
A la izquierda, el antiguo Hospital Xeral y a la derecha, la Casa da Xuventude.
Santiago de Compostela, en camino de darle vida a varios de sus edificios abandonados
Los conocidos como el antiguo Colegio Manuel Peleteiro o el antiguo Hospital de Galeras podrían disfrutar de una segunda vida, al igual que otras parcelas de edificios menos conocidos, pero que todos hemos visto alguna vez en la capital
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Los santiagueses más jóvenes han crecido viendo varios edificios abandonados en la capital gallega, siendo el más llamativo aquel en el que se encontraba antes el Colegio Manuel Peleteiro, en rúa República de Arxentina, en pleno centro del Ensanche compostelano y de la propia ciudad. No dejaba a nadie indiferente el gran antiguo Hospital de Galeras, que fue substituido luego por el Clínico.
Tampoco pasa desapercibida la Casa da Xuventude, en la praza do Matadoiro. Sin embargo, hay otros edificios abandonados en Santiago. Para algunos de los nombrados, un futuro útil y reformado está cada vez más cerca.
El Colegio Peleteiro y el Hospital Xeral de Galicia
Tras años de negociaciones con la Sareb (la encargada de gestionar y vender los activos inmobiliarios y financieros problemáticos de los bancos que fueron rescatados durante la crisis financiera), parece que el futuro del Peleteiro se encamina hacia la reforma. El edificio lleva ya más de 15 años abandonado, cuando el colegio se trasladó a Monte Redondo, alejándose del centro de la ciudad.

Parcela del antiguo Peleteiro, en Santiago.
En la zona, muchos lo esperan con impaciencia. "Xa non sei cantos anos levamos oíndo que se vai facer algo", comenta un vecino de San Pedro de Mezonzo, una de las calles donde se encuentra un lateral del antiguo colegio y donde se ubicaban algunas de sus puertas de acceso. "Es una pena en esta calle que esté así este edificio", comenta otra oriunda del barrio que viene de misa. De momento, está más cerca la solución, pero todavía no hay nada cerrado.
El que sí tiene un futuro más claro, cercano y encaminado es el antiguo Hospital de Galeras, que realmente se denominaba Hospital Xeral de Galicia, pero que adoptó el nombre de la calle en la que se ubica. El Hospital cesaba su actividad en 1999 y, tras muchos años de abandono, en esta parcela las obras ya han comenzado para dar forma a la que será próximamente una residencia de estudiantes.

El Hospital de Galeras en estado de abandono.
Está planteado para constar de 400 habitaciones individuales y, para ello, se mantendrá la estructura original del hospital, de nueve plantas -sótano, bajo y siete plantas de altura-. Su pretensión es que los primeros estudiantes puedan ya acomodarse en ella al inicio del curso 2025-2026. La residencia, por cierto, estará abierta para uso turístico en la época estival.
La Casa da Xuventude, en el limbo

La Casa da Xuventude a día de hoy.
El futuro de la Casa da Xuventude en la praza do Matadoiro, de 1984 y diseñado por el arquitecto Severino González, sigue debatiéndose entre el derribo o la rehabilitación, aunque en el programa electoral del BNG (partido que gobierna en Santiago junto a Compostela Aberta) se plasma la primera opción. Con su demolición se crearía una vía de acceso, planteaba el gobierno municipal, hacia el parque de Belvís e incluyéndolo más en el día a día de los compostelanos.
Además de edificios emblemáticos, de titularidad o de uso público, Santiago no se libra de tener viviendas abandonadas. Es el caso del número 5 de praciña das Penas, el 14 de la rúa Loureiros, el 23 de San Roque y el 33 de Espírito Santo. Los tres primeros solares están declarados como ruinas desde el año 2010, mientras el último desde el pasado 2022, y fueron incluidos en abril de 2024 en el Rexistro Soares, la herramienta con la que el ayuntamiento de Santiago busca fomentar la recuperación de los inmuebles abandonados cuyos propietarios no pretenden reformarlos.
Todos estos solares, de propietarios particulares, se restaurarán o bien a través de sus dueños o de los nuevos que pujen por ellas próximamente. La mayoría carecen de techo y tienen la estructura aparentemente muy dañada, por lo que su remodelación partiría prácticamente de un previo derribo.