La primera mujer que presidió un banco en Europa era gallega: Carmela Arias, Condesa de Fenosa

La primera mujer que presidió un banco en Europa era gallega: Carmela Arias, Condesa de Fenosa condesa

Historias de la Historia

La primera mujer que presidió un banco en Europa era gallega: Carmela Arias, Condesa de Fenosa

La historia de Carmela Arias y Díaz de Rábago, un icono de la ciudad de A Coruña que hizo grandes cosas por Galicia

18 diciembre, 2022 06:00

En 1407 se creaba el primer banco moderno de la historia, el Banco di San Giorgio, en Génova. En poco tiempo consolidó su poder dirigiendo la economía pública y tomando el control de las colonias. San Giorgio prestó considerables sumas de dinero a gran parte de los gobernantes europeos del silgo XV y XVI, ganando y extendiendo su influencia. Los reyes católicos o Cristóbal Colón tenían cuentas abiertas en él y concedió gran cantidad de créditos a Carlos V, que acabó endeudado durante gran parte de su reinado. En el siglo XVII, el banco se involucró en el comercio marítimo, llegando a competir con las dos multinacionales más todopoderosas de su tiempo: la Compañía Holandesa y la Compañía Inglesa de las Indias Orientales. Tras la invasión de Italia por Napoleón, este suprimió los bancos independientes, lo que llevó al cierre del banco en el año 1805, una entidad que siempre estuvo presidida por hombres. Tendríamos que avanzar hasta el siglo XX para poder ver a la primera mujer de Europa en presidir oficialmente un banco europeo. Ocurrió en Galicia, y fue una coruñesa la que lo consiguió. Una mujer a la que todo el mundo quería: justa, amable, cariñosa, trabajadora y muy humana. Una mujer que donó toda su fortuna a su fundación para ayudar a los demás. Una mujer que ostentó el poder de una de las mayores instituciones financieras de España, el Banco Pastor: Carmela Arias, la Condesa de Fenosa.

Palacio de San Giorgio, antigua sede del Banco di San Giorgio. https://destinoinfinito.com

Palacio de San Giorgio, antigua sede del Banco di San Giorgio. https://destinoinfinito.com

Carmela Arias y Díaz de Rábago nacía en la Ciudad Vieja de A Coruña el 20 de febrero de 1920. Su padre, Vicente Arias de la Maza era natural de Santiago y su madre, Carmela Díaz de Rábago y Aguiar, de Pobra do Caramiñal. A los siete años su padre fue destinado a Barcelona como secretario de la Junta de Obras del Puerto y toda la familia se trasladó con él.

Paseo de Gracia de Barcelona en la década de 1920. https://www.pinterest.es

Paseo de Gracia de Barcelona en la década de 1920. https://www.pinterest.es

Allí estudió bachillerato en el Colegio del Sagrado Corazón y surgió su vocación por la arquitectura, carrera que no pudo cursar debido a una grave enfermedad pulmonar que comenzó a afectarle con tan solo 14 años. Los tratamientos a los que se sometió nunca dieron resultado hasta que años después, en 1953, fue operada en Estocolmo con éxito, pero, tras 20 años de enfermedad, le dieron pocas posibilidades de sobrevivir. Además, la enfermedad la dejó imposibilitada durante años, haciendo que su sueño de ser arquitecta se desvaneciera, aunque otras oportunidades se presentarían para ella.

Tras estallar la Guerra Civil, la familia se trasladó a Galicia, pero su padre se quedó atrapado en Barcelona, de donde, a pesar de ser condenado a muerte en tres ocasiones, salió ileso, ya que siempre era defendido por sus trabajadores. Tras la guerra, la familia regresa a Barcelona, donde reside hasta 1941. Tras la jubilación de su padre, la familia regresa definitivamente a A Coruña.

En su ciudad se enamoró del banquero Pedro Barrié de la Maza, primo hermano de su padre, 31 años mayor que ella. A finales de 1965, Pedro sufrió un ataque al corazón que le obligó a seguir un régimen médico muy estricto y Carmela se convirtió en su enfermera de confianza hasta que se casaron en diciembre de 1966 con toda la discreción posible.

Pedro y Carmela. https://www.szallaskereso.org/

Pedro y Carmela. https://www.szallaskereso.org/

Ese mismo año, Pedro había constituido una Fundación que llevaba su nombre, dotándola con más de dos tercios de su fortuna e incluyendo a Carmela como vicepresidenta y heredera universal.

Constitución de la Fundación en 1966. https://fundacionbarrie.org

Constitución de la Fundación en 1966. https://fundacionbarrie.org

En febrero de 1970 Carmela fue nombrada vicepresidenta por el Consejo de Administración del Banco Pastor, cargo que ocupó hasta el fallecimiento de Pedro, el 14 de marzo de 1971. En ese momento Carmela asume la presidencia del Pastor, de la Fundación y de Gas Madrid, así como la vicepresidencia de Fenosa.

