9 diciembre, 2023 02:55

Noche de juerga. Se trata de la fiesta preboda del torero Juan Ortega (33) y de la cardióloga Carmen Otte Alba (31) que tiene lugar el viernes 1 de diciembre por la noche en las Bodegas Almocadén en el céntrico barrio jerezano de Santiago, el mismo donde al día siguiente se celebra la boda en la Iglesia de Santiago. Los amigos más allegados de los novios se lo están pasando en grande y a tenor del semblante de los protagonistas no parece que nada turbe su felicidad. El lugar donde bailan, charlan y beben lo fundó José González Granado en 1915 en el antiguo asentamiento fenicio de Mesas de Asta, habitado desde finales del Neolítico, alrededor de 5.000 años a. C. Como era de esperar, la juerga se prolongó hasta la madrugada, pero la pareja protagonista supo retirarse a tiempo.

Todo parecía ir sobre ruedas. A las 12 de la mañana del 2 de diciembre estaba previsto celebrar la boda. Juan pernoctó en el hotel Tío Pepe, propiedad de las Bodegas González-Byass, donde también al día siguiente tendría lugar el convite para unas 500 personas, entre cuyos invitados se encontrarían Curro Romero (90) y Carmen Tello (68), Juan del Val (53), Morante de la Puebla (44) y Roca Rey (27), de quien se dijo que había sido pareja de Victoria Federica de Marichalar, sobre quien recientemente dijo que "la gente se ha confundido un poco con mi relación con ella. Nos reímos porque es un poco gracioso. Son cosas que pasan".

Carmen, por su parte, descansaba en el domicilio de sus padres en Jerez de la Frontera (Cádiz). Para aplacar los nervios del gran día hubo confidencias entre madre e hija. Mercedes, su progenitora, compartió anécdotas sobre su gran día y le dio algún que otro consejito para que pasara el mejor día de su vida. Al amanecer se pusieron en marcha para estar lo más guapas posibles. Para darse los últimos retoques fueron a la peluquería donde a ambas las tenían que peinar y maquillar de acorde al momento tan especial. Este proceso lo habían ensayado varias veces en las últimas semanas para que todo saliera a la perfección.

Cuando Carmen estaba tranquila frente al espejo sin perder detalle a la evolución de su cabello, sonó el teléfono. Era su novio. Lo que creía que iba a ser una conversación para aplacar esos nervios se convirtió en todo lo contrario. Juan le confesó sus dudas. Había optado por la opción de no casarse. La novia se quedó sin palabras. De repente, un sinfín de lágrimas empezaron a brotar. No entendía nada. Su madre no cesaba en preguntar qué pasaba, qué había ocurrido, para después encontrar un consuelo que nunca llegaba.

Se ha rumoreado que Juan y Carmen hablaron hace ya tiempo sobre la posibilidad de cancelar el enlace porque él se mostraba dubitativo a pesar de llevar juntos desde 2013, algo que ella achacó al vertido que suponía dar un paso tan importante porque ambos son muy católicos. Por eso, la joven intentó que recapacitara, que pusiera en orden sus pensamientos. Finalmente, el torero hizo la espantá más grande que se recuerda.

Juan Ortega junto a su cuadrilla.

Juan Ortega junto a su cuadrilla.

La primera persona a la que llamó para explicar todo lo que se le pasaba por la cabeza fue a su amigo el sacerdote Josep Maria Quintana, que saltó a la palestra rosa por ser uno de los confesores de cabecera de Tamara Falcó (42). También se comentó que el emisario de Dios le aconsejó que no se casara, pero este lo desmintió en el programa Y ahora Sonsoles al alegar que "Juan no me llamó para pedirme consejo, me llamó minutos antes de la boda para decirme que no se casaba sin darme más explicaciones". Como era de prever, el eclesiástico desmintió gran parte de las informaciones que se están vertiendo sobre el tema. "Él está muy afectado", zanjó.

