pero su positividad y sfuerzoe, finalmente, han hecho que lleve ya más de 1.000 funciones encarnando a personajes como Ed, Zazú o Timón.

Desde pequeño, Pepe sintió una atracción especial por las artes escénicas. "Siempre he sido un niño inquieto y creativo. En el colegio ya me apuntaba a todas las actividades teatrales que se me ponían por delante, no paraba", recuerda, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.

"En mi pueblo, mi profesora Lorena Díaz me descubrió y me enseñó el teatro. Iba al colegio con el eslogan ‘Mamá, apúntame a teatro’, porque era lo que más me ilusionaba”, expresa con emoción, indicando que su familia siempre lo apoyó en su sueño. Esa pasión lo llevó a estudiar en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Málaga, donde se especializó en interpretación musical.

Aunque no quiso presentarte a ningún casting durante el transcurso de sus estudios para disfrutar al máximo del proceso de aprendizaje, en cuarto de carrera le llega la oportunidad de hacer unas audiciones de Stage Entertainment, que produce el musical de El Rey León, y no duda en intentarlo.

"Querían ver a gente y allá que me fui yo a presentarme", recuerda. Zenón Recalde, el director musical residente, que lidera cada casting, le felicitó por su actuación, le dijo que cantaba muy bien y le prometió que le enviarían material para verle de nuevo "en El Rey León o en Anastasia". "Flipé, porque ya el propio casting se estaba haciendo en el escenario donde se representaba Anastasia", cuenta Pepe, cuyo niño interior al pisar aquellas tablas ya estaba viviendo todo un sueño.

A finales de 2018, ya le llamaron para que se preparara los personajes de Timón y Zazú. Realizó unos exigentes workshops supervisados por Disney, pero en el último casting recibió, esta vez sobre las tablas del Lope de Vega, un duro 'no' por respuesta. "Fue mi primera gran decepción profesional. Tenía 20 o 21 años y cometí el error de verme dentro antes de tiempo", admite.

A pesar de ello, su nombre quedó en la base de datos de la productora. Algunos amigos le avisaron de que el equipo solía llamar un tiempo después a los actores que les habían convencido más. Y así fue, un año después, le contactaron de nuevo. Ya instalado en Madrid y con un máster en interpretación ante la cámara, realizado en la Central de Cine, Pepe recibió una segunda oportunidad. En diciembre de 2019, las pruebas se centraron en el personaje de Ed, la hiena que hoy interpreta. "Recuerdo el proceso muy duro, con el equipo americano de Disney allí. Fueron workshops muy precisos", recuerda.

Tras semanas de espera, llegó la ansiada llamada: había sido seleccionado. "No me lo podía creer, era el sueño de mi vida". Firmó el contrato el 28 de febrero de 2020, día de Andalucía, pero su alegría duró poco: dos semanas después, el mundo se paralizó por la pandemia.

"El 11 de marzo bajé en tren a Málaga porque ya se intuía lo que venía. El 14 de marzo se declaró el estado de alarma y suspendieron las funciones. Mi sueño se me había escurrido de las manos", confiesa. Fueron meses de incertidumbre, en los que tuvo que sobreponerse a la idea de que su gran oportunidad podía haber desaparecido antes de empezar.

Reconoce que como el resto de España, estaba viviendo "una catástrofe mundial", pero también "una gran catástrofe personal" de la que le costó salir adelante. "Pasaron 2020 y 2021... Decidí volver a contactar con ellos para ver qué hacer con mi futuro y me dijeron que iban a volver, pero no con todas las funciones semanales. Otro palo, porque eso conllevaba que se reducía la plantilla y, por tanto, que yo, de momento, no estaría en el proyecto", declara. Aquello le dolió más que el primer 'no', porque ya le pusieron la miel en los labios. Si bien, la organización le dejó claro que él había hecho todo bien y que no había nada artístico detrás de la decisión. Además, le decían que en cuanto volviera todo a la normalidad, ahí estaría él.

Sin embargo, entre tanta incertidumbre, Pepe se imaginó mil escenarios. Tenía que volver a empezar de cero y su refugio fueron sus amigos, su familia y su pareja. Estaba tan centrado en el trabajo, que se olvidaba en ciertos momentos de lo más importante. "En realidad, aquella visión me ayudó a cambiar el chip. Volví a Madrid, trabajé en una tienda, lo que me ayudó a tener estabilidad emocional y, sobre todo, económica, y en abril de 2022 al fin entré. Lo peor del Covid fue pasando y la cultura se fue revitalizando", sostiene.

Los inicios fueron muy complicados, pero para él, a día de hoy, tras más de 1.000 funciones, formar parte de El Rey León sigue siendo un sueño hecho realidad. "Cada noche, cuando salgo al escenario y veo la reacción del público, me doy cuenta de lo especial que es este espectáculo", dice.

Estar en un montaje como este supone un paso muy exigente. “Cuando entré, ojo, no sabía si funcionaría bien, si mi cuerpo aguantaría el ritmo, si el maquillaje en la piel me iría bien… Había muchas incógnitas”, confiesa el actor malagueño. Pero ahora, casi tres años después, siente que todo está muy asentado y domina tanto su papel principal, el de Ed, como el de Zazú y Timón, que solo interpreta cuando es necesario cubrir a sus compañeros.

Interpretar a Ed le ha supuesto un gran reto, tanto interpretativo como físico. “Ed no habla, solo se ríe. Es un personaje impredecible que se expresa mediante la risa, lo que nos lleva a los actores que lo interpretamos a desarrollar un lenguaje propio”, explica Nájera. Además, la exigencia física de este personaje es notable: “Vamos en posición de cuatro patas, lo que requiere una gran preparación. Al principio me dolían mucho las rodillas y tuve que fortalecer mis cuádriceps con un entrenador personal, yo era un canijillo sin fuerzas”, dice entre risas.

En cuanto al resto de papeles, señala que el proceso "es progresivo". "Primero me preparé para Ed, y luego, una vez estrenado, pasé a ensayar Timón”, explica. Cada personaje tiene su propio desafío técnico: “Zazú es el más complicado, porque hay que coordinar la voz con la marioneta, moviendo las alas con una mano, la boca con otra y los ojos con un mecanismo". Si bien, Ed comparte escenas con ambos, lo que le permite 'repasar' a diario todos los papeles.

A pesar de la complejidad, Nájera disfruta enormemente de la experiencia de encarnar al pájaro guía de Simba y Nala. “Es un reto, pero cuando logras coordinarlo todo y sientes que la marioneta respira contigo, es mágico”, afirma.

Uno de los momentos más especiales para Pepe Nájera es cuando le toca interpretar a Timón, ya que en el musical habla en andaluz. “Para mí, es un homenaje a nuestra comunidad. Uso una mezcla de acentos, con toques malagueños, cordobeses y alguna que otra expresión típica”, comenta con orgullo.

Con más de 1.000 funciones a sus espaldas, reconoce que "hay días duros, pero lo que me mantiene aquí es que me lo paso bien" y cuando deje de hacerlo, se bajará de las tablas. "Tengo la gran suerte de ser uno de esos afortunados que no van al teatro a trabajar, voy a disfrutar", concluye.