La líder de BSW Sahra Wagenknecht en un mitin cuando formaba parte del partido la Izquierda

La líder de BSW Sahra Wagenknecht en un mitin cuando formaba parte del partido la Izquierda Die Linke (La Izquierda)

Europa

Sahra Wagenknecht, la carismática líder de BSW, el nuevo partido racista de izquierdas alemán

Tras militar en el Partido Comunista de la RDA y La Izquierda, ha fundado este año un partido izquierdista en lo económico y ultraconservador en lo social.

2 septiembre, 2024 03:14

'Madonna del neocomunismo'. Así se conoce a Sahra Wagenknecht-Niemeyer, la carismática líder política alemana que ha logrado convertir a su partido BSW, con menos de un año de vida, en tercera fuerza en Sajonia y Turingia. La nueva formación, de izquierdas en lo económico, plantea un programa ultraconservador en términos sociales, lo que le ha permitido aprovechar el giro antiinmigración del electorado germano del Este y su percepción de una economía estancada.

BSW (siglas de Bündnis - Alianza - Sahra Wagenknecht) se define por una ideología que parece ser un oxímoron, lo que ella denomina "conservadurismo de izquierdas". En el proceso, está revolucionando la política alemana, ya que está generando una especie de 'terremoto político' que, de la misma forma que lo hacen los ultraderechistas AfD (Alternativa para Alemania), está consiguiendo dejar de lado la dominancia de los grandes partidos históricos en el país.

Además, debido a su ideología, está desdibujando la división entre la izquierda y la derecha tradicional que ha caracterizado la política occidental durante la mayor parte del siglo XX.

Nacida el 16 de julio de 1969 en Jena, Sahra Wagenknecht es una destacada política alemana que cuenta con una formación en Literatura y un doctorado en Economía. También ha publicado múltiples libros, entre ellos: Prosperidad sin codicia, Cómo salvarnos del capitalismo; Libertad sin capitalismo; un libro sobre Goethe, de quien es una gran fan; y uno sobre la crítica del joven Karl Marx a Hegel.

Tras militar en su juventud en el Partido Comunista de Alemania Oriental, pasó a Die Linke (La Izquierda), donde ha sido miembro del Consejo Directivo. Bajo esas siglas llegó a eurodiputada en 2005, permaneciendo durante una sola legislatura. Desde 2009 pasó al Bundestag, donde actuaba como portavoz económica de su grupo parlamentario. Tras diversas polémicas en los últimos años, empezó a gestar un nuevo partido en 2022 y en octubre de 2023 presentó la BSW.

Sus opiniones nacionalistas y conservadoras socialmente han generado controversia en la esfera política de Alemania. Después de anunciar su intención de crear un nuevo partido, la dirección de Die Linke le solicitó que renunciara a sus cargos. Además, ha sido objeto de críticas por parte de destacados medios de análisis político de izquierda.

Wagenknecht ha declarado que se mantiene en política para generar un cambio y ofrecer una alternativa a los 'izquierdistas de apariencia' que viven en una burbuja cosmopolita, desconectada de la realidad de la mayoría de la clase trabajadora. En 2021, publicó El Autojustificado, un manifiesto político que inspira el programa electoral de su partido, BSW.

La forja de su ideología

Para entender la particular posición dentro de la izquierda de Wagenknecht hay que remontarse a su infancia detrás del Telón de Acero, una frontera ideológica, política y física que dividió a Europa en dos durante la Guerra Fría.

Nacida a finales de los sesenta en la antigua Alemania del Este (RDA) su padre era un estudiante iraní que había llegado a Berlín Occidental para estudiar, y su madre trabajaba para un distribuidor de arte estatal. Para la pareja, separada por el Muro de Berlín, fue imposible mantener un contacto regular.

Su padre la abandonó

Aunque Wagenknecht no ha revelado muchos detalles personales en las entrevistas, sí que ha aseverado varias veces que no se identifica como alguien con "orígenes migrantes", enfatizando que su padre nunca emigró completamente a Alemania.

Según Wagenknecht, su padre regresó a Irán cuando ella tenía tres años y nunca se volvió a saber de él. Ella fue criada por sus abuelos en una pequeña aldea en Turingia, donde otras niñas se burlaban por su cabello negro y ojos oscuros. "Mi niñez allí no fue muy agradable", contó a medios europeos. "Estaba relativamente sola. No había niños con padres extranjeros".

Sahra Wagenknecht de joven

Sahra Wagenknecht de joven

Wagenknecht también leía teoría comunista y literatura alemana clásica, adoptó un peinado punk y pasaba tiempo en clubes con chicos mucho mayores.

