La jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, António Costa, durante la rueda de prensa final de la cumbre de emergencia en Bruselas

La jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, António Costa, durante la rueda de prensa final de la cumbre de emergencia en Bruselas Unión Europea

Europa

Los líderes de la UE deciden endeudarse para convertirse en potencia militar, hacer frente a Rusia y no depender de Trump

Los dirigentes comunitarios arropan a Zelenski tras la encerrona de Trump en la Casa Blanca mientras Orbán se descuelga definitivamente del consenso europeo.

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"No hay duda de que la guerra en Ucrania, la nueva posición de la administración estadounidense hacia Europa y, sobre todo, la carrera armamentística iniciada por Rusia nos plantean desafíos completamente nuevos. Europa debe afrontar este desafío y debe ganar esta carrera armanentística", ha alegado el primer ministro polaco, Donald Tusk, durante la cumbre de emergencia celebrada este jueves en Bruselas.

Los líderes europeos han decidido endeudarse de forma masiva para convertirse en una auténtica potencia militar soberana y autónoma. La prioridad es hacer frente a la agresión de Vladímir Putin, que según temen no se detendrá en Ucrania sino que tiene también en su punto de mira a los países Bálticos o Polonia. "Europa está en peligro inminente y claro", ha avisado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

Pero los dirigentes de la UE también aspiran a independizarse del paraguas de seguridad que les prestaba Estados Unidos, y que Donald Trump amenaza con retirar ahora. Una soberanía que no podrá alcanzarse de la noche a la mañana, sino que costará al menos una década, según ha dicho el presidente francés, Emmanuel Macron. "Trump está lleno de sorpresas y casi todas son malas para nosotros", señala el nuevo primer ministro belga, Bart de Wever.

"Lo más importate ahora es ser muy francos y rearmar Europa. Y no creo que tengamos mucho tiempo", asegura la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, que ha abandonado el 'club de los frugales' tras sufrir la doble presión de Putin y Trump, que pretende anexionarse Groenlandia. "Así que hay que rearmar Europa y gastar, gastar, gastar en defensa y disuasión", ha insistido Frederiksen. 

En este sentido, los líderes europeos han avalado el plan de rearme propopuesto por Von der Leyen, que pretende movilizar hasta 800.000 millones de euros en cuatro años. La mayor parte del dinero (650.000 millones) tiene que salir de los presupuestos nacionales, lo que obligará a los Estados miembros a un endeudamiento masivo. En este sentido, los países que ya tienen un alto nivel de deuda -como España, Grecia, Italia o Francia- disponen de un margen de maniobra muy limitado si no quieren sufrir la furia de los mercados.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con Volodímir Zelenski, con António Costa y Emmanuel Macron al fondo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con Volodímir Zelenski, con António Costa y Emmanuel Macron al fondo Unión Europea

Bruselas activará las cláusulas de escape nacionales del Pacto de Estabilidad, lo que permitirá excluir el gasto en defensa del cómputo del déficit a la hora de lanzar expedientes sancionadores por déficit excesivo. Pero a largo plazo, los Estados miembros tendrán que compensarlo mediante un aumento de impuestos o un recorte de otras partidas, como pensiones o gasto social. 

Paradójicamente, el camino del endeudamiento lo marca esta vez Alemania, que de la noche a la mañana ha pasado de guardiana de la ortodoxia fiscal a pedir la máxima flexibilidad de las reglas de discliplina fiscal de la UE, gracias al impulso del futuro canciller, el democristiano Friedrich Merz. El interés de la deuda alemana se ha disparado a máximos de 28 años tras el acuerdo de gran coalición para aumentar masivamente el gasto militar y en infraestructuras, lo que inmediatamente se ha traducido en un incremento de los costes para el resto de países de la eurozona.

