El pálido pasillo que conduce hacia los consultorios y laboratorios de Podoactiva está custodiado por las rúbricas de Iker Casillas, de Sergio Ramos, de Álvaro Morata; un sinfín de camisetas trasudadas por ilustres deportistas expuestas como sudarios de culto que observan a los curiosos tras las vitrinas. Las firmas siempre son de agradecimiento. "Con cariño, al doctor Víctor Alfaro". "Atentamente, al doctor Javier Alfaro". Un rostro conocido engalanado en una bata grisácea saluda amablemente mientras se dispone a llamar al próximo paciente. Es Jesús Ángel García Bragado, leyenda del atletismo español, hoy reciclado en podólogo de esta casa. El olímpico y excampeón del mundo se esconde tras una puerta corredera que da a un gigantesco pabellón azul donde Javier, el hermano pequeño de los Alfaro, pasa consulta a un hombre que padece una grave malformación en el tobillo, probablemente por culpa de la polio.
Su hermano, Víctor Alfaro, cofundador y director general de la empresa, se acerca sigiloso por el 'sagrado' pasillo de las camisetas firmadas. Acaba de llegar a Huesca de un AVE procedente de Atocha. Al ser el podólogo oficial del Real Madrid, viaja al menos dos veces a la semana a la capital, donde aprovecha para ver a sus pacientes. Pero su casa, su familia y una parte importante de su equipo están aquí.
"En esta sala es donde desarrollamos y testamos todas las tecnologías que exportamos a nuestras clínicas", explica a modo de bienvenida, señalando el pabellón donde el anciano que antes cojeaba ahora camina con total normalidad. El milagro de las plantillas. "Se trata del laboratorio más equipado de España para medir el movimiento: hay plataformas de fuerza, de presión, de termografía, tenemos cámaras de detección de movimiento, y detrás hasta hay una pista de atletismo con el mismo suelo que se va a montar este año en los Juegos Olímpicos. Allí estaremos".
Podoactiva se encuentra en el Parque Tecnológico Walqa, donde los hermanos Alfaro cuentan con dos naves que suman 10.000 metros cuadrados de laboratorios I+D, oficinas y modernas fábricas robotizadas atestadas de impresoras 3D, chorreadoras y robots automatizados con los que fabrican su producto estrella: 55.000 pares de plantillas personalizadas al año. Unas instalaciones de vanguardia que nada tienen que envidiar a aquel taller artesanal en el que, en 2005, comenzaron su aventura empresarial. "Esto empezó en el garaje de debajo de casa de mis padres, donde usábamos el motor de una vieja nevera para hacer el vacío y adaptar las plantillas contra los moldes de escayola", ríe Alfaro mientras conduce a EL ESPAÑOL | Porfolio al corazón de su compañía.
En poco menos de veinte años, explica el doctor, él y su hermano han adquirido y desarrollado tal conocimiento sobre el pie y la pisada que ya suman 38 clínicas, todas dependiente de ellos, sin franquicias, y 170 unidades hospitalarias privadas. Es decir, sus podólogos están integrados en los equipos médicos de hospitales o clínicas como la madrileña Olympia de QuirónSalud. Fuera de España han abierto centros en Reino Unido (1), México (2), Andorra (1) e Italia (1) y preparan uno nuevo en Brasil junto a Marcelo, donde además pretenden establecer su segunda fábrica de producción de plantillas para abrir una nueva línea de negocio en América Latina, donde ya disponen de 20 unidades donde se realizan sus tratamientos.
Su crecimiento ha sido exponencial: en 2018 facturaban 9 millones de euros. Hoy rebasan los 20 millones. Para alcanzar tal dimensión, los Alfaro se han apoyado, esencialmente, en el conocimiento. La biomecánica y el uso de la Inteligencia Artificial forman parte de la receta del éxito de Podoactiva, tanto como contar con los mejores podólogos de España y de un escuadrón de biotecnólogos, diseñadores 3D e ingenieros mecánicos.