Pedro y Carmela. https://fundacionbarrie.org

Pedro y Carmela. https://fundacionbarrie.org

Carmela se convertía así en la primera mujer de Europa en presidir un banco de forma oficial.

Muchos creyeron que iba a ser un florero y que no ejercería sus cargos, ya que no tenía formación en cuestiones financieras y además era una mujer. Sin embargo, ella asumió el compromiso que Pedro le había regalado y comenzó a tomar decisiones desde el primer día, no se limitó a firmar. Su cometido sería perpetuar el legado de su esposo en sus dos vertientes, el empresarial y el mecenazgo, y estaba tan convencida que el 11 de diciembre de 1981 donaba la práctica totalidad de su fortuna, unos 50 millones de euros (200 millones de euros de los actuales), a la Fundación Barrié.

La Fundación Barrié.

La Fundación Barrié.

Pero no estaba sola, sino que contaba con la inestimable ayuda de su hermano Joaquín, vicepresidente de la Fundación, a través de la cual realizaron importantes contribuciones al progreso de Galicia en el ámbito de la educación, la cultura, la investigación y los servicios sociales. Entre las muchas acciones llevadas a cabo por esta entidad destacan las innumerables becas concedidas a estudiantes gallegos para ampliar estudios en el extranjero, la construcción y equipamiento de edificios docentes tales como las Escuelas de Arquitectura de A Coruña y la de Ingenieros Industriales de Vigo o la recuperación del patrimonio con actuaciones mucho más recientes como la restauración del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela.

Inauguración de la restauración del Pórtico de la Gloria. https://fundacionbarrie.org

Inauguración de la restauración del Pórtico de la Gloria. https://fundacionbarrie.org

En mayo de 1999 nombró a su sucesor en la presidencia de la Fundación Barrié, dejando tras de sí una labor tan extraordinaria que, en 2001, el rey le concedió el título de “Condesa de Fenosa” en atención a los méritos contraídos, pues el condado que poseía su marido se había extinguido tras su fallecimiento. El día anterior a recibir su nuevo título, había renunciado, por razones de edad, a la presidencia del Banco Pastor, permaneciendo como consejera y presidenta de honor de esta entidad.

Aunque a ella no le gustaba la vida social e intentaba mantener el anonimato, sabía que era un mal necesario para realizar su labor de mecenazgo, lo que le valió para poseer más de una treintena de condecoraciones y premios tales como, las grandes cruces de la Orden de Isabel la Católica, de la Orden Civil de la Beneficiencia y de la Orden del Mérito Militar, la Medalla Castelao de la Xunta de Galicia, la Medalla de Honor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la Insignia de Oro de la Cruz Roja y las Medallas de Oro de la Universidad de Santiago de Compostela, la del Mérito Turístico y la de la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer, entre otras.

Tras realizar una labor extraordinaria, que transformó Galicia en un lugar mejor, Carmela fallecía en su domicilio de A Coruña el 27 de octubre del año 2009 a los 89 años de edad.

Carmela Arias y Díaz de Rábago, Condesa de Fenosa, en la sede del Banco Pastor en 1998 (foto: Arnold Newman)

Carmela Arias y Díaz de Rábago, Condesa de Fenosa, en la sede del Banco Pastor en 1998 (foto: Arnold Newman)

Aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla aseguran que era una mujer extraordinaria, una mujer adelantada a su tiempo y un referente irrepetible, además de una persona siempre atenta a las necesidades de Galicia y de los gallegos. Cuentan de ella que era autoritaria, decidida, con las ideas claras y que sabía mandar, pero también delegar, escuchar y rodearse de los mejores. Infundía respeto en los demás, pero era afectuosa, amable, ética, muy generosa y trabajadora. 

Carmela Arias y Díaz de Rábago en 1998. EFE

Carmela Arias y Díaz de Rábago en 1998. EFE

Existen muy pocos ejemplos en el mundo de personas que hayan renunciado a todo su patrimonio para ponerlo a disposición de sus vecinos y de su tierra. Ella no entendía el título del condado de Fenosa como una distinción aristocrática, sino como una profesión de servicio a Galicia. Carmela fue una persona extraordinaria que realizó acciones por su país que nadie había hecho antes, por lo que es considerada una de las figuras más relevantes para Galicia de los últimos dos siglos.

Debido a su pequeña estatura y débil voz, quienes querían conversar con esta coruñesa tenían que ponerse a su altura; por eso, ante Carmela, se agacharon y encogieron reyes, príncipes, presidentes, empresarios y millonarios. Por algo era la Condesa de Fenosa…

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.

Referencias:

  • es.wikipedia.org
  • elespanol.com
  • lavozdegalicia.es
  • laopinioncoruna.es
  • elpais.com
  • abc.es
  • elmundo.es
  • elcorreogallego.es
  • dbe.rah.es
  • farodevigo.es
  • fundacionbarrie.org
  • gallegos.galiciadigital.com
  • elconfidencial.com
  • culturagalega.gal