La Ley de Segunda Oportunidad actúa en estos casos.

La Ley de Segunda Oportunidad actúa en estos casos. Shutterstock

Barbanza

Un vecino de Boiro cancela una deuda de 162.000 euros: "Apenas cubría la hipoteca y la alimentación"

El concursado, con un salario mensual de 1.000 euros, solicitó una hipoteca y acabó cayendo en una situación de sobreendeudamiento  

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Un vecino de Boiro (A Coruña) ha logrado la cancelación de una deuda que ascendía a 162.635 euros a través de la Ley de Segunda Oportunidad y con un salario de 1.000 eurosEl caso lo ha tramitado Repara tu Deuda Abogados, especializado en la Ley de Segunda Oportunidad.

"Su insolvencia se originó en el momento en el que el deudor decidió adquirir un piso junto a un compañero, aún cobrando apenas 1.000 euros mensuales". Esto hizo que se viera en la necesidad de "solicitar algunos créditos y, de esta manera, ir cubriendo todos sus gastos mensuales. Con su salario apenas cubría la hipoteca y la alimentación", señalan desde Repara tu Deuda Abogados.

Además, a estos gastos se le sumaba otros como la gasolina y el mantenimiento de su vehículo, "el cual era estrictamente necesario para acudir a su puesto de trabajo". Todo ello hizo que el deudor cayera en una "situación de sobreendeudamiento a la que no podía hacer frente", relatan. 

Los profesionales de Repara tu Deuda Abogados lograron que el juez concediera la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI), con lo que se ha cancelado la deuda de 162.635 euros a la que no podía hacer frente.

Tal y como recuerdan desde el despacho de abogados, desde su fundación en septiembre de 2015 han logrado ayudar a numerosos particulares y autónomos que han logrado salir del estado de insolvencia en el que se encontraban, "superando ya la cifra de 320 millones de euros exonerados a personas que proceden de las diferentes comunidades autónomas de España", destacan. 

La Ley de la Segunda Oportunidad permite tanto a particulares como a autónomos quedar liberados del pago de sus deudas si cumplen una serie de requisitos básicos: estar en estado actual o inminente de insolvencia, no ser condenado por delitos de orden socioeconómico en los diez últimos años y actuar en todo momento de buena fe, sin ocultar bienes ni ingresos.