María Wonemburger, la olvidada gallega que fue una de las matemáticas más brillantes del siglo XX

María Wonemburger, la olvidada gallega que fue una de las matemáticas más brillantes del siglo XX

Historias de la Historia

María Wonemburger, la olvidada gallega que fue una de las matemáticas más brillantes del siglo XX

La muy reciente historia de una matemática coruñesa reconocida en todo el mundo, pero desconocida en su tierra

12 marzo, 2023 05:00

Durante uno de sus viajes por San Francisco, el legendario Charles Chaplin se enteró que en la ciudad habría un concurso de imitadores de… Chaplin. Así que, tentado, se inscribió con un nombre falso. Charles concurso con otros trece hombres, sin embargo, el jurado no quedó satisfecho con su imitación y quedó desclasificado, obteniendo la peor puntuación de su tanda. Algo similar ocurría en la década de 1990 en Santiago de Compostela. Se celebraba en la capital de Galicia el Congreso Mundial de Matemática, al que acudieron los más afamados matemáticos del mundo. Pero entre todos aquellos legendarios científicos había una ausencia: la de una de las mejores algebristas del mundo, que además era gallega. Cuando los asistentes, que no daban crédito a su ausencia, preguntaron a los organizadores por qué una científica de su categoría no estaba en el evento, los anfitriones contestaron que no la habían invitado, porque no sabían quién era. Esta mujer seguiría siendo anónima en su tierra, hasta que dos catedráticas de la Universidade da Coruña la salvaron del olvido para contar su historia, la de una de la científicas más brillantes del siglo XX a la que su propio país no reconocía sus estudios: María Josefa Wonenburger Planells.

Concurso de Charles Chaplin en los años 20. https://www.openculture.com

Concurso de Charles Chaplin en los años 20. https://www.openculture.com

María nacía en Oleiros, A Coruña, el 19 de julio de 1927. Su padre tenía una fundición gracias a la cual podían vivir holgadamente. Realizó sus primeros estudios en el Instituto Eusebio da Guarda de A Coruña, donde demostraba su amor por los patines, el baloncesto y la música de Bach, así como a los idiomas inglés y alemán. 

Su familia quería que estudiara una ingeniería para continuar con el negocio familiar, pero la matemáticas se cruzaron en su camino. A pesar de que María sabía que sus posibilidades de dedicarse a ellas profesionalmente eran extremadamente limitadas, tampoco quería arrepentirse en el futuro de no haber seguido una de sus pasiones.

María de niña. https://twitter.com/mujerconciencia

María de niña. https://twitter.com/mujerconciencia

Así que, en 1945, terminado el bachillerato, decide trasladarse a Madrid para estudiar matemáticas en la Universidad Central, actual Universidad Complutense. En la capital se instaló en la famosa Residencia de Señoritas de la calle Fortuny, donde sus compañeros le llevaban sus apuntes para que los revisara, a pesar de que ella no tomaba anotaciones para no perderse ningún detalle de las explicaciones de sus profesores. 

Tras licenciarse en 1950 prepara su tesis doctoral, pero en 1953 sus profesores la animan a completar sus estudios en el extranjero, recibiendo una Beca Fullbright para poder realizar su doctorado de Álgebra en Estados Unidos, convirtiéndose en la primera española en recibir esta ayuda.

Imagen de María en la orla de su promoción. http://consellodacultura.gal

Imagen de María en la orla de su promoción. http://consellodacultura.gal

Tras un movido y agitado viaje en el que cruzó el charco en el barco Constitution, llegaba a la Universidad de Siracusa, en Nueva York, donde tuvo que realizar un curso previo, que superó con creces, antes de continuar sus estudios. En la Universidad de Yale terminaría su tesis, en 1957, año en el que regresaba a su tierra para buscar trabajo con su nuevo doctorado.

El barco que la llevó a Nueva York, el SS Constitution. https://es.wikipedia.org 

El barco que la llevó a Nueva York, el SS Constitution. https://es.wikipedia.org 

Pero al llegar a España se encontró con un mundo que no conocía. En su propio país no reconocían ni convalidaban su doctorado de Yale, así que tuvo que volver a realizar otro doctorado con la financiación que le brindó el Instituto Matemático Jorge Juan del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que le llevó otros tres años de su vida y que las autoridades españolas tampoco reconocieron debido a problemas administrativos.

Harta de España se marchó en 1960 a la Universidad de Toronto, en Canadá, donde había recibido una beca postdoctoral. Allí se convirtió en la única mujer del claustro y fue acumulando prestigio y reputación hasta que, en 1966, regresa a Estados Unidos, donde tenía ofertas de trabajo de varias universidades.

Título de doctora por la Universidad de Yale. http://consellodacultura.gal

Título de doctora por la Universidad de Yale. http://consellodacultura.gal

En 1967 conseguía una plaza definitiva en la Universidad de Buffalo, en Indiana, donde dirigió siete tesis doctorales y conocería y compartiría conocimientos con grandes y afamados matemáticos de su época.

Pero en 1983, con 56 años, no dudó en dejarlo todo para regresar a España para cuidar de su madre a causa de una enfermedad, dando por terminada su extraordinaria aportación a las matemáticas y a una brillante carrera científica y académica.

Monolito en su honor en el Pase das Ciencias de A Coruña. https://www.acalexandreboveda.gal 

Monolito en su honor en el Pase das Ciencias de A Coruña. https://www.acalexandreboveda.gal 

Inexplicablemente, pese a su relevancia internacional, María era una gran desconocida en nuestro país y se le citaba en muchos trabajos y estudios sin saber que era española y gallega, hasta que, en el año 2006, dos matemáticas de la Universidade da Coruña descubrieron quién era esta brillante mujer.

Estas dos catedráticas buscaron la manera de contactar con ella para que su historia no cayera en el olvido, publicando un artículo que valió para que María comenzara a ser conocida y reconocida en su tierra. 

En 2007 la Xunta de Galicia creó el Premio María Wonenburger para reconocer a aquellas mujeres con trayectorias notables en el ámbito de la ciencia y la tecnología. Ese mismo año fue nombrada socia de honor de la Real Sociedad Matemática Española y en 2010 fue investida doctora honoris causa por la Universidade da Coruña, además de dar nombre a calles y parques de A Coruña y su pueblo natal, Oleiros.

María el día de su investidura como doctora honoris causa en A Coruña. https://es.wikipedia.org 

María el día de su investidura como doctora honoris causa en A Coruña. https://es.wikipedia.org 

María fallecía el 14 de junio de 2014. Hasta el día de su muerte nunca dejó de acudir a uno solo de los homenajes que tanto tiempo después le regaló su país. Y no lo hacía por vanidad, sino por cortesía.

Las dos matemáticas que la rescataron del anonimato recuerdan que, cuando le mostraban su admiración por su carácter, María solía decirles: “Tengo tendencia a ser feliz”.

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.

Referencias:

  • es.wikipedia.org
  • lavozdegalicia.es
  • elespanol.com
  • elmundo.es
  • lavanguardia.com
  • lacienciaenfemenino.blogspot.com
  • laopinioncoruna.es
  • rsme.es
  • consellodacultura.gal
  • amecopress.net
  • elpais.com
  • schooloffeminism.org
  • theconversation.com