Un vecino del municipio de Miño lleva tres días en huelga de hambre frente a la Delegación de Gobierno en A Coruña por los retrasos en recibir una licencia de obra que le permita construir una vivienda en la localidad. Denuncia los impedimentos burocráticos del Ayuntamiento y el silencio administrativo.

Miguel Anxo Abraira lleva tres días haciendo huelga de hambre frente al edificio de la Delegación en la Plaza de Ourense de A Coruña. Su objetivo es lograr activar una licencia municipal de obra que solicitó en 2019 para la construcción de una vivienda "que quedou no caixón do olvido", lamenta. Un asunto por el que recurrió a la Valedora do Pobo.

El miñense, que es portavoz del colectivo LiGanDo, explica que después de lograr reactivar el proceso la administración le requirió nueva documentación que él aportó sin obtener respuesta. Ese fue el "detonante", señala, que le ha llevado a ponerse en huelga de hambre.

Respecto a su estado, Abraira dice sentirse bien de momento "e moi forte", en parte porque "xa tiña feitos alguns xaxúns… aínda que non sexa o mesmo". No obstante, explica que por las noches está yendo a dormir a casa porque el Ayuntamiento no le permite situar una tienda de campaña: "O venres instaleina e a alcaldesa madoume a Policía Local a avisarme que ía multarme con 900 euros diarios se non a quitaba", cuenta.

Pese a todo, asegura que seguirá en la calle hasta obtener una respuesta satisfactoria y ya hay convocada una concentración frente a la Delegación el sábado a las 20.00 horas.

"A documentación é defectuosa"

Desde el Concello de Miño explican que Abraira efectivamente solicitó una licencia en el 2019 para construir una vivienda, pero lo hizo de de forma simultánea a otra petición para la segregación de la parcela en la que se iba a situar ese inmueble, y por tanto consideran que era "imposible" conceder la licencia hasta tener el suelo.

Posteriormente, relata el órgano, cuando se solucionó el asuntó de la segregación y fue retomada la tramitación de la vivienda se comprobó que "a documentación aportada polo técnico" resultaba "incompleta e defectuosa".

En ese sentido, el consistorio defiende que no existe trato ni "favorable ni desfavorable" hacia Abraira, y que la documentación que ha aportado posteriormente "segue a ser incompleta e defectuosa", por lo que la tramitación está siendo larga "pero non polas causas que el esgrime ou imaxina".