El apoyo del presidente del Gobierno al ministro de Seguridad Social en lo que respecta a retrasar la edad de jubilación es una buena noticia para el futuro de España, que necesita urgentemente llevar a cabo una reforma del sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad.
Finalmente, los ministros del PSOE, que reflejan la línea económia más razonable dentro del Ejecutivo, se han impuesto a sus socios de Podemos. En concreto, a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que defendió su oposición a esta medida con un argumento falaz: que prolongar la vida laboral restringe el acceso de los jóvenes al mercado laboral. Distintas experiencias previas en países de nuestro entorno, como Francia o Reino Unido, han demostrado justo lo contrario.
Déficit y recuperación
En el contexto actual de crisis económica derivada de la pandemia y con un déficit público que alcanza el 9,5% del PIB -el mayor desde el rescate bancario de 2021 según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI)- conviene cumplir con las grandes exigencias de la Unión Europea para recibir los 140.000 millones de ayuda a la recuperación.
La reducción de la edad efectiva de jubilación puede ser un primer paso para poner fin a las prejubilaciones, que tanto dinero cuestan al Estado y a las empresas. Y, al mismo tiempo, se mantendrán activos profesionales que aportan valor por su experiencia.
Reformas de calado
Es el momento de demostrar cintura política para lograr un gran acuerdo dentro del Pacto de Toledo con las principales fuerzas con representación parlamentaria. Una reforma de calado que empiece por ese retraso en la edad de jubilación, ayudará a consolidar el sistema de Seguridad Social.
Con ese espaldarazo de Sánchez a José Luís Escrivá se abre la puerta a lograr nuevos consensos alejados de prejuicios ideológicos que permitan dinamizar nuestro mercado laboral.