
Kevin Curtis también ha dedicado parte de los últimos años al rescate de animales.
Kevin, el rey de los imitadores de Elvis acusado de intentar matar a Obama y que persigue a traficantes de órganos
El protagonista de la serie de Netflix 'Los reyes de Tupelo' habla de su lucha para que se persiga el tráfico de órganos.
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"En primer lugar, tengo que aclararle que las fuerzas del orden han seguido acosándome y acechándome después de aquel montaje en el que me acusaron del intento de asesinato del presidente Barack Obama, el 17 de abril de 2013", asegura Kevin Curtis, el rey de los imitadores del "destello de Memphis", Elvis Aaron Presley, durante una larga conversación con EL ESPAÑOL.
"He publicado alrededor de cincuenta vídeos en Youtube que muestran a la policía y a los guardias de seguridad bajando por mi calle sin salida unas veinte veces por hora, activando las luces intermitentes, gritando por la ventana de mi casa de Tupelo y enfrentándose a mí varias veces durante la semana, aunque especialmente los fines de semana. La cosa se puso realmente mal. Y una vez aclarado esto, ¿por dónde quiere que empecemos?".
Empecemos, por ejemplo, aclarando que la historia personal de Paul Kevin Curtis es una de las cadenas de sucesos más extraordinarias que ha dado el sur profundo de los Estados Unidos en los últimos cincuenta años. De entrada, debería haber sido simplemente recordado como uno de los mejores imitadores de Elvis Presley de Tupelo –la ciudad natal del rey– junto a su hermano Jack, con quien creó el popular dúo Double Trouble. John era el hermano rico y exitoso (posee una empresa de seguros) y Kevin era frecuentemente retratado como el perdedor de la familia.

Kevin caracterizado como Elvis Presley.
Aquello podría haber concluido de esa forma, pero una enrevesada secuencia de episodios le reservaba todavía docenas de sorpresas. Curtis fue despedido en el año 2000 del Centro Médico del Norte de Mississippi cuando descubrió una cabeza cortada y varias extremidades humanas en el congelador de un sótano del centro sanitario que se disponía a limpiar y comenzó a sospechar que los responsables del hospital podrían estar involucrados en la sustracción ilegal y el tráfico de órganos.
A partir de ese momento, inició una especie de cruzada en solitario para conseguir que se aprobara una legislación que regulara las donaciones. Aquella lucha le enfrentó, entre otros muchos, al miembro de la Cámara de Representantes de Mississipi, Steve Holland, un poderoso demócrata dueño de varias funerarias cuya madre, Sadie, oficiaba como juez local.
Muchos le acusaron por aquel entonces de ser mentalmente inestable y de albergar pulsiones paranoides que le habían conducido a elaborar lo que sus enemigos consideran disparatadas teorías conspiracionistas que terminaron siendo plasmadas en el libro Missing Pieces (Las piezas faltantes). Lo cierto es que Curtis fue hostigado de forma reiterada por la policía de Tupelo a instancias de los prebostes a los que se había enfrentado. Su enfrentamiento con los poderes fácticos de su distrito le llevaron eventualmente hasta prisión. Pero lo peor aún estaba por llegar.
En 2013, el FBI se le echó encima y fue acusado de intentar asesinar al presidente Barack Obama, a la jueza Sadie Holland y al senador Roger Wicker mediante el envío de cartas con ricina, una de las toxinas más poderosas que se conocen. Kevin podría haber pasado el resto de su vida entre rejas pero había tantas inconsistencias en su acusación que los federales comenzaron a dudar de su culpabilidad.
Para empezar, el imitador de Elvis admiraba a Obama y, por otra parte, no parecía poseer los conocimientos necesarios para obtener ricina. Ni siquiera parecía conocer ese veneno. Tampoco parecía la clase de persona que va por ahí dejando tras de sí un reguero de cadáveres.
Poco después se descubrió que el auténtico culpable era James Everett Dutschke, un instructor de taekwondo, imitador de Wayne Newton y candidato republicano a un cargo en 2007. Dutchske no sólo odiaba a Obama y se había enfrentado en unas elecciones a la familia Holland, sino que había alimentado una virulenta disputa con Kevin, a quien intentó incriminar y casi lo consigue.

