Mark Rutte y Emmanuel Macron, en un encuentro en la cumbre informal de líderes europeos a principios de febrero.

Mark Rutte y Emmanuel Macron, en un encuentro en la cumbre informal de líderes europeos a principios de febrero. Reuters

Europa

Europa y la OTAN se conjuran en París para obligar a Trump a incluirles en las negociaciones de paz con Rusia

No sólo están preocupados por no tener voz en las negociaciones con Rusia, también por no ser consultados sobre la paz que EEUU plantea en Ucrania.

Más información: Zelenski pide un Ejército europeo para que se defienda de las agresiones de Rusia y para que Trump respete a la UE.

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Europa ha respondido con firmeza ante los intentos de Donald Trump de socavar su papel en las negociaciones con Rusia para alcanzar la paz en Ucrania y en las políticas de seguridad del Viejo Continente. En este contexto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, convocó el domingo a los principales líderes de la Unión Europea (UE), el Reino Unido y la OTAN, para reunirse este lunes en París y dar una imagen de fuerza y unidad ante las pretensiones de Estados Unidos de marginar a Europa en las decisiones que afectan a su propio territorio.

La profunda discrepancia con Washington respecto al fin de la guerra y las negociaciones con Putin, protagonizó la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) -celebrada este fin de semana-. El vicepresidente de EEUU, JD Vance, expuso abiertamente una crítica a las democracias europeas, subrayando la división que persiste -y se intensifica- en las relaciones transatlánticas.

A la cita "informal" en París acuden los jefes de Estado y de Gobierno de Alemania, Reino Unido, Italia, Polonia, España, Países Bajos y Dinamarca. Además del presidente del Consejo Europeo, António Costa; la de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. El programa de la reunión no ha sido aún difundido, pero se espera que el debate sobre un Ejército Europeo esté encima de la mesa.

"El presidente de la República ha decidido entablar consultas entre los dirigentes europeos acerca de la situación en Ucrania y los desafíos de la seguridad en Europa", señaló la nota difundida por El Elíseo, horas después de que la propia cancillería francesa y otros países participantes hubiesen confirmado la convocatoria de esa reunión de urgencia.

"Los trabajos que lleven a cabo podrán prolongarse en otros formatos con la meta de unir a los socios que estén interesados en la paz y la seguridad en Europa", indicó El Elíseo.

Los desprecios de Trump

No puede haber un proceso negociador sin Ucrania y sin Europa, ni tampoco una discusión sobre la futura arquitectura de seguridad del continente sin Europa. Esta es la consigna que durante los últimos tres días, y los que quedan, han repetido y defendido los líderes europeos en la capital bávara.

Desde la Administración Trump los desprecios son constantes. Keith Kellogg, enviado especial para la guerra en Ucrania, afirmó abiertamente que no consideran que los europeos deban participar directamente en las negociaciones.

Presidente del Consejo europeo, Antonio Costa, junto al Secretario General de la OTAN Mark Rutte, en la reunión informal de líderes de la UE en Bruselas a inicios de febrero.

Presidente del Consejo europeo, Antonio Costa, junto al Secretario General de la OTAN Mark Rutte, en la reunión informal de líderes de la UE en Bruselas a inicios de febrero. EFE

Para defender esta postura, el presidente estadounidense hizo alusión al fracaso del proceso de Minsk en 2014 y 2015 para lograr el alto el fuego en el Donbás ucraniano, debido a que "había demasiadas partes involucradas". Este acuerdo fue formulado por el Grupo de Contacto Multilateral ('Trilateral') sobre Ucrania, formado por representantes de éste, Rusia y la OSCE (que agrupa actualmente a 57 Estados).

Para Washington, el mal del continente europeo no proviene ni de Rusia ni de China "sino del interior del mismo, por la amenaza a la libertad de opinión e incluso la democracia por una presunta marginación que sufren determinados partidos o posturas", tal y como expresó Vance. 

Y consideran que la consecución de un acuerdo de paz sólo es posible mediante un primer pacto entre Trump y el jefe del Kremlin. Las ambiciones del presidente de Estados Unidos van mucho más allá de frenar la guerra y para ello sólo divisa dos actores en el tablero, menospreciando al resto -en este caso, a los europeos-.

Por este motivo, no sólo están preocupados por no tener voz en la mesa, sino también por no ser consultados ni informados sobre el tipo de paz que EEUU plantea para Ucrania.