A los 19 años, poco antes de la caída del Muro de Berlín, se unió al Partido Comunista de Alemania Oriental con el deseo de ayudar a prevenir el colapso del Estado en manos de quienes ella consideraba fuerzas "contrarrevolucionarias". La líder política también ha elogiado, a lo largo de los años, algunas de las políticas de Stalin.

Sahra Wagenknecht y su madre

Sahra Wagenknecht y su madre

Tras la caída del muro, se incorporó a las filas del Partido del Socialismo Democrático, sucesor del grupo político comunista, y fue el rostro juvenil de la Plataforma Comunista de la vieja guardia, la facción del partido que representaba las opiniones de la antigua Alemania Oriental comunista (RDA).

Debido a su juventud y a la serenidad con la que promovía ideas radicales, se convirtió en un fenómeno mediático en Alemania.

Sahra Wagenknecht de joven

Sahra Wagenknecht de joven

Mientras su partido intentaba alejarse de sus raíces en la RDA, ella continuó defendiendo el antiguo régimen, manteniendo su oposición a Occidente, a la OTAN y al capitalismo.

A pesar de sus convicciones socialistas, la naturaleza vehemente de Wagenknecht le trajo problemas con la RDA. De hecho, fue vetada de estudiar en la universidad durante un tiempo después de criticar la práctica de entrenamiento militar de la RDA.

Oskar Lafontaine

La visión comunista de Wagenknecht empezó a cambiar después de iniciar una relación amorosa con Oskar Lafontaine, poderoso líder del Partido Socialdemócrata (SPD) en los años 90, que se fue de la formación tras una amarga lucha por el poder con el entonces canciller Gerhard Schröder, ya que Lafontaine creía que el SPD se había vuelto en contra de la clase trabajadora y del estado de bienestar

En 2007, el partido escindido de Lafontaine del SPD se unió al Partido del Socialismo Democrático (PDS) para formar Die Linke, y Wagenknecht empezó a formar parte del Comité Ejecutivo. Lafontaine y la actual líder de BSW se casaron más tarde, teniendo él 26 años más que ella.

El exlíder de SPD y portavoz de La Izquierda, Oskar Lafontaine (d) con la líder de BSW  Sahra Wagenknecht (i)

El exlíder de SPD y portavoz de La Izquierda, Oskar Lafontaine (d) con la líder de BSW Sahra Wagenknecht (i)

Después de que Lafontaine tuviera que adoptar un perfil político más bajo en 2009, debido a problemas de salud, Wagenknecht se convirtió en una de las voces más destacadas del partido.

En años posteriores, Wagenknecht pasó a ser una figura cada vez más controvertida dentro de Die Linke. 

Merkel y crisis refugiados

Durante la crisis de refugiados de 2015, criticó la decisión de la entonces canciller Angela Merkel de permitir la entrada de cientos de miles de solicitantes de asilo, cuestionando su lema "Wir schaffen das!", ("¡Lo podemos conseguir!").

Tras una serie de atentados terroristas perpetrados por migrantes en 2016, Wagenknecht declaró que "la recepción e integración de un gran número de refugiados e inmigrantes está asociada a considerables problemas y es más difícil de solucionar que con un simple '¡Lo podemos hacer!' de Merkel".

Se ensañó a tales niveles con las políticas migratorias de la excanciller que llegó a aseverar que era en parte responsable del ataque terrorista al mercado navideño de Berlín, que acabó con la vida de 12 personas en 2016.

Miembros de su propio partido la criticaron duramente, argumentando "que ningún verdadero izquierdista debería atacar a Merkel desde posiciones derechistas en temas de migración".

Fue también durante la crisis por la llegada de refugiados cuando surgió el partido de ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) del cual Wagenknecht adoptó su controvertido discurso en un intento de transformar las causas del populismo de derechas en temas de izquierda.

Discurso antimigratorio

"Además de la apertura descontrolada de la frontera, hay una fuerza policial que ha sido reducida hasta el punto de la ineficacia," aseveró Wagenknecht en sus discursos antimigratorios tras la crisis de refugiados. Ese comentario llevó a condenas a través del espectro político, pero fue aplaudido por el AfD.

La líder de BSW también ha pedido un límite en el número de migrantes que solicitan asilo y ha remarcado los casos en los que estos pierden su derecho a la acogida si cometen delitos. Sin embargo, esto iba contra las ideas de su entonces partido, Die Linke, quien solicitaba que no se rechazase a nadie que buscara protección en Alemania.