[La drástica decisión del torero Juan Ortega de dejar plantada a su novia]

La huida 

En cuanto comunicó su decisión, el diestro puso pies en polvorosa. Uno de sus amigos asegura a EL ESPAÑOL | PORFOLIO que "se fue al piso que tenía alquilado en Sevilla con Carmen para coger sus cosas y, por lo último que sé, se encuentra en la finca de sus padres porque quiere que todo esto amaine. El revuelo que se ha formado es muy gordo". En la residencia familiar en Checa (Guadalajara), no está. Quien sí se ha traslado a un lugar mucho más tranquilo y apartado del ruido es Carmen, que hace varios días abandonó la casa de sus padres para trasladarse a la finca que el matrimonio que posee en Arcos (Cádiz).

Una hora y media antes del enlace la familia de la novia montó un operativo ante la cancelación sorpresa del enlace. A diferencia de Spencer Tracy en El padre de la novia (1950), en esta ocasión, Miguel Ángel Otte empezó a enviar WhatsApps y llamar a familiares y amigos cercanos para informar de que se cancelaba en enlace. Algunos de los invitados ya estaban en la puerta de la iglesia, otros estaban ataviados con sus galas a punto de salir de sus casas y los hoteles y otros estaban en los coches. Entre ellos, Curro Romero (90) y Carmen Tello (68). Durante varios días EL ESPAÑOL | PORFOLIO ha llamado a Carmen para que diera su versión de la historia, pero su móvil estaba apagado o salía el contestador. No devolvió las llamadas.

Otro de los invitados, Juan del Val (53), quiso defender en cierto sentido a su amigo al escribir en su perfil de Instagram que "hablamos sin saber, acusamos sin pruebas, juzgamos sin información y condenamos inventándonos el delito... Exigimos una explicación sin fisuras, la obligación de que las cosas siempre cuadren, esa necesidad de que en la vida dos más dos siempre sean cuatro... La mayoría de comentarios de este post serán una buena prueba de lo que digo". Al escritor le une una estrecha amistad con Ortega, a quien ha llegado a sacar a hombros por la puerta grande de la plaza de Jaén.

Mercedes, hermana de la novia, echó una mano como pudo. "Es algo mayor que su hermana, cariñosa y protectora. Se llevan muy bien. Por ella hace lo que haga falta", afirman varios familiares de ellas. Desde el primer momento, consoló a su hermana, pero también echó una mano a su progenitor porque lo que se venía encima era tremendo. Mercedes prefirió quedarse a solas con su hermana y su madre para ir mitigando el dolor después de haber llamado a varios amigos para que acudieran a la puerta de la iglesia para ir informando que el enlace se cancelaba. "No nos lo podíamos creer. Con lo bonito que lo estaban poniendo todo. Teníamos ganas de ver al maestro Curro", asegura a nuestro medio uno de los vecinos del barrio de Santiago que, al igual que otros, tenía preparada la cámara del móvil para inmortalizar el evento y, de paso, hacerse algún selfie con los famosos.

Hay que dejar constancia que ni los novios ni sus familiares más allegados han emitido ningún comunicado ni se han pronunciado públicamente sobre los hechos. Ante la falta de noticias oficiales, lo verosímil ha ido apareciendo en la última semana para construir un relato digno de los culebrones de los años 80. Para avivar la trama, varios colaboradores de programas de televisión han soltado algunas perlas que harían cambiar el rumbo que estaba adquiriendo la historia.

Por ejemplo, Omar Suárez dijo en Fiesta que "una persona del pasado, que nunca se habría ido, podría haber impedido la boda", lo que pondría de manifiesto que lo que se dijo al principio de que no había terceras personas podría quedar en entredicho. Antonio Rossi aseguraba en TardeAR que la madre de la novia llamó a su consuegra porque unos días antes le había prestado una peineta de carey que casaba muy bien con su vestido. Al periodista le llegó la información de que Mercedes dijo que "ve quitándotela y me la devuelves porque tu hijo acaba de dejar plantada a mi hija y sin boda".

Juan Ortega y Juan del Val en la presentación de su corrida en Las Ventas.

Juan Ortega y Juan del Val en la presentación de su corrida en Las Ventas.

