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Los veterinarios de Galicia denuncian las limitaciones del nuevo sistema de prescripciones
Piden su eliminación y afirman que "seguiremos tratando lo mejor posible a nuestros pacientes a pesar de todos estos obstáculos"
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Desde el pasado 2 de enero, los veterinarios de toda España que traten a animales de compañía están obligados a comunicar toda prescripción de antimicrobianos en el sistema Presvet. Este cambio en la normativa "lo único que hace es limitar al veterinario", tal y como denuncian desde el Colegio de Veterinarios de A Coruña. Este martes se suman al paro convocado a nivel nacional desde las 11:00 horas.
Covadonga Bravo, secretaria de la institución coruñesa, explica que este sistema informático central de control de prescripciones se vende como "una herramienta de uso de antibióticos" para disminuir la resistencia a estos, pero resulta "ineficaz y reiterativo".
El Presvet es un nuevo modelo que aparece en el Real Decreto 666/2023, aprobado en julio del 2023. En él ser recoge la creación de esta base de datos como herramienta para obtener información sobre las prescripciones. Esta está en funcionamiento desde hace año y medio, pero es desde el pasado mes de enero cuando los profesionales están obligados a comunicar la prescripción de antibióticos en animales de compañía.
"El nuevo sistema impone un protocolo de uso de antibióticos que está por encima de nuestro criterio"
La veterinaria apunta a que esta norma "impone un protocolo de uso de antibióticos que está por encima de nuestro criterio facultativo".
Hasta ahora, los expertos seguían como guía la clasificación de antibióticos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que establece cuatro niveles de este tipo de fármacos, desde la recomendación de prescribirlos con prudencia hasta aquellos que se deben evitar.
El problema es que desde enero "se ha convertido en obligación, quedando relegado nuestro juicio clínico", denuncia Bravo.
Según la secretaria del colegio coruñés, esta limitación afecta a todos los tratamientos de infecciones en mascotas. Con esta restricción, los veterinarios se verán obligados a recetar en un primer momento el tipo de antibiótico más débil "aun sabiendo que no va a ser eficaz" y solo cuando no de resultado podrán subir de categoría.
Para casos más serios, donde sea necesario un medicamento de categoría B según la EMA, es necesario hacer previamente un antibiograma, "prueba que a veces no se puede hacer por el precio que tiene y que muchos clientes no se pueden permitir".
Luis Núñez, presidente del Consello Galego de Colexios Veterinarios, apunta por su parte que esta situación provoca una pérdida de un tiempo valioso en el tratamiento.
Además, "el agravio comparativo con las farmacias", que no tienen la obligación de declarar los antibióticos que dispensan y por ello no sufren sanciones, es otro motivo por el que piden una moratoria.
En su caso, se dirigen al Ministerio de Sanidad, mientras que los veterinarios deben hacerlo al de Agricultura, y tienen un plazo mayor para hacerlo. "Pedimos que se centralicen los datos", añade Núñez.
Sus reclamaciones
Ante esta situación, los veterinarios coruñeses reclaman que se respete la escala recomendada por la EMA "eliminando las condiciones y restricciones añadidas por el Real Decreto como obligatorias" que entienden que son "contrarias" al criterio de la organización europea y la "evidencia científica clínica".
"El Presvet coarta la libertad de prescripción de nuestras/os profesionales"
Según el Colegio de Veterinarios de A Coruña, el Presvet "coarta la libertad de prescripción de nuestras/os profesionales" y por eso exigen su retirada.
Asimismo, en relación a una asamblea nacional del 2021, solicitan que la legislación autorice a los veterinarios la distribución y venta de medicamentos no sujetos a prescripción veterinaria como así hacen las farmacias, establecimientos comerciales detallistas y agrupaciones ganaderas autorizadas.
En cuanto a los medicamentos que dependen de prescripción veterinaria, piden autorización para venderlos al por menor para los pacientes que traten "hasta completar los tratamientos que requieran sus patologías y su salud y bienestar".
"Para algunas cosas somos sanitarios pero para otras no"
También piden la equiparación del IVA de los servicios veterinarios, actualmente en el 21%, al de otras profesiones sanitarias exentas de pagarlo.
Desde el Consello Galego de Colexios Veterinarios apoyan estas reclamaciones. Su presidente denuncia que "para algunas cosas somos sanitarios pero para otras no", como en lo relativo a la tributación o la imposibilidad de vender medicamentos sin receta.
El próximo 13 de febrero mantendrán una reunión con el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, a quien pedirán que traslade su problema al ministerio.
Los veterinarios españoles analizarán la situación en una asamblea general extraordinaria
Estas reclamaciones se producen a nivel nacional. Por ello, la Organización Colegial Veterinaria ha convocado una asamblea general extraordinaria de presidentes para el 14 de febrero.
Será en esa reunión cuando se analice la situación actual. Tras la consulta con representantes de distintos ámbitos, la organización, que ya presentó alegaciones al Real Decreto, enviará un documento a los ministerios de Agricultura y de Sanidad.
"Nos resulta difícil el tratamiento de numerosas patologías por miedo a sanciones"
"Nos resulta difícil el tratamiento de numerosas patologías según nuestro criterio clínico por miedo a sanciones", subraya Bravo. Para el 23 de febrero se baraja la posibilidad de convocar una manifestación y no descartan llevar a cabo más movilizaciones.
Luis Núñez, presidente del Consello Galego, subraya que "estamos de acuerdo con el control, pero no con las formas en las que se está haciendo".
La veterinaria coruñesa insiste en que "seguiremos tratando lo mejor posible a nuestros pacientes a pesar de todos estos obstáculos".