
Rafael, comerciante cofrade en Málaga.
Rafael, comerciante cofrade en Málaga: "La Alameda es la mejor calle para ver los tronos de Semana Santa"
En la calle Molina Lario, a un paso de la Catedral, la mercería Fernández Cruz está especializada en artículos cofrades y es un punto de encuentro para devotos y turistas.
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Se acerca el momento más importante del año para muchos, la Semana Santa. Málaga ya ha iniciado el montaje de la tribuna en la Plaza de la Constitución, con una altura reducida a menos de tres metros para minimizar su impacto visual. Mientras tanto, las cofradías comienzan los traslados de sus Sagrados Titulares.
En la calle Molina Lario, a un paso de la Catedral, Rafael Fernández Cruz vive estos días con intensidad. Su tienda, Fernández-Cruz Miguel, especializada en artículos cofrades, es un punto de encuentro para devotos, hermandades y turistas.
¿Qué es lo mejor de la Semana Santa?
Lo mejor de la Semana Santa es todo en general. Yo soy cofrade al mil por cien. Además, en el negocio precisamente lo principal, entre distintos temas, es la Semana Santa. Es uno de los momentos que más me llenan, y trabajo en una tienda que me gusta realmente. Soy comerciante cofrade.
Entonces, ¿qué es para usted la Semana Santa?
Para mí la Semana Santa es lo más importante de todo el año. Más que cualquier otra fiesta, como Navidad. Porque soy cofrade y es lo que me apasiona.
¿Cuál es su hermandad favorita?
Mi hermandad favorita es la Virgen del Rocío. Soy hermano de esa cofradía desde hace muchísimos años. También, soy hermano de la cofradía de la Vera Cruz de Alhaurín de la Torre, de la cual tengo la foto de mi Virgen de la Soledad. Realmente, tengo relación con casi todos los hermanos mayores, los albaceas, entre otros, porque vienen a comprar.
¿Virgen del Rocío o Virgen de la Soledad?
Las dos. No puedo elegir.
¿Cuál es su trono favorito?
Precisamente esos dos. Aunque hay tronos espectaculares, como el de la Virgen de la Paloma, al que pertenece uno de mis hijos. Otro buen ejemplo es el Cristo de los Estudiantes, donde está mi otro hijo. Y no podemos olvidar tronos como el de la Expiración, el del Sepulcro, o el de la Esperanza… Podría nombrarlos a todos.
¿Habría que limitar el número de nazarenos?
A mí no me interesa que limiten el número de nazarenos, porque me beneficia comercialmente. Debemos considerar que un gran número de nazarenos significa que hay hermanos y hermanas de las cofradías que quieren acompañar a sus titulares. En otras ciudades andaluzas también llevan una cantidad de nazarenos descomunal. Soy partidario de que cuanto más nazarenos haya, mejor. No solo a nivel comercial. Hay juventud, hay personas que se desviven por la Semana Santa, y eso es algo importante en Málaga.
¿Cómo le influye comercialmente?
Es un momento clave. Por eso, cuánto más nazarenos haya, más capirotes vendo, más cíngulos, más cordones de medallas, más tejidos para las cofradías, o más guantes; todo lo que está relacionado con la Semana Santa. Si hay más personas interesadas en esta festividad, por supuesto, hay más ventas. El sábado, sin ir más lejos, teníamos una cola de gente en la puerta porque la tienda es pequeña, pero hay un gran almacén donde tenemos muchísimos artículos y podemos servir a todo el mundo.
¿Qué opina de que los turistas vengan a disfrutar de la Semana Santa en Málaga?
A mí parecer, está perfecto. Nos beneficia que vean el patrimonio de Málaga en Semana Santa. Muchos desconocen que tenemos un gran patrimonio en este ámbito, y es de los aspectos más representativos. Esto se refleja, sobre todo, en los tronos tan inmensos, monumentos andantes en la calle.
¿Qué elemento comercial refleja más la Semana Santa de Málaga?
Los nazarenos en miniatura que se venden. Eso lo compra todo el mundo. No solo los españoles, a los extranjeros les encantan. Y los incensarios de nazarenos también. Se venden durante todo el año. En esta tienda, afortunadamente, casi todos los días del año se toca algo de Semana Santa. Hay muchas hermandades de gloria o santos de los pueblos. Estos celebran su fiesta, sin nazarenos de capirote, pero necesitan cosas. Al igual que muchísimas personas, tienen réplicas de imágenes en las casas. Y vienen a por sus calzoncitos, sus flecos o sus telas, para hacerles sus ropas. Como las Nancy.

Nazarenos en miniatura de la tienda.
¿Cuál es su calle favorita para ver los tronos de Semana Santa?
La Alameda Principal, sin duda. La arboleda y su calle ancha permiten ver los tronos venir desde lejos. Es el sitio más importante. Ni la calle Larios, ni la tribuna. La Alameda Principal es el mejor sitio.
¿Es mejor esperar o buscar los tronos?
Ya con mi edad, esperar. Aunque también los he buscado. Quien es cofrade, los busca. Pero ya no estoy en la misma situación. Además, hay tantas personas que es imposible. A no ser que seas joven y te coloques en diferentes sitios, es complicado.
¿Ha cambiado mucho la Semana Santa desde su niñez?
Infinitamente. Los patrimonios que se pasean hoy no son lo que había cuando yo era niño. Estamos hablando de más de cincuenta años, o sesenta. En aquella época, había menos cofradías. Es más, las cofradías tenían que pagar a los portadores. Entonces, había poco dinero y los tronos no iban arreglados como hoy. Tampoco había casas de hermandad. Los tronos se montaban en tinglados. Era muy precario.
Como los curas no querían que salieran los tronos de las casas de las iglesias, empezaron a hacerlo en los tinglados en la calle. Los tronos cada vez más grandes, y ya casi no caben en las iglesias. Es por eso que existen las casas de hermandad, son patrimonios enormes que acogen los tronos.
¿Cómo se imagina la Semana Santa en 10 años?
No lo sé. Por la política que tenemos, no lo sé. Yo espero que mínimo, siga como está. Supuestamente estará algo mejor, porque cada vez hay más patrimonio en todas las cofradías. Las casas de hermandad son más grandes y se hacen muchos más actos en las iglesias. Hay más creyentes desde que existen las cofradías. Las cofradías hacen cristianismo. Hacen que la gente acuda a la iglesia y tenga fe.