Kevin Curtis caracterizado como el 'Rey del Rock'.
La historia de Kevin era bien conocida en Mississipi, pero ahora se ha hecho popular en todo el mundo gracias a una miniserie producida por Netflix y estrenada el pasado 11 de diciembre (Los reyes de Tupelo: una saga de crímenes sureños). Lo que no explica la serie es qué fue de Kevin tras ser absuelto, ni tampoco ciertas circunstancias personales relacionadas con su vida fascinante que el rey de los imitadores de Elvis ha explicado a EL ESPAÑOL en una larga y apasionante charla que termina de llenar los espacios vacíos del docuthriller.
"Yo no nací en Tupelo, la cuna de Elvis Presley, sino en una pequeña ciudad de 13.000 habitantes de la parroquia de Ouachita, en el estado estadounidense de Luisiana, llamada West Monroe", comienza Paul Kevin Curtis. "La mía era una familia llena de disfunciones en toda la línea de sangre, tal y como suele ser habitual hoy en día. Mi padre era pastor asociado a tiempo parcial y se mudó, primero, a Dallas (Texas) y después, en 1971, a Natchez (Mississippi) donde crecí, fui a la escuela y me convertí en el líder de la primera banda de rock del suroeste del estado. Nuestra banda se llamaba Fairchild".
"Tengo 57 años. Mis padres se divorciaron cuando tenía 6. Hasta que cumplí los 17, sólo veía a papá por Navidad y un mes cada verano. Ese mismo año tuve un terrible accidente de motocicleta cuando choqué de frente contra un bordillo de hormigón a 80 kilómetros por hora. Sufrí un tremendo traumatismo en el cerebro e incluso hoy conservo lesiones en el cuello y la columna vertebral y las secuelas de años de artritis y de acumulación de cartílago en mis vértebras, desde la columna hasta el cuello"
¿Cómo se convierte el hijo de un pastor en uno de los imitadores más conocidos de Elvis? "Fue mi madre quien comenzó a presionarme mucho desde los 8 años para que le rindiera tributo", afirma Curtis. "A los 10 años, en 1977, quedé en primer lugar en la feria anual del condado de Natchez interpretando Teddy Bear y Don't Be Cruel. Todavía conservo ese trofeo. Después de ganar alrededor de quince concursos de talentos en todo el suroeste de Mississippi, mi madre me propuso algo. Me dijo que si participaba en la competencia estatal de Jackson me llevaría a Memphis y se ocuparía de que me hiciera un mono la misma gente que hacía los de Elvis. Y eso fue lo que ocurrió. Gané el campeonato estatal y nos fuimos a Graceland, donde había una tienda de B&K Enterprises que hizo mi primer mono, el del águila blanca, roja y azul".
Aquella pasión por imitar al Rey del Rock terminaría convirtiéndose en una forma de vida. "Después de que me despidieran y me expulsaran de por vida del Centro Médico North Mississippi de Tupelo tuve que salir de gira a tiempo completo como músico para ganarme la vida. Fui incluido en una lista negra en todo el noreste del estado. Desde 2001 hasta 2013, me fue muy bien teloneando. Pero todo aquello terminó el 17 de abril de 2013, cuando me convertí en el primer artista incriminado en un complot de asesinato presidencial y viví para contarlo".
En efecto, Kevin no sólo vivió para contarlo sino que su honor ha sido restaurado gracias a la docuserie, donde se describe el modo en que Dutschke trató de hacerle pasar por el culpable de sus tentativas de asesinato. Claro que la historia de sus accidentadas relaciones con la comunidad de la ciudad de "el rey" arranca mucho antes, a principios de milenio, cuando presenta una demanda millonaria contra el hospital de cuya limpieza se ocupaba, acusando a sus responsables de estar en el centro de una trama de tráfico de órganos.

Kevin Curtis durante un concierto.