Alfaro se enorgullece de que la mitad de los 360 empleados que suma su empresa sean podólogos y, la otra mitad, científicos, ingenieros, biotecnólogos y técnicos. En Podoactiva, obsta decir, no sólo diseñan plantillas, sino que riegan los papers internacionales de I+D y patentan revolucionarios aparatos tecnológicos que se exportan a todo el mundo. Ese know how to do es lo que les ha llevado a ser los proveedores oficiales de más de 6.000 deportistas de élite y a recibir, de manos de Felipe VI y la reina Letizia, el Premio Nacional a las Artes y las Ciencias aplicadas al Deporte en 2023.
"Es cierto que trabajamos para más deportistas que nadie en nuestro sector, pero eso supone sólo el 40% de nuestro negocio. El resto son clientes normales, como tú o como yo. Nuestras plantillas se hacen exactamente igual para un deportista de élite que para un estudiante de Huesca. El deporte nos ha servido para testar nuestro producto al máximo nivel. Si lo validas ahí, vale para todo", asegura Víctor Alfaro mientras abre las puertas de una estancia en la que flota un tenue olor a cola y que está atestada de máquinas. Allí, todas las mañanas, una línea de producción robotizada distribuye entre una veintena de operarios decenas de bandejitas metálicas con plantillas impresas que son revisadas y pulidas.
"Esto es una fábrica de prototipos robotizada que nosotros mismos hemos programado. Eso [señala unas máquinas gigantes] son impresoras 3D de fabricación aditiva; detrás hay unos 'congeladores', carros donde se meten las plantillas imprimidas. Fabricamos entre 200 y 300 al día. Están hechas de un tipo de aleación especial basada en polipropileno con unos aditivos [secretos] que sólo usamos nosotros. Las impresoras tardan 11 horas en imprimir y luego las plantillas se enfrían durante 22 horas. Todo el polvo sobrante se reutiliza, así que podemos decir que somos residuo cero. A lo largo de nuestra historia habremos producido un millón de pares".
Parece descabellado pensar que un día todo esto fue un pequeño obraje casi clandestino. "Antes lo hacíamos de forma artesanal, pero sabíamos que el conocimiento es lo que nos haría evolucionar. Nuestro punto y aparte fue desarrollar y patentar un escaner, el 3D Scan Sport Podoactiva, y crear un centro de mecanizado para las plantillas. Nos mudamos a Walqa en 2010. Mientras, digitalizamos todo lo que hacíamos, gracias a lo cual hoy tenemos la base de datos más grande del mundo de pies escaneados en 3D: 1.200.000".
Gracias a ese espíritu visionario, cuando un paciente acude a una de las clínicas Podoactiva, el podólogo cruza su caso con el histórico y una IA facilita la identificación de la patología y su posible tratamiento. Sólo en cuestión de segundos. "Estamos dando a nuestros podólogos una mochila de experiencia de 200 años laborales".
Sin embargo, aunque sea su producto más reconocido y solicitado, los hermanos Alfaro no sólo se dedican a fabricar plantillas. Su equipo, a través del vertical Younext Healthcare, trabaja en una nueva línea de sillines personalizados asimétricos para ciclistas, diseñan y personalizan espinilleras y fabrican férulas de mano para esquiadores o sandalias con plantillas ya integradas en el producto final; futbolistas como Sergio Ramos, Diego López o Antonio Rüdiger han salido al campo de juego con el rostro protegido por sus máscaras de protección de fibra de carbono.
Dos, incide Alfaro, han sido sus proyectos estrella, aquellos que han revolucionado el mercado y los que han convertido a Podoactiva en líder indiscutible del pie: el mencionado escáner 3D, que ha "marcado la gran diferencia frente a los competidores de todo el mundo", y el software de Podoactiva que analiza los datos recogidos y procesados por unas unidades de medición inercial (IMUs) que miden el movimiento de sus pacientes.