Leticia Requejo, también en TardeAR, manifestaba que "hace un año empiezan los primeros desencuentros entre la familia política de Juan porque consideran que está tardando mucho en pedir matrimonio a esta chica, el punto de inflexión más importante es hace un mes, a principios de noviembre". Es en el programa que presenta Ana Rosa Quintana (67) donde se desveló lo que supuestamente habría sido un intercambio de mensajes entre Miguel Ángel Otte y su ‘yerno’ Juan Ortega. El primero habría escrito "no querrás tanto a nuestra hija cuando has tardado tanto en pedirle matrimonio", a lo que que el torero habría respondido "¿cómo? Pero si al final habéis conseguido lo que queríais. Que nos casemos cuando habéis querido y como habéis querido".

Ante semejante bomba, una amiga de los familiares de la novia por vía materna, que incluso llegó a coincidir con Carmen en una fiesta de fin de año, ha declarado a EL ESPAÑOL | PORFOLIO que "conociendo al padre que tiene una educación exquisita y siempre ha destacado por tener un perfil social bajo me parece inconcebible que haya podido decir eso. No le pega. Pongo la mano en el fuego porque así ha sido". Esta misma fuente nos ha explicado por activa y por pasiva que Mercedes Alba, madre de Carmen Otte, "ha prohibido y pedido encarecidamente que no se filtre nada a la prensa porque están pasando por momentos muy dolorosos".

Para hacernos una idea de cómo es interiormente Juan Ortega, el escritor Josep Guixà, que hace poco publicó Balañá. El mayor espectáculo del mundo, donde construía una semblanza al empresario dueño de las mejores plazas de toros de España, ha reflexionado a EL ESPAÑOL | PORFOLIO que "es un tío muy místico porque cuando conoció a quien es su actual apoderado, Pepe Luis Vargas, que había sido un buen torero, se fueron a rezar para ver si habían tomado la decisión acertada. Y de esa oración surgió que le apoderase Pepe Luis" y, además, piensa que es un tipo muy "honesto y puro por lo que la familia política debió pensar que lo del toreo era una chaladura momentánea, que sería un niño bien que al cabo de poco tiempo lo dejaría. Y lo que les ha fastidiado es que su carrera ha ido progresando y actualmente está como figura. Quizás él quería consolidarse un par o tres de años más como gran figura porque esta profesión es muy absorbente y el timing no coincidía con la familia y la novia. Más que si la quiere o no, tiene que ver más con que después de la pandemia ha ido subiendo en el escalafón. Por eso el noviazgo ha sido tan largo, porque se pensaban que Juan dejaría la profesión. Y como es ingeniero agrónomo pues…".

Carmen ha sido un ejemplo en su familia. Desde siempre fue una estudiante modelo que se enfadaba consigo misma si sacaba solo un 9,5, por lo que batalla continuamente para conseguir el diez. Su familia está muy bien posicionada en la hierática sociedad andaluza ya que por sus venas corre sangre de los Bohórquez, familia de ganaderos y terratenientes originarios Bornos (Cádiz) que aún están posicionados entre las 150 familias más ricas de España según la lista Forbes. Junto a ellos siempre aparecen los Masaveu Mora-Figueroa (latifundistas), los Martínez Cosentino (Silestone) o los Osborne (bodegas). Desde hace más de un siglo, un evento social no aparecía en las crónicas sociales si no acudían alguno de los Bohórquez, como cuando a María Jesús del Pino Bohórquez -abuela de la novia- le coronaron reina de la vendimia porque su belleza era una de las más codiciadas del momento.

Hasta septiembre del año pasado, la familia paterna de Carmen había sido propietaria durante 136 años de la bodega jerezana Cayetano del Pino y CIA S.A., famosa por sus caldos Amontillados y Palos Cortados. Cuando Cayetano del Pino Vázquez la fundó en 1886 había puesto la primera semilla para un camino lleno de éxitos ya que en 1897, el rey Alfonso XIII la anotó como una de las bodegas a tener en cuenta junto a González Byass y Domecq. La elaboración y crianza de vinos ha proporcionado a las siguientes generaciones prestigio y una abultada cuenta corriente. Desde 1962 hasta la venta de la empresa, la rama familiar de los Pino Bohórquez asumió la dirección.