"La gente de Tupelo me ha tratado terriblemente desde que exigí 16 millones de dólares al hospital en compensación por mi despido y porque me vetaran de por vida cuando empecé a cuestionarlos. Se corrió la voz muy rápido de aquello y cuando la gente de un pequeño pueblo aquí se entera de algo así, asume automáticamente que esa persona hizo algo catastróficamente criminal. Mi reputación quedó destruida de la noche a la mañana simplemente por el hecho de que me despidieron. Mi empresa de limpieza perdió otros 20 contratos en todo el noreste de Mississippi y fue entonces cuando me di cuenta de la magnitud y el poder que tenía ese centro sanitario".
La percepción que Kevin tiene de Tupelo está llena de resquemor. "Es una ciudad arrogante porque resulta ser el lugar de nacimiento de Elvis Presley, el rey del rock and roll", asegura. "¿Y sabes una cosa? Sus vecinos trataron terriblemente a Elvis y a toda su familia cuando vivían allí. Su padre, Vernon, nunca pudo encontrar trabajo para ganarse la vida para su familia. Un día falsificó un cheque para comprar alimentos. Volvió a casa del tipo al que le había dado el cheque falso para disculparse al día siguiente y le dijo que le devolvería el dinero ese mismo viernes, pero el dueño de la tienda prefirió presentar cargos e hizo que lo encarcelaran en la peor cárcel estatal, en Parchment, donde cumplió 9 meses de condena".
El propio Kevin ha tratado de mantenerse a distancia del estado natal de Elvis, igual que haría el Rey del Rock, tras sus encontronazos con la ley. "He intentando estar tan lejos como me es posible de la gente de Mississippi y me he convertido en un rescatista de animales. También sigo realizando un espectáculo en el que comencé a trabajar hace 25 años llamado Ultimate Tribute Extravaganza, donde rindo homenaje a 40 de las leyendas más grandes del pasado y el presente, desde Buddy Holly hasta Roy Orbison, Johnny Cash, Prince, Michael Jackson, Bon Jovi, Jerry Lee Lewis y muchos más. Realizo múltiples cambios de vestuario con pelucas auténticas, anteojos, barbas y bigotes y hermosos disfraces".
La docuserie abunda con frecuencia en la accidentada relación de Kevin con su ex esposa, quien tuvo una aventura con su propio hermano. Las heridas no han sanado. "Mi relación con ella ahora es inexistente", asegura Curtis. "Mi hermano y yo sólo nos enviamos mensajes de texto por teléfono sobre las citas médicas y la atención médica de mi madre y de mi padrastro, ya que los dos les ayudamos en sus vidas diarias, dado que ambos son discapacitados".
Cruzada contra el tráfico de órganos
Resulta inevitable interesarse por el modo en que Netflix ha transformado su existencia. "No existe duda alguna de que el documental cambió mi vida", continúa Kevin Curtis. Antes de su emisión, recibía amenazas de muerte y correos electrónicos de odio; había gente que pinchaba mis neumáticos, rompía las ventanillas de mi coche, prendía fuego a mis muebles de exterior y asesinaba a mis gatos y perros. Después del estreno, abrí mi buzón de correo electrónico y me encontré con trescientos mensajes de personas de todo el mundo que me llamaban héroe y leyenda y que querían conocerme y pedirme un autógrafo".
"Recibí alrededor de 8.000 mensajes privados en Facebook de personas que elogiaban mi esfuerzo incansable por aprobar una resolución de ley para regular la extracción de tejido óseo, órganos y partes del cuerpo en los Estados Unidos, lo que salvaría vidas. Yo no soy un teórico de la conspiración ni nunca lo he sido. Soy un realista de la conspiración. Baso mis opiniones y las respaldo en investigaciones sustentadas en hechos y estadísticas documentadas".
