Audiencia de A Coruña, donde se celebra el juicio de Samuel.

Audiencia de A Coruña, donde se celebra el juicio de Samuel. Quincemil

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Condenan a una familia por vender droga en su pizzería y otros puntos de A Coruña

Los integrantes del clan han sido condenados a penas de entre dos y cinco años de cárcel

Más información: Piden entre 5 y 13 años de cárcel para el clan familiar dedicado al narcotráfico en A Coruña

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Cuatro hombres integrantes de un clan familiar que vendía droga en A Coruña han sido condenados a penas de entre dos y cinco años de cárcel y al pago de multas de entre 45.000 y 150.000 euros. Así lo ha fijado la sección segunda de la Audiencia Provincial coruñesa en un juicio este miércoles.

Previamente, la Fiscalía pedía penas de entre 5 y 13 años de cárcel y multas de 90.000 a 253.000 euros por un delito contra la salud pública. Finalmente, la pena ha sido menor, al haberse acordado una rebaja de la condena para los acusados por haber reconocido los hechos.

Además, durante la vista, el Ministerio Público retiró la acusación a una quinta persona, una mujer que estaba investigada por los mismos hechos.

Según informa Europa Press, los cuatro procesados han sido condenados a un año de prisión por integración en grupo criminal. Además, a dos de ellos se les ha impuesto una pena de cuatro años por tráfico de drogas y una multa de 150.000 euros y a los otros dos, un año de cárcel y el pago de 45.000 euros. La sentencia ha sido declarada firme.

Venta en distintos puntos de A Coruña y en una pizzería

La investigación del Grupo de Estupefacientes de la UDYCO de A Coruña sobre este clan familiar comenzó a raíz de quejas ciudadanas que indicaban que se estaban produciendo actividades de tráfico de droga en distintos puntos de la ciudad.

Gracias a establecer puntos de vigilancia e intervenir teléfonos, los agentes identificaron a cinco personas —un tío y su sobrino, dos hermanastros del primero y su expareja— que actuaban tanto de forma individual como conjunta.

De manera coordinada, se dedicaban al tráfico de estupefacientes con funciones diferenciadas entre cada uno de los miembros.

Los toxicómanos acudían a los domicilios y también al negocio de los investigados, una pizzería, para comprar dosis o bien lo hacían en puntos convenidos telefónicamente con los investigados, que también cruzaban llamadas en relación a los estupefacientes.

Los hechos se produjeron en cuatro puntos de la ciudad ubicados en un radio aproximado de 200 metros, entre ellos la pizzería regentada por los principales acusados.