En cuanto a la financiación europea, los Veintisiete han dado luz verde al nuevo instrumento para defensa propuesto por Von der Leyen, dotado con 150.000 millones de euros y que concederá créditos blandos a los Estados miembros con el fin de sostener la base industrial comunitaria. Un dinero que captará Bruselas de los mercados usando como garantía el presupuesto de la UE. Al tratarse de préstamos y no de subvenciones, engordarán también la deuda de los países beneficiarios.

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su rueda de prensa de este jueves en Bruselas

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su rueda de prensa de este jueves en Bruselas Reuters

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera insuficiente esta iniciativa y reclama más financiación europea para defensa porque se trata de "un bien público europeo". "No son suficientes los préstamos, vamos a necesitar las tranferencias para lo que tenemos que hacer entre todos (...) Ese es un debate que vamos a dar, que el gobierno de España va a dar", ha dicho Sánchez en la rueda de prensa final del Consejo Europeo.

Hungría se descuelga

Los líderes europeos han arropado al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que ha viajado a Bruselas tras la encerrona a la que le sometió Donald Trump en la Casa Blanca. Zelenski les ha explicado los próximos pasos que piensa dar para intentar una reconciliación con el presidente de Estados Unidos, con la posible firma en los próximos días del acuerdo sobre materias primas, según han explicado fuentes comunitarias.

La UE se compromete a mantener su apoyo político, económico y militar a Ucrania aunque Trump acabe abandonando definitivamente al Gobierno de Zelenski para forzar su capitulación ante Rusia. No obstante, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, el único aliado incondicional que le queda a Putin dentro de la UE y que ahora se ha alineado totalmente con las tesis de Trump, se ha descolgado en solitario de las conclusiones, que sí cuentan con el aval de los otros 26 Estados miembros.

"La reunión del Consejo Europeo giró alrededor del plan de paz del presidente Trump. Muchos líderes europeos (burócratas de Bruselas y jefes de Gobierno) se oponen a los esfuerzos de la administración estadounidense. Prefieren continuar la guerra tanto tiempo como sea necesario. La posición de Hungría sigue siendo la misma hoy que en los últimos tres años. Creemos que no hay solución en el campo de batalla y apoyamos el plan de paz de EEUU", ha escrito Orbán en su cuenta de X.

"Un país aislado no crea división. Los 26 seguimos unidos con una posición común y seguiremos apoyando a Ucrania como hemos hecho desde el 24 de febrero de 2022", ha replicado el presidente del Consejo Europeo, António Costa.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, saluda al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, durante la cumbre de este jueves en Bruselas

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, saluda al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, durante la cumbre de este jueves en Bruselas Reuters

En las conclusiones, los líderes europeos no dan ninguna nueva cifra de apoyo militar a Ucrania. Se limitan a recordar que de momento ya han comprometido 30.000 millones de euros para 2025, pero afirman que su intención es acelerar la entrega de sistemas de defensa aérea, munición o misiles.

Los líderes europeos han fijado además los principios y condiciones que a su juicio debe cumplir cualquier acuerdo de paz negociado por Trump con Putin. La línea de Bruselas es que no puede haber negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania, ni se puede hablar de la seguridad de Europa sin invitar a los europeos a la mesa.

Un alto el fuego sólo puede decretarse como parte de un acuerdo de paz global y tiene que ir acompañado de "garantías de seguridad sólidas y creíbles para Ucrania". "La paz debe respetar la independencia, soberanía e integridad territorial" del país, según figura en las conclusiones.

Si al final la tregua se abre paso, la UE está decidida a aportar su granito de arena a las garantías de seguridad, aunque el envío de tropas de paz lo organizará una 'coalición de voluntarios' liderada por Reino Unido y Francia, al margen de las estructuras comunitarias.

¿Cuál puede ser la contribución de Bruselas? Por un lado, acelerar el entrenamiento de tropas ucranianas, que estarán en la primera línea de disuasión si Rusia vuelve a intentarlo. Además, la UE no descarta la posibilidad de contribuir como tal a esta misión de paz sobre el terreno.