Ana Julia dice que cuando fue detenida con Gabriel en el maletero iba a suicidarse: "No aguantaba"
La mujer ha explicado, según su versión, que pensaba quitarse la vida una vez dejase el cuerpo de Gabriel en el garaje de su casa.
10 septiembre, 2019 12:09Noticias relacionadas
Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del niño Gabriel Cruz, ha declarado que antes de que la detuvieran con el cuerpo del menor en su maletero iba a suicidarse. “No aguantaba más”, ha dicho este martes, en la segunda sesión del juicio.
“Iba a dejar el cuerpo de Gabriel en el garaje de Ángel y subirme a casa. Iba a escribir dos cartas, una para Ángel y otra para mi hija, para pedir perdón y explicar lo que había pasado", ha contado antes de explicar cómo pensaba, supuestamente, acabar con su vida. "Iba a coger todos los medicamentos que llevaba, tomármelos y tumbarme en el sofá. Eso era lo que iba a hacer”, ha asegurado.
Con esta versión, que nunca había hecho pública, ha intentado expresar su arrepentimiento y ha pedido perdón a los padres del niño. "Le pido perdón a la familia. Por favor, perdonadme. Le he quitado la vida a un niño de ocho años, Dios mío", ha dicho mientras lloraba.
"Quería que me cogieran"
Quezada, la autora confesa de la muerte del pequeño Gabriel también ha ofrecido una explicación a uno de los puntos más controvertidos de este juicio: Por qué colocó una camiseta limpia del menor en un punto de la búsqueda.
Ana Julia asegura que colocó la ropa para que la detuvieran, porque “no podía guardar más ese secreto”. “Yo quería que lo encontraran. Lo único que quería era que a mí me cogieran, porque no me atrevía a decirlo. Yo quería que me atraparan”, ha asegurado. Sin embargo, la Fiscal le ha recordado que anteriormente declaró que lo había hecho para dar esperanzas a Ángel, el padre de Gabriel.
Ha relatado que había guardado la ropa de Gabriel en el cuarto en el que dormía con Ángel y que el 3 de marzo del año pasado le dijo: "Vamos (...) al barranco de Las Negras, por las Agüillas, por esa zona".
"Le dije, vamos a dar un paseo. Cogí la camiseta del armario. La metí en la mochila, cogí mi coche. Vamos Ángel y yo a ese sitio. Yo fui a colocar la camiseta allí".
Aprovechó que el padre estaba "hablando por teléfono con un médium o un periodista" y que subió a ver un cortijo para dejar la camiseta en un cañaveral y entonces simuló encontrarla.