De la academia a la empresa: cuatro casos del emprendimiento universitario de la UMA
El vicerrector de Innovación Social y Emprendimiento desgrana este modelo de compañías basadas en investigaciones de sus académicos.
8 junio, 2022 05:00Noticias relacionadas
Son "la máxima expresión del emprendimiento universitario". Así define el vicerrector de Innovacion Social y Emprendimiento de la Universidad de Málaga, Rafael Ventura, a Decentralized Security, Digitomica, Bioherent y próximamente Imateck Nanotechnologies: son las empresas de base tecnológica de la UMA, directamente desde el laboratorio al mercado.
"Es una vía de transferencia de los resultados de la investigación, empresas promovidas por personal de la Universidad. El leitmotiv es la explotación comercial de un resultado de una investigación", explica la fórmula Ventura en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.
La veda la abrió la compañía centrada en la seguridad para sistemas descentralizados Decentralized security, constituida en julio de 2020 como resultado de las colaboraciones realizas entre el grupo de investigación de la UMA NICS Lab y la compañía de criptografía de Silicon Valley NuCypher, además de la organización del curso de experto universitario en tecnologías de cadenas de bloque o Blockchain.
La siguió Digitómica, la compañía desarrolladora de la plataforma formativa en programación para niños ToolboXAcademy del catedrático en inteligencia artificial Francisco Vico. Estas dos primeras se sitúan en el edificio de El Rayo Verde y cuentan, además, con participación de la UMA en su capital.
No es condición sine qua non para hablar de empresa de base tecnológica de la universidad malagueña: el caso con mayor potencial de escalabilidad es el sistema de diagnóstico in vitro de alergias a antibióticos Bioherent, que ha tenido una inyección de capital de 2 millones de euros y en cuyo accionariado no figura la UMA.
Por último, está en proceso de consitución Imateck Nanotechnologies, que propone la utilización de un producto innovador denominado M@GO y sus derivados, fabricados con materiales no tóxicos, para el análisis y la extracción de especies contaminantes y de interés industrial en aguas, como los metales nobles, los metales pesados y compuestos orgánicos.
"Estas empresas de base tecnológica son la expresión máxima de esa unión universidad-empresa: compañías participadas e impulsadas por académicos", resume Rafael Ventura.
El vicerrector de Innovacion Social y Emprendimiento de la Universidad de Málaga resalta que son compañías con mucho conocimiento, investigación e innovación; no en vano, son fruto de los estudios de sus académicos.
"Cualquier disciplina científica puede generar una empresa de base tecnológica", argumenta Ventura; que concreta que, aunque estas compañías están promovidas por investigadores, como cualquier otra cuenta con una estructura corporativa con profesionales ajenos a la Universidad: "El profesor puede optar por una reducción de su obligación con la UMA, pero no es necesaria".
Los proyectos nacen de la iniciativa de los propios investigadores, que pueden ya tener experiencia de producción en contratos con empresas, o pueden precisar inversión mediante una empresa para afrontar fases de desarrollo de producto largas, o puede haber una empresa que tenga la inteción de contratar los servicios de esa otra... "El investigador acumula un saber hacer que le permite una prestación de servicios", sintetiza Ventura.
El vicerrector la define como "una vía muy interesante; en cuanto a las vías de transferencia del conocimiento, la más exigente o de máximo nivel". Y ojo, que también pudiera llegar a ser rentable para la universidad, que firma contratos de transferencia de un activo de su propiedad (los conocimientos que genera)... a cambio de unas obligaciones de royalties o regalías.