Sahra Wagenknecht en un mitin cuando formaba parte de La Izquierda

Sahra Wagenknecht en un mitin cuando formaba parte de La Izquierda Die Linke (La Izquierda)

Las similitudes con los populistas de derecha inquietaron a muchos dentro del partido, y los altos miembros del partido de Izquierda se distanciaron repetidamente de sus declaraciones.

Un ejemplo más extremo de desaprobación de los movimientos de izquierdas hacia la postura de Wagenknecht sobre los refugiados ocurrió en mayo de 2016, cuando un activista antifascista le lanzó un pastel de chocolate en la cara durante una conferencia de Die Linke.

Cercana al Kremlin

Las relaciones con muchos miembros de su propio partido se volvieron más tensas después de que Wagenknecht se convirtiera en una dura crítica de los "bloqueos interminables" del Gobierno durante la pandemia de la Covid-19 y tras la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, con Wagenknecht apareciendo frecuentemente en la televisión alemana para ofrecer opiniones que resonaban con la propaganda del Kremlin.

Muchos alemanes del Este — incluso aquellos nacidos mucho después del final de la Guerra Fría — mantienen un fuerte sentido de identidad como "Ossis", (orientales).

Una persona sostiene un cartel anti-Putin, mientras Sahra Wagenknecht habla durante un mitin de campaña electoral para las elecciones del estado de Turingia en Eisenach, Alemania, el 19 de agosto de 2024.

Una persona sostiene un cartel anti-Putin, mientras Sahra Wagenknecht habla durante un mitin de campaña electoral para las elecciones del estado de Turingia en Eisenach, Alemania, el 19 de agosto de 2024. Karina Hessland REUTERS

Los votantes del Este también tienden a ser más cautelosos con respecto a la inmigración, más socialmente conservadores y cada vez más nostálgicos hacia Rusia. Esa última tendencia ha desconcertado incluso a algunos de los expertos que mejor conocen la política de la región.

Wagenknecht parece estar tanto fomentando como capitalizando esos sentimientos pro-Rusia, por ende, los medios rusos adoran citar a Wagenknecht.

Fundación BSW

Quien fuera miembro de La Izquierda fundó en enero de 2024 su propio partido, con Lafontaine, su esposo, uniéndose más tarde. "Vivimos en una época de crisis políticas globales," aseveró en Berlín. "Y en este momento, Alemania probablemente tiene el peor gobierno de su historia."

"Muchas personas ya no saben por quién votar, o votan por enojo y desesperación." La decisión llevó al desmantelamiento del Partido de la Izquierda, que se vio obligado a disolver su facción parlamentaria, liquidar activos y despedir personal.

Primera conferencia del partido BSW en el Kosmos de Berlín con la líder del BSW Sahra Wagenknecht (centro) y su marido Oskar Lafontaine (d).

Primera conferencia del partido BSW en el Kosmos de Berlín con la líder del BSW Sahra Wagenknecht (centro) y su marido Oskar Lafontaine (d). BSW- Alianza Sahra Wagenknecht

La decisión de separarse del Partido de la Izquierda diezmó la representación del partido socialista en el Parlamento y puede haberlo destruido como una fuerza política significativa en el futuro: 10 de los 38 miembros del Partido de la Izquierda han desertado al BSW. En la votación de la UE, el apoyo al Partido de la Izquierda disminuyó por debajo del 3%.

La razón por la que sintió que tenía que actuar, dijo Wagenknecht, es porque el viejo partido socialista "ya no está llegando a las personas que están insatisfechas, que quieren una alternativa seria."

Su escepticismo hacia la inmigración se debe, en gran parte, a su apoyo al estado de bienestar, que, dice, requiere un cierto grado de homogeneidad para funcionar.

"Cuanto más fuerte es el estado de bienestar, más debe existir un sentido de pertenencia" aseveró a los medios berlinenses Wagenknecht. "Porque si las personas no tienen conexión con aquellos que reciben beneficios sociales, en algún momento se negarán a pagar por esos beneficios."

Contra exportación armas

Wagenknecht también ha realizado una fuerte campaña para terminar con la participación militar alemana en misiones extranjeras y quiere que Alemania detenga todas las exportaciones de armas.

"Considero que es tan deshonesto decir que estamos luchando contra el terrorismo, mientras al mismo tiempo cooperamos y entregamos armas a aquellos que apoyan abiertamente el terrorismo. No se puede combatir el terror con terror."

