Una enfermera prepara una dosis de vacunas contra la Covid.

Una enfermera prepara una dosis de vacunas contra la Covid.

TRIBUNA | VACUNA OBLIGATORIA SÍ, VACUNA OBLIGATORIA NO

La vacunación debe ser obligatoria entre los profesionales

España debe poner en marcha medidas como la inoculación de la tercera dosis entre los pacientes más vulnerables y hacer obligatoria la vacunación entre los profesionales.

12 septiembre, 2021 02:21

Vimos en 2020 cómo el acceso a la sanidad pública y universal fue negado a las personas más vulnerables. Las carencias del sistema y el edadismo mostrado en los pasos seguidos en los primeros momentos debe servir ahora de revulsivo para lograr que la injusticia no vuelva a ser una realidad.

Los profesionales que vivimos esa primera ola sabemos cuáles son las consecuencias de dejar de lado a los más vulnerables. Ahora estamos superando la quinta, y se ha demostrado que la vacuna es la solución no sólo para evitar contagios, sino para evitar la virulencia del efecto en aquellos que contraen la enfermedad.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dejado muy claro que uno de los perfiles para ponerse esta tercera dosis, por la falta de inmunidad de las personas mayores, es sin duda la de aquellos que viven en residencias. Con el 73% de la población inmunizada, y a punto de cumplirse nueve meses del comienzo de la inoculación de la primera dosis en los centros residenciales, numerosos estudios de seroprevalencia realizados en residencias indican cómo ha caído el nivel de inmunidad.

Desde el Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs) llevamos pidiendo desde el comienzo de verano la realización de estudios epidemiológicos a nivel nacional (no sólo local). Desde las comunidades autónomas se están llevando a cabo y las primeras conclusiones de algunas administraciones, como la Generalitat de Cataluña o la Junta de Andalucía, coinciden en la petición de la EMA.

De modo que no hemos pedido ni al Estado ni a las comunidades medidas baladíes.

Vivimos con las personas mayores. Hemos visto las consecuencias del virus en sus cuerpos y las repercusiones del aislamiento social y familiar.  

Hay usuarios y usuarias que no pueden acceder a los medios de comunicación. Somos nosotros los que ponemos voz a sus necesidades. Y, cada uno de ellos, viva en residencias o en su casa, debe tener cuanto antes acceso a la tercera dosis.

¿Qué servicios pretendemos recibir si ahora ignoramos la atención a los que la precisan?

Una de las causas por las que han aumentado los brotes en los centros de estancias nocturnas es precisamente la falta de inmunidad. No seamos los últimos en tomar estas decisiones en estos momentos. España tiene millones de dosis en las neveras que deberían estar siendo repartidas entre los más vulnerables.

Seguimos a la cola de Europa en la toma de decisiones. Esperamos a que otros actúen mientras el otoño llega con la pérdida de inmunidad. Y una medida que debería tomarse, por ejemplo, es la obligatoriedad de la vacunación entre profesionales. Algo ya aprobado en Francia.

Porque, aunque el sector es muy responsable (con una vacunación del 90%, según datos oficiales), necesitamos leyes y normas que arropen al colectivo para lograr llegar al 100%. Normas como las de nuestros vecinos.

Las residencias no son ni deben ser islas. Las personas mayores que viven en sus casas no pueden volver a permitirse perder sus recursos, dejar de acudir a los centros de día y dejar de utilizar los servicios que les permiten prevenir la dependencia y el deterioro físico y cognitivo: una de las causas más graves, después del propio Covid, en las personas mayores.

La responsabilidad es de toda la sociedad. No podemos hacerlo solos. Las familias y los profesionales estamos trabajando muy duro y empleando todas nuestras armas para luchar contra la Covid. Necesitamos que se pongan a nuestra disposición todos los recursos y conocimientos que tenemos. No tuvimos EPIS, ni mascarillas, ni guantes. Ahora sí tenemos vacunas. Comencemos a trabajar en la inoculación de la tercera dosis. 

Ahora son ellos, pero debemos pensar en que pronto seremos nosotros. ¿Qué servicios pretendemos recibir si ahora ignoramos la atención a los que la precisan?

Precisamente en CEAPs estamos trabajando en la I Cumbre del Baby Boom, que el 1 de octubre reunirá en Madrid a las personalidades más relevantes de los ámbitos de la salud, la gestión y la atención a nivel europeo para saber cómo queremos que sean los recursos del futuro.

Sin presente, no hay futuro. Así que no hay tiempo que perder.

*** Cinta Pascual es la presidenta del Círculo Empresarial de Atención a las Personas.

Ilustración: Tomás Serrano.

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