¿Cómo se coló la península ibérica al completo en el patio de un colegio de Málaga?
Antes de que existiera Google Maps, la Escuela Infantil Martiricos se montó un mapa gigante en relieve de la geografía española. Una realidad aumentada, literalmente, que le ha dado desde hace cerca de un siglo el sobrenombre del 'colegio del mapa'.
16 octubre, 2022 05:00Noticias relacionadas
Gracias a las nuevas tecnologías y a los satélites de Google los jardines de nuestros vecinos se pueden espiar sin mayores complicaciones desde el espacio y la comodidad y la privacidad de nuestros teléfonos móviles. Además, ahora que los drones sobrevuelan con impunidad nuestras cabezas, la visión cenital de nuestro mundo no nos resulta rara ni sobrecogedora (quizás, también, porque todos los malos directores de películas, documentales, reportajes televisivos, etc., no dejan ni un sólo segundo el dron en su cajita).
Pero antes de que todo esto fuera tan común que aburre (qué extraña es la realidad de hoy) la visión de un mapa orográfico gigante en relieve y a escala, de 25 metros de ancho por 20 de alto, construido en cemento en el patio de un colegio era realmente un espectáculo digno de ver.
Antes y ahora: en un mundo de realidades aumentadas, la realidad real de este mapa que encontramos en la Escuela Infantil Martiricos sigue siendo fascinante.
Este centro escolar, que casi todo el mundo conoce en Málaga con el poco currado sobrenombre de 'colegio del mapa', se ubica en el número 2 del paseo de Martiricos de la capital y es bien reconocible gracias a esta enorme infraestructura que fue construida en el año 1927 por Joaquín Alfarache.
Ingeniero militar, Alfarache planificó esta obra que reproduce la península ibérica, las islas Baleares, las islas Canarias y el antiguo protectorado español de Marruecos a instancias del gobernador militar y alcalde de Málaga de la época, Enrique Cano, que tuvo un empeño caprichoso por levantar este mapa en tres dimensiones de España. Cano era general, así que no es complicado comprender lo que para un militar de carrera supone la contemplación de un plano.
Tan sólo cinco meses tardó Alfarache en aupar el encargo, con poco más de un par de ayudantes, por lo que, cuentan las crónicas de la época, él mismo se puso manos a la obra para terminar de erigir todo la geografía ibérica.
Entre sus muchas curiosidades, antiguamente sus ríos a escala se llenaban de agua que desembocaba en el estanque que rodea al mapa y que hace las veces de mares. Un sistema de riego que hoy en día, por desgracia, se mantiene sin abrir, ya que está atorado, y que mostraba el discurrir de las grandes vías hidrográficas españolas.
En cuanto al edificio del centro estudiantil, tardaría en construirse un par de años más, en 1929, por el arquitecto José Ortega, siendo inaugurado en 1930. En sus comienzos acogía a estudiantes de todos los niveles, pero hoy en día es una escuela infantil.
Lo normal es contemplar este mapa desde detrás de la verja que separa el centro de la calle. Y no es difícil mirarlo con ojos de niño y maravillarse al contemplar la representación de una España que no existe y a la vez existe, porque sus montes, sus ríos, sus mesetas y valles siguen estando ahí. El protectorado marroquí ya no pertenece a la nación, pero la geografía sigue más que presente, por lo que las lecciones todavía son validas.
Contemplar este mapa desde la plataforma elevada con la que cuenta y que permite observarlo con mayor claridad es como contemplar la maqueta titánica en la que un niño pudiente reproduce las grandes batallas de la historia de la nación.
Como recurso didáctico tiene un valor incalculable: si un niño no mantiene la atención ante esta España de bolsillo, poco se puede hacer. Cada accidente geográfico importante está marcado con números para que los profesores puedan señalarlos.
Actualmente, y aunque en 1998 fue objeto de una restauración con fondos públicos, ha llovido mucho desde entonces, por lo que tras 24 años vuelve a necesitar arreglos de urgencia. De hecho, a comienzos del pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Málaga se comprometió a intervenir este bien del patrimonio malagueño para evitar que se siga deteriorando.
Un mapa único en su género y que no sólo disfrutan los cerca de 70 niños del centro, sino que está abierto a visitas y lo es de forma asidua por otros colegios de la provincia de Málaga.
Alumnos que se quedan alucinados y que comprenden que la mejor forma de aprender es jugando, pero también sintiéndose como gigantes que bien podrían acechar a un Quijote en miniatura que recorriera la Mancha a escala. ¡Mucho se está tardando en rodar una película de Godzilla en este colegio!