
Flores, rosarios y otros tributos se dejan afuera del Hospital Gemelli, donde el papa Francisco está ingresado para recibir tratamiento, en Roma. Reuters
El Papa no ha sufrido nuevas crisis este sábado, no tiene fiebre y está "estable", según el último parte médico
El pontífice sigue descansando después de dos semanas ingresado en el hospital y superando diferentes complicaciones.
Más información: El papa Francisco sufre un "repentino" empeoramiento respiratorio tras una "crisis aislada" de broncoespasmo
El último parte médico sobre la salud del Papa Francisco refleja que se encuentra "estable" tras no sufrir fiebre ni nuevas crisis durante la tarde de este sábado.
El Santo Padre había pasado una noche tranquila y ha continuado descansando durante su decimosexto día de ingreso en el hospital Gemelli de Roma, todo ello después de sufrir el viernes una crisis por broncoespasmo que causó un empeoramiento "repentino" de su cuadro respiratorio.
Aunque no ha sufrido más broncoespasmos tras la crisis de este viernes, Francisco sigue alternando la ventilación mecánica no invasiva con oxigenoterapia y ofrece "buena respuesta al tratamiento", según informa el Vaticano.
El Papa presentó ayer por la tarde repentinamente una crisis aislada por broncoespasmo que le provocó también un episodio de vómito por inhalación e hizo que tuviera que ser sometido a ventilación mecánica no invasiva, después de que en la víspera se informara de una leve mejoría del pontífice y de su salida del estado más crítico.
Francisco respondió "bien" a la terapia, aunque los médicos creen que se necesitarán entre 24 y 48 horas para valorar cómo le afectará esta crisis de broncoespasmo (repentino estrechamiento del conducto bronquial), ante lo que se prevé que este fin de semana sea clave para ello, mientras los médicos mantienen que el pronóstico sigue siendo reservado.
El Vaticano transmite que el Papa no ha vuelto a sufrir nuevas crisis, después de la de ayer, y este sábado por la mñana ha desayunado, "disfrutado de un café" y ha leído los periódicos, aunque su situación sigue siendo "compleja" y su pronóstico es "reservado".
El pontífice, de 88 años, se encuentra hospitalizado el pasado 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana a la que se sumó una neumonía bilateral.
Tras la crisis de ayer, Francisco se mantuvo "siempre lúcido y orientado", "colaborando con las maniobras terapéuticas" que se le aplicaron.
Ayer por la noche, fieles y miembros de la Curia romana se juntaron de nuevo en la Plaza San Pedro del Vaticano para realizar el rito del Rosario y rezar por su pronta recuperación.