AfD impresionados con BSW

Sus puntos de vista y ataques mordaces a la izquierda dominante, de hecho, le han ganado muchos admiradores de la extrema derecha. Björn Höcke, uno de los políticos más extremos de la derecha radical y líder del partido AfD en el estado alemán oriental de Turingia, quedó tan impresionado con Wagenknecht —particularmente por su posición sobre Putin— que en 2023 le pidió que se uniera a las filas de la AfD. "¡Te imploro, ven y únete a nosotros!".

Pero una explicación más concreta para sus políticas es que Wagenknecht ve un vacío de representación: un espacio para personas conpuntos de vista socialmente conservadores que se sienten incómodas con la migración y la política progresista, pero quetambién son cautelosas ante el extremismo de la AfD. En otras palabras, Wagenknecht busca ofrecer una alternativa más aceptable y contra el poder establecido.

Wagenknecht, al igual que los líderes de otros partidos, ha descartado gobernar con la AfD en una coalición. Al mismo tiempo, no ha descartado, como otros, cooperar con la AfD para aprobar lo que considera una legislación sensata.

"Si la AfD dice que el cielo es azul", su partido, "no dirá que es verde," aseveró recientemente al periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.

Contra AfD y Scholz

Sin embargo, en ocasiones ha sido parcialmente crítica con la extrema derecha, atribuyendo su aparición al "enfoque arrogante" del canciller alemán Olaf Scholz y su coalición de izquierda en el gobierno.

Para ella: "Su crecimiento es el resultado directo de una increíble frustración e indignación por las políticas erróneas. Y la indignación es justificada".

Alejan a los tradicionales

Los partidos tradicionales alemanes han dejado atrás los años de poder gobernar prácticamente en solitario, estos nuevos actores, AfD y BSW, están desestabilizando la corriente política dominante.

Cuando Wagenknecht anunció el año pasado que estaba fundando su propio partido, algunos dijeron que la Alternativa por Alemania (AfD), de extrema derecha, era la que más motivos tenía para preocuparse.

La posición única de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) — de izquierda en cuestiones económicas pero más cercana a la extrema derecha en temas como la inmigración y la diversidad de géneropodría representar una amenaza para la AfD, según distintos analistas políticos.

Las elecciones europeas del 9 de junio, tan sólo cinco meses después de su fundación, fueron la primera gran prueba de esa teoría, obteniendo seis de los 96 escaños de Alemania en el Parlamento Europeo.

Con el debilitamiento de los partidos tradicionales en gran parte de Europa, la fragmentación del panorama político está cada vez más acentuada, lo que permite a figuras políticas como Wagenknecht reclamar nuevos espacios de poder.

La estabilidad en el poder de los partidos históricos alemanes ha sido una tendencia que característica en Alemania durante mucho tiempo, por el cual se ha ganado la fama de ser el pilar de estabilidad europeo, con una política otrora homogénea y predecible.

Paralelismos: Trump y Le Pen

Wagenknecht no es la única experta en difuminar el espectro político tradicional entre las izquierdas y las derechas, Donald Trump es el perfecto ejemplo de ello. En EEUU, el ex presidente, y líder de los republicanos para la carrera presidencial de 2024, ha adoptado algunas políticas económicas tradicionalmente de izquierdas sobre comercio y aranceles, lo que explica en parte su atractivo para los votantes de clase trabajadora.

Otro ejemplo es el de la líder de extrema derecha de Francia, Marine Le Pen, quien también ha cooptado políticas económicas y de bienestar de la izquierda tradicional, atrayendo, en el proceso, a muchos exvotantes del Partido Comunista Francés.

Sin embargo, para Wagenknecht, las diferencias entre Le Pen, u otros partidos radicales de derecha, son que ellos "no representan realmente a las clases populares", a diferencia de BSW que, para la líder alemana, "se centra en luchar contra la desigualdad económica y abraza políticas sociales que fomentan tradiciones, estabilidad y seguridad", aseveró en una entrevista con medios europeos.

¿Polos opuestos?

Después de las elecciones regionales, ambos partidos esperan fortalecer su influencia en el resto de Alemania. Si tienen éxito, de cara a las elecciones generales de 2025, lo que está sucediendo ahora en la antigua Alemania Oriental con el BSW y el AfD puede ser solo un preludio.

En este contexto de auge de la derecha radical Wagenknecht se presenta como la alternativa a AfD, sin embargo, quien empezara en el Partido Comunista y continuara su carrera política como el rostro visible La Izquierda, últimamente suena, más bien, como la ultraderecha.