Estos últimos, los IMUs, son una serie de sensores o dispositivos del tamaño de un Apple Watch que se colocan en puntos estratégicos del cuerpo: el pie, el fémur, la tibia, la cadera. Son tan pequeños que han conseguido insertarlos dentro de los zapatos de sus clientes. Por eso ya han bautizado sus plantillas con el sobrenombre de 'inteligentes'. Estas plantillas inteligentes pueden medir la pisada y detectar con una fiabilidad cercana al 100% la flexoextensión del pie, la pronación o el impacto que recibe este al caminar; son capaces de calcular la cinemática espacio-temporal y la potencia que genera cada una de las piernas al moverse.
"Son elementos clave para analizar, por ejemplo, cómo un deportista se recupera de una lesión". Además, tiene aplicaciones prácticas para estudiar los casos de personas con problemas de movilidad o que sufren las consecuencias del párkinson o el Alzheimer. "Los IMUs miden cómo te mueves al caminar. Si das el acceso a los datos de nuestra nube a un neurólogo, este puede saber cómo afecta la medicación a un paciente en base a su pisada".
Sin embargo, el proyecto más ambicioso en el que está embarcado Podoactiva cuesta un millón de euros, está respaldado por el ministerio de Ciencia e Innovación a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y responde al nombre de Sportech. La iniciativa consiste en crear un gigantesco campo de fútbol, una pista de atletismo y otra de pádel bajo las cuales corre una red de fibra óptica de 70 kilómetros. La biotecnóloga Marina Azpíroz, una de las personas involucradas en el desarrollo de este "laboratorio de biomecánica outdoor", adelanta que se tratará de un sistema único en el mundo que recogerá información cada vez que una persona, o un equipo completo, pise el suelo.
"Cuando el atleta ponga el pie sobre el pavimento se generará una deformación que podremos traducir a parámetros biomecánicos. El deportista no tendrá que estar sensorizado, lo que evitará pérdidas de conexión o potenciales interferencias. Donde pise, los sensores recogerán toda la información. La idea es traer a gente aquí [Sportech se desarrollará en el propio parque tecnológico], probarlo y exportar la tecnología a centros de alto rendimiento, porque no existe nada igual en todo el planeta".
La biomecánica del éxito
Víctor Alfaro no esconde los nombres de sus clientes. Él es el podólogo oficial del Real Madrid y su hermano Javier, de la Selección Española, la Roja. Podoactiva también es proveedor oficial de servicios podológicos para el Atlético de Madrid, el Villarreal, el Celta, el Valencia, el Valladolid, el Zaragoza o el Huesca, así como del Leeds United o el Leicester City. Su equipo es, además, colaborador oficial de los Juegos Paralímpicos y, desde las anteriores olimpiadas, su logo luce entre los equipos españoles de los Juegos Olímpicos.
"Al Real Madrid le presentamos el proyecto hace 15 años. Trabajo con ellos desde entonces. Después, empezamos con la Selección Española y el resto de equipos. Tenemos un podólogo en muchos de ellos. Nuestro siguiente objetivo es dar el salto a las ligas deportivas de Estados Unidos. Aunque primero debemos terminar aquel proyecto junto a Marcelo en Brasil. Creo que va a funcionar, porque estamos en nuestro mejor momento en cuanto a experiencia y aplicación de nuevas tecnologías se refiere. Nos sentimos preparados para poder tener éxito en otros mercados en los que poder poner en práctica todo lo aprendido durante todos estos años".
"Nuestra filosofía consiste en estudiar cómo a una persona le puede estar repercutiendo su pisada en una lesión presente o futura, no sólo en el pie, sino en la rodilla, en la cadera o en la columna. Analizar el movimiento, minimizar las potenciales lesiones o mejorar las preexistentes. La gente no es verdaderamente consciente de cómo la forma de pisar puede condicionarlo todo, desde dolores de rodilla y de cadera hasta de cabeza y de gemelos".
Más de un millón de personas ya cuentan con una de las plantillas personalizadas de Podoactivas. "A mí me han cambiado la vida", confiesa el paciente con polio que trataba Javier Alfaro al salir de la consulta. Por un precio que apenas supera los 250 € y que incluye la exploración, el escaneado de la pisada, las plantillas personalizadas y el seguimiento del paciente con varias revisiones médicas durante un año, Podoactiva se ha erigido, por derecho propio, en el líder indiscutible de la podología en España.