"Estoy convencido de que EEUU quiere terminar la guerra. En quien no confío es en Vladímir Putin y existe el peligro de que EEUU se confunda con él. Porque, ¿de qué estamos hablando? ¿De una paz duradera o de un cese el fuego que le permite a Rusia rearmarse?", dijo el presidente de Letonia, Edgars Rinkevics. Pero recordó que para ello es obligatorio que Kiev participe y no se negocie a sus espaldas.

Rinkevics afirmó asimismo que si Europa tiene que asumir más responsabilidad sobre Ucrania, como exigen Trump y la OTAN, entonces tiene que tener un papel en las negociaciones.

Tiemblan las fronteras

"Queremos parar los millones de muertes que están ocurriendo en la guerra". El que Trump dé la espalda a Volodimir Zelenski no es casualidad. "Trabajaremos juntos, muy de cerca", dijo el presidente de EEUU, proponiendo que ambos "visiten la nación del otro" (propuesta aceptada por Moscú).

Según el 'plan', Rusia podría anexionarse los territorios ocupados, además de otras tierras que aún siguen bajo dominio ucraniano; por otro lado, Kiev estaría vetada para unirse a la OTAN; y se eliminarían las sanciones occidentales a Moscú.

Con respecto a posibles concesiones a Rusia -como las que planteó en días pasados el secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, al calificar de "ilusoria" la idea de volver a las fronteras de 2014- algunos mandatarios europeos han evocado una comparación con la política de apaciguamiento de Neville Chamberlain frente a los nazis, que quedó plasmada en los resultados de la Conferencia de Múnich de 1938.

"Como turista me gusta el lugar (Múnich). La gente es amable, la cerveza perfecta, las pinacotecas excelentes. Como historiador y político, hoy sólo puedo decir, nunca más Múnich", dijo en su cuenta de X el primer ministro polaco, Donald Tusk.

También se han establecido comparaciones con la Conferencia de Yalta, de la que se cumplen 80 años y en la que la Unión Soviética, el Reino Unido y EEUU definieron la arquitectura de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.

Al "espíritu de Yalta" se ha opuesto el "espíritu de Helsinski", en alusión a los 50 años del Acta de Helsinski, donde la URSS se comprometió, al igual que EEUU y el resto de países europeos, a respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, y al cumplimiento del derecho internacional.

"Vengo de un país pequeño que necesita más Helsinski que Yalta. Creo que debemos revivir su espíritu", afirmó este domingo a modo de conclusión del sentir europeo el presidente finlandés, Alexander Stubb.

Reivindicación española

La ministra española de Defensa, Margarita Robles, aseguró el pasado jueves que Ucrania merece una paz "justa y duradera", y afirmó que la Unión Europea y la OTAN tienen que participar en las negociaciones para poner fin a la guerra entre ese país y Rusia. "Los demás no le podemos decir a Ucrania ni que debe ceder fronteras, ni lo que tiene que hacer. Tiene que ser Ucrania", declaró.

Robles se pronunció en ese sentido en declaraciones a los medios de comunicación durante la reunión de titulares de Defensa de la OTAN que se celebra en Bruselas y después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuviera conversaciones el miércoles con los líderes de Rusia y Ucrania para poner fin al conflicto bélico.

"Nosotros vamos a seguir apoyando a Ucrania. Creemos firmemente que es necesaria la paz. Ucrania merece la paz, pero una paz que tiene que ser justa y duradera. He insistido mucho en el tema de que la paz tiene que ser justa y que no se puede llegar a un final sin hablarlo previamente con Ucrania", expuso y agregó que Ucrania "tiene que decidir su propio destino y ver en qué circunstancias se dan esos acuerdos de paz". Y quiso recalcar que el único culpable es Putin.

La ministra de Defensa reconoció el papel fundamental de los Estados Unidos como intermediador, pero sin olvidar la intervención de las dos partes -cuatro si se cuenta con Europa y la OTAN- implicadas.

"Entendemos que también la Unión Europea y la OTAN tienen que tener su participación porque estamos apoyando a Ucrania y vamos a seguir apoyando a Ucrania", añadió, e insistió en que la Alianza y la UE tienen que tener "un papel importante" en el proceso de paz.

Asimismo, indicó que la "inmensa mayoría" de los aliados sostienen que Rusia "sigue siendo un peligro muy importante", por encima de la "preocupación propia" de EEUU con China. "Para Estados Unidos puede ser una prioridad, pero es evidente que Rusia es la gran amenaza que tiene no solamente Europa, sino también el mundo global", expuso.