Aunque Nicolas Cage es famoso por su propia carrera cinematográfica, su documentación lo relaciona con el apellido Coppola, la familia que recibió nada menos que 23 nominaciones al Oscar. Muy pocos saben que realmente él es primo de Sofia Coppola, sobrino de Francis Ford Coppola y nieto del músico, Carmine Coppola, que compuso la música de El Padrino. Es un Coppola más. Nicola Cage se llama en realidad Nicolas Kim Coppola.
Pero tras ganar un Oscar en 1996 con Leaving Las Vegas, Cage también demostró que nunca necesitó de la familia para conseguir la fama. La base de datos de internet IMDB refleja que el actor ha tenido más de 100 papeles, incluyendo siete diferentes en este mismo año.
Por ejemplo, la superproducción Flash, donde apareció como Superman, la menos popular El Último Objetivo (The Retirement Plan), o la nueva comedia Dream Scenario, que tanto tiene que ver con el tema de la fama y la popularidad, como un sueño… o una pesadilla.
Pregunta.- ¿Por qué decidió llamarse Nicolas Cage pese a tener un apellido tan famoso como Coppola? ¿Fue una forma de esconder que era el sobrino de Francis Ford Coppola, además de ser el nieto del músico, Carmine Coppola, que compuso la música de El Padrino?
Respuesta.- La verdad, nunca me fijé en lo que pasaba en mi familia. El Padrino se estrenó en 1972, así que sólo tenía ocho años. Es una película bastante fuerte como para verla con ocho años.
P.- ¿En qué momento decidió cambiarse el nombre de Nicolas Coppola a Nicolas Cage?
R.- Yo estaba en el instituto cuando me contrataron para mi primer trabajo como actor. Y cuando conseguí representante, cambié ni nombre a Cage en privado. Nadie en mi familia lo sabía y es algo que me hizo sentir totalmente libre, sin tener el peso de la gente preguntándome por Francis Ford Coppola. Así fue como realmente empezó todo.
P.- ¿El mundo del cine no estaba escrito en su destino con el verdadero nombre de Nicolas Coppola?
R.- Al principio, el cine tampoco me importaba demasiado. Me llamaba más la televisión. En casa teníamos un viejo televisor Zenith y al volver del cole iba corriendo a mi casa para ver la tele. A los seis años, incluso me parecía mucho más interesante la gente que aparecía en la tele que las personas que vivían conmigo. Yo quería entrar a esa caja de televisión. Aquel sentimiento debe haber sido el primer deseo que tuve de ser actor. Yo quería ser como Charles Bronson o Sean Connery en Agente 007 contra el Dr. No. También estaba loco por Jerry Lewis. Ellos fueron mis primeros referentes.
P.- ¿Cómo se convirtió en una estrella de cine, en vez de una estrella de la televisión?
R.- Conseguí mi primer trabajo como actor para un episodio piloto de la serie Best of Times que nunca llegó a emitirse en televisión. Y en aquel entonces, había una sala de cine en Los Ángeles llamada New Beverly Cinema, donde mostraban producciones maravillosas con genios como Marlon Brando, con dos funciones de Un tranvía llamado Deseo y La ley del silencio, que fueron otra total inspiración.
También ponían otros dos clásicos de James Dean, Rebelde sin causa y Al este del Edén. Recuerdo el momento en el que James Dean trataba de darle el mejor regalo al padre que ni siquiera lo aceptaba. Parecía tan real que me sentí mal por él y me puse a llorar en el cine. En aquel momento, nada me había afectado a ese nivel. Ni una sinfonía, ni una pintura o una canción de rock, nada. Y ahí entendí el poder del cine, como podía afectar a la gente y pensé “Eso es lo que yo quiero hacer”.
P.- ¿El Oscar al Mejor Actor que ganó con Leaving Las Vegas cambió en algo su vida?
R.- El camino que elegí en el mundo del cine es bastante variado. Después de Leaving Las Vegas, me criticaron mucho por cambiar el estilo de Con Air o La roca. Pero es lo que a mí me gustaba.
P.- ¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de las noches de los premios Oscar?
R.- El más gracioso ocurrió una noche en la que fui a los Oscar con Jack Nicholson. Él estaba nominado por A propósito de Schmidt y yo por Adaptation (El ladrón de orquídeas), pero fuimos juntos. En un momento le dije: “Jack, interpretaste genial al Joker, pero si lo hubiera hecho yo, lo hubiera interpretado como si fuera gay”. Y cuando me preguntó por qué, le dije: “Porque obviamente, él estaba enamorado de Batman” (Risas).
P.- ¿Hasta qué punto se vuelve en pesadilla el sueño de la fama con la presión de tener que estrenar siempre un nuevo éxito en el cine?
R.- Mi padre era profesor universitario y yo crecí viendo las presiones que él tenía en la universidad, donde no sabía si iba a poder mantener su trabajo si los estudiantes se le ponían en contra. Es algo que siempre tuve en mente y fue una gran influencia en mi propia vida, porque el tema de la fama es como una gran apuesta en el casino, donde a veces ganas y te sientes en la cima del mundo, pero a veces pierdes y se vuelve en tu contra. Y perder duele mucho más que ganar.
