
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, durante una reunión del Consejo Europeo
La UE cede a la presión de Hungría y saca a cuatro oligarcas rusos de su lista negra de sanciones por Ucrania
El antiguo dueño de la cadena de supermercados Dia, Mikhail Fridman, seguirá en la lista de sancionados.
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La Unión Europea cede a la presión de Hungría y saca a cuatro oligarcas rusos de su 'lista negra' de personas sancionadas por dar cobertura a la guerra de agresión del Kremlin contra Ucrania.
El Gobierno del ultra Viktor Orbán, el aliado más estrecho de Vladímir Putin dentro de la UE, había amenazado hasta el último minuto con tumbar la totalidad de la 'lista negra', que incluye a alrededor de 2.000 rusos, si no se aceptaban sus exigencias. El resto de Estados miembros ha tenido que transigir con algunas de las demandas de Budapest porque la extensión de las sanciones (que deben renovarse cada seis meses) exige el apoyo unánimo de los 27 Estados miembros.
Al final, los embajadores de los Veintisiete han alcanzado este viernes un acuerdo unánime para prolongar la 'lista negra' de rusos sancionados por otros 6 meses, es decir, hasta el 15 de septiembre de 2025. No obstante, se ha sacado de la lista a un total de siete oligarcas rusos, cuyos nombres habían sido sugeridos por Hungría: tres que han muerto recientemente y otros cuatro que siguen vivos.
Los que se libran de las sanciones son el empresario ruso Viatcheslav Mosche Kantor, el ministro de Deportes de Rusia, Mikhail Degtyaryov, y Gulbahor Ismailova, la hermana del oligarca Alisher Usmanov. También sale de la lista otro oligarca ruso, Vladimir Rashevsky, aunque sobre este nombre ya había acuerdo entre los Veintisiete porque ganó una apelación contra las sanciones ante el Tribunal General de la UE (TGUE).
Para estas cuatro personas, la salida de la 'lista negra' de sanciones significa que se descongelarán sus activos en la UE y se levantará la prohibición de viajar a territorio comunitario.
En contraste, otro de los nombres que Budapest había pedido librar de las sanciones, el antiguo dueño de la cadena de supermercados Dia, Mikhail Fridman, seguirá en la 'lista negra', según han explicado fuentes diplomáticas. Fridman también tiene una sentencia favorable del TGUE.
Hungría siempre ha cuestionado las sanciones de la UE contra Rusia, pero hasta ahora las había respaldado en el último minuto y a regañadientes. Todo ha cambiado desde el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump. Aunque Orbán sigue estando aislado en Bruselas (sólo cuenta con el apoyo a veces de Eslovaquia), la vuelta al poder del exmagnate inmobiliario le ha dado alas para profundizar su política obstruccionista en la UE. De hecho, la nueva administración ya ha hablado varias veces de levantar todas las sanciones a Rusia.
Cuando empezó el debate semestral sobre la renovación de las sanciones a los oligarcas rusos hace un par de semanas, Hungría se manifestó totalmente en contra. Después, moduló su oposición y pidió excluir únicamente a 9 nombres, entre ellos a Fridman. Otras delegaciones sugirieron otros nombres, mientras que algunos Estados miembros exigieron que la 'lista negra' se renovara sin ningún cambio.
Al final, la presidencia polaca del Consejo ha tenido que encontrar una solución de compromiso para evitar el levantamiento total de las sanciones, que se hubiera producido este mismo sábado sin un acuerdo unánime. "El drama se ha producido porque era difícil encontrar el equilibrio, ya que añadir o eliminar algún nombre impedía llegar a la unanimidad", relatan fuentes diplomáticas.
Tras esta nueva trifulca por las sanciones, la mayoría de Estados miembros tienen ya muy claro que la Hungría de Viktor Orbán nunca va a colaborar en la defensa y seguridad de Europa y buscan formas para sortear cada vez el veto de Budapest. De hecho, los líderes europeos acordaron la semana pasada mantener el apoyo a Ucrania aunque Estados Unidos se retire, ignorando el 'no' de Orbán.