Pável Dúrov, creador de Telegram, en París.

Pável Dúrov, creador de Telegram, en París.

La tribuna

Las diez claves sobre la detención del CEO de Telegram

La libertad de expresión no es libertad para delinquir y los Estados de derecho no pueden tolerar espacios de impunidad, ni en el entorno físico ni en el digital.

2 septiembre, 2024 01:57

El conocimiento es distinción y la ignorancia es confusión. Y la peor confusión de todas es la generada de forma interesada, metiendo en el mismo saco cosas que son distintas y agitándolo.

Algo así, me temo, es lo que está pasando con algunas reacciones a la detención de Pável Dúrov, fundador y CEO de Telegram, en las que se intenta mezclar cosas distintas y poner el foco en lo que interesa.

Por eso, lo mejor en estos casos es ir por partes, contestando a las preguntas que se hace mucha gente e intentando dar las claves (jurídicas y estratégicas) para que los lectores se formen su propio criterio, sin intentar manipularles en un sentido u otro.

Icono de la app de Telegram.

Icono de la app de Telegram. El Androide libre

Porque la realidad es poliédrica y, como la propia red, Telegram y Pável Dúrov tienen luces y sombras, su lado brillante y también su lado oscuro.

1. ¿Es una red social responsable de lo que dicen y hacen sus usuarios?

En principio, no. Desde la Ley de Decencia de las Comunicaciones de EEUU de 1996 y la Directiva de comercio electrónico de la UE de 2000 quedó sentado el principio de exención de responsabilidad de las redes sociales (y aplicaciones de mensajería) por los contenidos compartidos por sus usuarios. Con una sola excepción: que tengan conocimiento efectivo de que los contenidos son ilegales.

2. ¿Por qué delitos se le investiga a Pável Dúrov?

El comunicado de la Fiscalía francesa dice que se le investiga, entre otros delitos, por "complicidad en la administración de una plataforma en línea para permitir una transacción ilícita por una banda organizada, la difusión organizada de imágenes pornográficas de menores, el tráfico de estupefacientes, el fraude por bandas organizadas, el blanqueamiento de delitos por bandas organizadas"…

3. ¿Ha cometido Pável Dúrov todos esos delitos?

Cuando la Fiscalía francesa habla de "complicidad" no quiere decir que Pável Dúrov haya participado activamente en la comisión de dichos delitos, sino que, teniendo conocimiento efectivo de que se estaban cometiendo en su plataforma, pues se lo comunicaron las autoridades francesas, no hizo nada para impedirlos y, sobre todo, se negó a colaborar con ellas aportando la información solicitada.

4. ¿Tienen estos delitos que ver con la libertad de expresión?

No. Una transacción ilícita (de dinero o criptoactivos) por una banda organizada no es un ejercicio de la libertad de expresión. La difusión de pornografía infantil no es un ejercicio de la libertad de expresión. El narcotráfico no es un ejercicio de la libertad de expresión. Las ciberestafas no son un ejercicio de la libertad de expresión. Persiguiendo estos delitos no se ataca la libertad de expresión.

5. ¿Por qué se dice entonces que es un ataque a la libertad de expresión?

Porque es verdad que el anonimato protege la libertad de expresión y que Pável Dúrov huyó de Rusia y creó Telegram como reacción a la presión del gobierno de Putin para que facilitara los datos (y las conversaciones) de disidentes rusos. Es el lado admirable de esta red social y de su fundador. Pero nada tiene que ver con la colaboración con Estados democráticos en la persecución de delitos.

6. ¿Existe, entonces, un peligro para la libertad de expresión?

Sí. No se puede negar que existe un peligro cierto para la libertad de expresión, porque una cosa son las razones alegadas (la persecución de delitos graves) y otra cosa es lo que se puede hacer una vez obtenida la llave de la encriptación. Por eso, los defensores de los derechos civiles y de la libertad de expresión nos negamos a que se rompa la encriptación -y el secreto- de las comunicaciones.

"Las plataformas digitales tienen que colaborar con las autoridades judiciales. No son señores feudales por encima de las leyes de los Estados de derecho.

7. ¿Es necesario romper la encriptación para perseguir estos delitos?

En las conversaciones entre dos personas sí sería necesario (si se ha activado, porque en Telegram no está por defecto) y necesitaría un mandato judicial como cuando se pincha un teléfono. Pero en los grupos no es necesario, porque suele haber policías infiltrados y conocen los delitos que se están cometiendo en ellos. Lo que necesitan y piden es la identificación de los administradores y usuarios.

8. ¿Por qué el gobierno ruso defiende ahora a Pável Dúrov?

Parece ser que desde 2020 la relación de Pável Dúrov con Putin ha cambiado y Telegram ha pasado a ser la aplicación de mensajería de los organismos oficiales y también del ejército ruso, especialmente en sus operaciones en la invasión de Ucrania, por lo que Rusia estaría muy preocupada de que toda esa información caiga en manos de la UE y la OTAN. De ahí sus virulentas críticas a la detención.

9. ¿Por qué se le detiene precisamente ahora y en Francia?

La Fiscalía francesa dice que se ha detenido a Pável Dúrov en el marco de una investigación iniciada en febrero de 2024, pero reconoce que, desde su creación en 2013, aparece en múltiples casos sobre diversos delitos. El momento y lugar puede tener que ver con las operaciones del Grupo Wagner en antiguas colonias francesas de África y con las campañas para crear un "sentimiento antifrancés".

10. ¿Cumple Telegram la normativa europea sobre redes sociales?

Pese a lo que dice el abogado defensor de Pável Dúrov, Telegram no cumple la normativa europea sobre redes sociales, porque, desde el año 2000 (Directiva de Comercio electrónico) tienen la obligación de colaborar con las autoridades administrativas y judiciales, y desde 2022 (Reglamento de Servicios Digitales) tienen la obligación de tener representación en la UE, y Telegram está en Dubái.

Conclusión

La libertad de expresión no es libertad para delinquir y los Estados de derecho no pueden tolerar espacios de impunidad, ni en el entorno físico ni en el digital. Una cosa es que sea difícil perseguir los delitos cometidos en el ciberespacio, pero las plataformas digitales tienen que colaborar con las autoridades judiciales. No son señores feudales por encima de las leyes de los Estados de derecho.

*** Borja Adsuara es profesor, abogado y consultor experto en Derecho y Estrategia Digital.

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