Nieves Casal y su hija Sofía entre vestidos en el interior de Blanquita.

Nieves Casal y su hija Sofía entre vestidos en el interior de Blanquita. Quincemil

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Blanquita, en A Coruña: "Las chicas lloran al descubrir que ese que se prueban es 'su' vestido"

Quien prepara una comunión, una boda o una fiesta sabe que desde hace más de medio siglo tiene trajes y vestidos donde escoger y probarse en Blanquita, en la calle San Andrés: "Antes los vendíamos desde 1.500 euros, ahora hay diseños más asequibles desde 250"

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Blanca fue la dueña de Blanquita hasta 2018; desde entonces es Nieves. El color blanco señala a las propietarias que ha tenido este negocio de A Coruña, donde el blanco de los trajes de novia y de comunión domina el conjunto de diseños expuestos en el interior, que conviven con otros modelos más coloridos para bodas, bautizos, comuniones y fiestas.

Blanquita supera el medio siglo de actividad en el número 22 de San Andrés, en el cruce con Sol, en ese vértice traicionero donde el bus urbano, al tomar la curva para dirigirse por una calle estrecha al Paseo Marítimo, ha roto más de una vez alguno de los escaparates laterales del negocio.

De Argentina regresó a su tierra la dueña original de Blanquita para abrir un comercio de ropa de ceremonias y fiestas en la década de los setenta. Otra hija de la emigración, Nieves Casal, nacida en Londres de familia natural de Abegondo, retornó a la casa de sus padres en 2018. Se dedicaba a la venta de aparatos médicos y estéticos.

Zapatos de fiesta y ceremonia que vende Blanquita.

Zapatos de fiesta y ceremonia que vende Blanquita. Quincemil

Su primer plan en España era disponer de un local para continuar con esta actividad. Lo encontró en Blanquita, que había puesto el bajo en alquiler con opción a compra. "Me empezaron a hablar de vestidos, de moda. Además, si me hacía con el traspaso, ¿qué pasaba con tantos trajes que teníamos? Así que me quedé con las novias, me gustó. Y mi hija Sofía estudia moda, quizá algún día...", cuenta Nieves Casal, que tiene como empleadas a Chelo y Charo.

Tampoco era muy ajena al mundo textil cuando aterrizó en A Coruña desde Leicester, donde residía. Se había especializado en impresión y diseño de textiles en la carrera de Bellas Artes. "Echaba de menos ser creativa", confiesa. "Me enganché al mundo de la moda".

Precios, tendencias, emociones

Blanquita contó siempre con "los mejores diseños" de vestidos de novia y madrina, de comunión y bautizo para niño y niña, y fiestas. Desde hace siete años la tienda amplió su oferta y sumó diseñadores británicos y estadounidenses a las firmas españolas con las que ya trabajaba. Además, al fondo del local, donde está un pequeño taller, hay también dos salas con maquinaria estética y una sala de maquillaje donde pueden arreglarse las novias antes de ajustarse el vestido que han elegido para su gran día.

Vestidos para fiesta en Blanquita.

Vestidos para fiesta en Blanquita. Quincemil

Los cambios en el negocio fueron acordes con otras evoluciones. "Antes los vestidos costaban a partir de los 1.500 euros. Ahora, cambiando el mundo y con clientes de todo tipo, tenemos vestidos para presupuestos más bajos y accesibles, 250 euros para bodas civiles, para madrinas", repasa Casal. Y de 3.000 euros son los más caros, "que no compra casi nadie".

"Los vestidos tradicionales gustan siempre, pero ahora también se llevan más caídos y sencillos, sin volumen", continúa la propietaria de Blaquita. "No hay tanta pedrería". Lo que no cambia, admite la propietaria, es la emoción de una chica o una niña al verse vestida con la ropa que lucirá el día de su boda o su comunión.

Escaparates de Blanquita, en el cruce de las calles Sol y San Andrés, en A Coruña.

Escaparates de Blanquita, en el cruce de las calles Sol y San Andrés, en A Coruña. Quincemil

"Tardan en decidirse. Pero cuando una novia prueba un vestido, acompañada de su familia, llora cuando descubre que ese que se está probando es su vestido. O cuando una niña da vueltas a sí misma mirándose al espejo en el probador. Eso es muy bonito, muy emocionante".