El presidente ruso, Vladímir Putin, y el líder norcoreano Kim Jong-un asisten a una ceremonia oficial de bienvenida durante su reunión en Pyongyang, Corea del Norte.

El presidente ruso, Vladímir Putin, y el líder norcoreano Kim Jong-un asisten a una ceremonia oficial de bienvenida durante su reunión en Pyongyang, Corea del Norte. EFE

LA TRIBUNA

Los desertores norcoreanos no deben ser devueltos a su país

Nadie debe ser repatriado por la fuerza a un país cuando existen motivos fundados para creer que correrá el riesgo de sufrir un daño irreparable a su regreso.

2 julio, 2024 02:14

Cuando Corea del Sur comenzó su presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente, convocó una reunión sobre la situación de los derechos humanos en la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte). La anterior se había celebrado en agosto de 2023.

El propósito de esta reunión fue llamar la atención sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte, sobre la amenaza a la paz y a la seguridad internacionales que supone el régimen norcoreano, y sobre los estrechos vínculos existentes entre la desnuclearización y los derechos humanos.

Cada vez son más evidentes los abusos de los derechos humanos por parte del régimen norcoreano. Corea del Norte, además, utiliza el trabajo forzoso en el extranjero para financiar su programa nuclear.

Kim Jong-un asiste a una prueba de un misil en una foto compartida por los medios estatales norcoreanos.

Kim Jong-un asiste a una prueba de un misil en una foto compartida por los medios estatales norcoreanos. Reuters

La situación de los derechos humanos en Corea del Norte ha estado en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU desde que su Comisión de Investigación sobre Derechos Humanos en Corea del Norte publicó un informe en 2014 que concluyó que el régimen norcoreano era responsable de violaciones sistemáticas y flagrantes de los derechos humanos, y que estos constituyen crímenes antihumanos.

A petición de la Asamblea General de la ONU, el Consejo de Seguridad de la ONU comenzó a discutir el tema todos los años hasta 2018, cuando el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el líder norcoreano, Kim Jong-un.

Una vez que Estados Unidos empezó a cambiar su postura en 2020, y después de varias reuniones informales, los miembros del Consejo pudieron llevar las discusiones hasta el Consejo de Seguridad.

"Los desertores norcoreanos repatriados forzosamente a Corea del Norte son sometidos a torturas, tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes"

El Consejo de Seguridad de la ONU ha discutido anteriormente muchas cuestiones de derechos humanos relacionadas con Corea del Norte, incluida la desnutrición, el trabajo forzoso y las desapariciones forzadas. Pero un asunto que ha sido motivo de grave preocupación es la repatriación forzada de desertores norcoreanos.

Se sabe que los desertores norcoreanos repatriados forzosamente a Corea del Norte son sometidos a torturas, tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes, y otras violaciones graves de los derechos humanos. Incluso pueden enfrentar duros castigos, como la pena de muerte, cuando se los considera traidores.

En consecuencia, tanto el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, como los representantes de Estados Unidos y el Reino Unido, instaron en el Consejo de Seguridad a todos los Estados a abstenerse de repatriar por la fuerza a ciudadanos norcoreanos y a brindarles la protección que necesitan.

La relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte, Elizabeth Salmon, también ha pedido a terceros países que se abstengan de repatriar a Corea del Norte a los desertores, cumpliendo con el principio de no devolución.

Dicho principio, que ha sido establecido en virtud del Derecho Internacional Consuetudinario y que es, por lo tanto, vinculante para todos los Estados, establece que nadie debe ser repatriado por la fuerza a un país cuando existen motivos fundados para creer que correrá el riesgo de sufrir un daño irreparable a su regreso, incluidas la persecución, la tortura, los malos tratos y otras violaciones graves de sus derechos.

Además, la relatora especial de la ONU ha hecho hincapié en la protección de las mujeres desertoras, ya que muchas de ellas han sido objeto de violencia de género, incluidas violaciones.

Las agencias de derechos humanos de la ONU también han abordado ampliamente la repatriación forzosa de los desertores norcoreanos. En enero de este año, Corea del Sur pidió por primera vez más protección para los desertores de Corea del Norte y solicitó a China, que actualmente pertenece al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, no repatriar a los desertores norcoreanos, cumpliendo con el principio de no devolución.

Esto surgió como respuesta a los informes de que China había repatriado a cientos de norcoreanos el 9 de octubre de 2023. Según grupos de la sociedad civil, China repatrió por la fuerza a cientos más en abril de este año.

Sobre la base de estos informes, expertos de la ONU entregaron una carta conjunta a China en julio de 2023 en la que planteban preocupaciones sobre el riesgo inminente de violaciones graves de los derechos humanos después de que los norcoreanos sean devueltos por la fuerza a su país.

"La ONU y muchos expertos en derechos humanos afirman que la aplicación del principio de no devolución no se limita a los refugiados, sino que se aplica a todas las personas independientemente de su estatus"

Pero China, en respuesta, argumenta que, si bien reconoce el principio de no devolución como parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, dicho principio no se aplica a estos norcoreanos, ya que se aplica sólo a los refugiados, tal y como se definen estos en la Convención de 1951.

China ha mantenido durante mucho tiempo la posición de que los desertores de Corea del Norte no son refugiados con temores fundado de ser perseguidos por razones políticas o religiosas, y de que, por lo tanto, deben ser reconocidos como inmigrantes ilegales que recalan en China por razones económicas.

No obstante, la ONU y muchos expertos en derechos humanos afirman que la aplicación del principio de no devolución no se limita a los refugiados, sino que se aplica a todas las personas independientemente de su estatus, siempre que haya motivos fundados para creer que el individuo estaría en riesgo de sufrir graves violaciones de los derechos humanos a su regreso.

Este principio se encuentra también en la Convención contra la Tortura y otros instrumentos de los derechos humanos, que son aplicables a todas las personas.

Sin embargo, dado que China no adopta este enfoque, es muy difícil brindar protección efectiva a los desertores norcoreanos. Como mínimo, China debería respetar la voluntad de los desertores de volver a Corea del Norte o de viajar a un tercer país para proteger sus derechos básicos.

Pero hay esperanzas de que China pueda reconsiderar su posición a medida que se vuelve más consciente de su reputación global y de la importancia de su historial de derechos humanos.

*** Seung-hyun Nam es profesora de la Academia Diplomática Nacional de Corea del Sur.

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