Wilmer es un padre de familia que, junto con otras casi 400.000 personas, llegó a España procedente de Venezuela en los últimos años. Motivado por ofrecer una mejor vida a sus hijos, dejó su tierra para afincarse en Galicia, más concretamente en A Estrada (Pontevedra). Farmacéutico de profesión, ha trabajando en grandes empresas como Bayer, Pfizer Grünenthal o Sanofi antes de llegar a España, donde su trayectoria se vio algo frenada.

Nos cuenta Olga, su mujer, que ya llevaban tiempo barajando la idea de emigrar a España (ella es gallega) pero que hubo un claro detonante: "En 2018 intentaron secuestrar a nuestra hija María y fue cuando tomamos la decisión", explica, "decidimos dejar a parte de la familia, nuestra casa, comodidades, trabajo… toda nuestra vida, para darle a nuestros hijos María y Gabriel la tranquilidad y seguridad de un futuro más estable".

Olga y Wilmer, que en noviembre cumplirán 40 años de casados.

En Galicia encontraron un trocito de paraíso, tranquilo y lleno de buena gente, en el que establecerse. Pero hace unas semanas Wilmer tuvo que regresar a Venezuela para solucionar ciertos trámites burocráticos y para visitar a la familia que se quedó allí. "No quedaba nada para que volviese, mis hijos y yo estábamos felices pensando que pronto estaríamos de nuevo reunidos", afirma Olga.

Pero el destino se torció y a la vida de esta familia le tocó condena cuando Wilmer escribió a su esposa un WhatsApp para decirle que tenía un fuerte dolor entre pecho y espalda. Las desgracias caen cuesta abajo a toda prisa cuando el tiempo apremia y poco después un segundo mensaje, por parte de un amigo de Wilmer, les contaría que estaba sufriendo un infarto.

Mientras la mayoría de nosotros dormíamos, la familia de Wilmer veía como la vida del "mejor esposo, padre, hijo, compañero y amigo" pendía de un hilo. "Lo siguiente que supimos es que en el hospital no le querían atender", explica, "esto tal vez suene extraño, pero es resultado de la compleja situación por la que ahora mismo pasa Venezuela a nivel político, económico y sanitario". Si bien España no pasa por el mejor momento posible, a veces somos poco conscientes de la fortuna que significa el poder acudir al médico para que nos atienda o a la farmacia a comprar medicinas; para nosotros es el día a día pero muchos países sufren escasez de recursos imprescindibles.

El compañero de Wilmer lo llevó a una clínica privada y ante el temor de infarto, le dieron unos medicamentos. Pero el diagnóstico había sido erróneo y un médico especializado descubrió que no era un infarto, ya de por sí peligroso, sino una fisura en la aorta. "Ese médico dijo que era un milagro que siguiese vivo", cuenta Olga.

Hecho el milagro, ahora es necesario que la medicina y la ciencia tomen partido en la vida de Wilmer. En un país en que el acceso a la sanidad es tan complicado y costoso, esta familia necesita cualquier ayuda posible. "La póliza de seguro que contratamos para el tiempo que él estuviese allí solo cubre un 10% de la operación", explica, "En España esto sería mucho más sencillo pero ahora mismo no es posible traerlo de vuelta en las condiciones en las que está".

Sudamérica ha sido durante muchos años el lugar al que emigraban nuestros antepasados gallegos en busca de mejores condiciones para vivir. Pero con el paso de la historia las tornas han cambiado y ahora es el pueblo gallego el que abre sus brazos para ayudar a cualquier inmigrante que llegue a nuestra tierra.

Su hija María de 27 años, que se encuentra ahora mismo embarcando hacia Caracas para tratar de llegar a tiempo a junto su padre y solucionar todo ha querido compartir esto con Quincemil y sus lectores:

"Qué puedo decir de mi papá sin que se me arrugue el corazón de amor: luchador, familiar, cariñoso… siempre ha ayudado en todo lo que ha podido a los suyos e incluso a desconocidos; es el superhéroe del barrio en que vivimos aquí en Galicia. Si estuviese en mis manos ahora mismo daría mi vida, mi salud y mi corazón por él, pero no es posible… Así que pido ayuda porque necesitamos que se ponga bien, que vuelva aquí a cumplir sus sueños y ver como los míos, los de mi hermano pequeño y también los de mi mamá se cumplen".

Wilmer y su hija María, durante la graduación de farmacia de ella.

*La familia ha iniciado una campaña de recaudación de fondos a través de este link aunque también ponen a disposición el contacto de Olga (+34 654 01 46 70) por si cualquiera necesitase más información o pudiese ofrecer ayuda de cualquier tipo mediante otras vías, ya sean de donación, difusión o información.

* El enlace se encuentra inactivo por actualización del día 17/10/2022, pues Wilmer falleció esta mañana en Caracas. La familia agradece la colaboración puesto que gracias a los donantes se pudo llevar a cabo la operación. Lamentablemente, no pudo salir adelante. Descanse en paz, Wilmer.