Lo triste es que en el cine, mi personaje de Paul en Dream Scenario no tiene el menor interés de ser una estrella de cine. Sólo quiere publicar su libro y tener una vida tranquila, con su familia. Siento que es algo que hoy le puede pasar a cualquiera, donde la cámara de un teléfono te puede convertir en famoso de la noche a la mañana, simplemente por un vídeo que se haga viral.
P.- ¿Cómo reacciona cuando alguno de sus vídeos se vuelven virales?
R.- Debo haber sido el primer actor que se despertó una mañana viendo el montaje de diferentes escenas mías de alguien que las había subido a Internet con el título “Nicolas Cage se volvió loco”. Aquel vídeo se había vuelto viral de la noche a la mañana con algo que fue creciendo y creciendo. Nunca lo pude parar, legalmente, hasta que pensé: “Tengo que aprovecharlo en algún momento, en el cine”. Y cuando leí el guion de Dream Scenario, me pareció que algo así podía valer oro para mi personaje de Paul.
P.- ¿Cómo surgió la idea de una historia donde miles de personas comparten un mismo sueño en Dream Scenario?
R.- Al director Kristoffer Borgli se le había ocurrido después de ver unas personas a las que se las habían acusado de ciertos crímenes que habían sido pura fabricación de la mente de otras personas. De ahí surgió la idea de las consecuencias que pueda tener la vida real si algo pasa puramente en un sueño, teniendo en cuenta que al contar lo que soñamos puede resultar algo muy tonto o ridículo, pero al momento de soñarlo todo te parece muy lógico.
P.- ¿Se imagina ganar otro Oscar por una película como Dream Scenario?
R.- Bueno, el único parecido entre Dream Scenario y Leaving Las Vegas es que las dos películas se han grabado en 16 milímetros. ¿No es increíble? Desde Leaving Las Vegas no grababa algo en 16 milímetros. Y te voy a decir algo: hace 45 años que vengo haciendo esto y en 45 años te diría que sólo he leído cinco guiones de cine que me parecieron lo suficientemente importantes como para interpretarlos como actor. Fueron Leaving Las Vegas, Arizona Baby, Besos de vampiro, Adaptation (El ladrón de orquídeas) y Dream Scenario.
P.- ¿Nos pueda llamar la atención algo en particular cuando le veamos en la película?
R.- Las escenas que se ven en la realidad de la historia y la versión del sueño... es algo para prestar atención, porque al verla te vas a dar cuenta de que en el sueño faltan algunos detalles, donde en los libros de la escena real tienen títulos verdaderos, pero en el sueño hay libros falsos, sin títulos. En los sueños escondieron ciertas cosas para que desaparecieran en la oscuridad, donde no pudieras darte cuenta si es real. La escena del terremoto fue fantástica. Fue espectacular grabarla, como si cobrara vida una superproducción. Y también me encantó la escena en el dormitorio de mi hija, donde pensamos lo peor que podía llegar a pasar y se nos ocurrió aparecer de golpe con una marcha desde el armario de la habitación. Eso fue muy extraño (Risas).
P.- ¿Llegaron a incluir en la historia algún sueño que haya tenido en la realidad?
R.- Me acuerdo de que yo había tenido un sueño muy extraño sobre mi abuelo Bob Vogelsang diciendo que él estaba en su silla cuando yo tenía cinco años... y estando yo sentado en un sillón enfrente de él, me miró y sonriendo, uno de sus dedos empezó a crecer y crecer hasta tocar mi estómago como un shock eléctrico. Y tratamos de meterlo... fue divertido.
P.- ¿La fama le permite hacer los cambios que quiera con un guion de cine?
R.- Es algo que sólo pude hacer en Corazón salvaje, porque había sido una producción de cine que fue evolucionando durante el rodaje. El producto final no era igual en las páginas del guion original. En cambio, el guion de Dream Scenario me pareció perfecto cuando lo recibí, no quise cambiarle nada. Y cuando conocí al autor, que además es el director, Kristoffer Borgli, me pareció que tenía la mitad de mi edad pero el doble de inteligencia. Yo tampoco me creo un estúpido, pero sentí que tenía que darle el control remoto de mi coche para que él tocara los botones y me dediqué a hacer lo que él me pidiera, porque esta era su visión y me pareció una visión perfecta desde el momento que leí el guion.
P.- Durante la época del Batman de Tim Burton le ofrecieron interpretar a Superman en una versión que iba a realizar él mismo, pero hasta este año, con Flash, no le vimos con el traje de Superman haciendo realidad aquel frustrado ofrecimiento. ¿Tiene algún otro personaje que no haya podido interpretar quedando como un sueño incumplido?
R.- Siempre quise grabar una película basada en un libro de Jack London llamado El lobo de mar. Casi estuve a punto de grabarla con Ron Howard, pero después no la hizo, porque prefirió hacer El Grinch con Jim Carrey. También quise contar la historia de Milt Larsen y el Magic Castle de Hollywood... y como crecí viendo Moby Dick alguna vez imaginé interpretar al capitán. Supongo que son los únicos sueños que nunca llegué a cumplir.