La cruzada que sostiene Kevin desde hace un cuarto de siglo en defensa de una normativa que regule la extracción de órganos en su país se basa en una idea que él asume como certeza. "Como la industria no está regulada, se crea una brecha en que personas de todo el mundo extraen huesos, tejidos, órganos y partes del cuerpo, así como piel, a veces por la noche después de los funerales y muchas veces, antes incluso de que se celebren los funerales, en el camino del hospital a la morgue":
"Los traficantes de cadáveres cortan los cuerpos en pedazos y venden los huesos, tejidos, órganos y partes del cuerpo para obtener ganancias en el mercado negro. Si mi proyecto de ley de la Cámara de Representantes, la resolución 6.631, se aprobara, esta puerta trasera se cerraría para siempre y se salvarían vidas de personas porque no recibirían tejidos, huesos y órganos contaminados del mercado negro. Miles de personas en todo el mundo han recibido tejidos con VIH, cáncer, hepatitis A y B y otras enfermedades mortales".
Existen casos bien documentados de algunas de las prácticas que describe Kevin. Uno reciente y bien conocido es el del gerente de la morgue de la Facultad de Medicina de Harvard. En junio de 2023, Cedric Lodge, su esposa y otras tres personas fueron acusados de conspiración y transporte interestatal de bienes robados. Lodge tenía acceso a los cuerpos donados por sus dueños para investigaciones académicas. Mientras trabajaba en la escuela, supuestamente, vendió partes del cuerpo humano en Internet.
"Yo no sólo descubrí la cabeza cortada de un hombre con el que había hablado en la sala de emergencias del Hospital Tupelo en 1999", asegura Kevin. "Hallé docenas de partes del cuerpo desmembradas como manos, pies, piernas, brazos, ojos, cerebro y piel. Estaban envueltas en plástico con códigos de barras y algunas sin códigos de barras. Tras entrevistar a personas que trabajaban en funerarias, centros médicos y clínicas médicas, llegué a la conclusión de que existía un mercado negro de huesos, tejidos, órganos, partes del cuerpo y piel. Si no hubiera estado en lo cierto con respecto a mi conclusión y a mi investigación, no habría perdido mi casa, mi tierra, mis coches, mi familia, mi negocio de limpieza y mi carrera musical".
Al final del documental, Curtis afirma que planea olvidarse de su trabajo de investigación para dedicarse a tu familia pero, según explica a este diario, las circunstancias le empujaron a seguir indagando. "Fui sincero en mis planes de dejar la espada de la Justicia y vivir una vida normal como los demás a mi alrededor, pero hay tantas preguntas sin respuesta que involucran al instructor de karate, Mississippi Undertaker, también conocido como Boss Hogg, y el senador de Mississippi Roger Wicker, que no puedo olvidarme de esas piezas faltantes de la historia y no tratar de averiguar qué pasó realmente y por qué. Y no olvidemos que fue mi hermano Jack quien contrató al instructor de karate que me incriminó en el complot de asesinato presidencial".
"De modo que, sí, en efecto, he continuado mis investigaciones", prosigue Kevin. "He tratado de conectar todos los puntos para descubrir quién estaba realmente detrás de la trama porque mi instinto apunta hacia el exrepresentante estatal de Mississippi, Steve Holland, que posee las tres funerarias más grandes del noreste de Mississippi. Es un hombre muy malvado y es un mentiroso. Fingió estar casado durante los últimos 30 años con la alcaldesa de Nettleton, Mississippi, a solo unas pocas millas al norte de Tupelo, pero en realidad vivían en casas separadas y se divorciaron el año pasado".
"Conocí a este hombre en 2024 en el escenario del teatro Tupelo Lyric cuando Netflix pagó 75.000 dólares para producir el último concierto de Double Trouble para la serie. Mi hermano estaba extremadamente nervioso y sudaba todo el tiempo durante los ensayos, a diferencia de mí. McLane se me acercó cinco minutos antes de que subiera al escenario ante 500 personas y me preguntó por qué no estaba nervioso. Lo miré y le dije: 'He estado haciendo esto desde 1977, cuando tenía 10 años'. A lo que él me replicó: 'Tu hermano parece muy nervioso'. Finalmente, le respondí: 'Estoy seguro de que tiene muchas razones para estarlo'".
Como anticipaba Kevin al principio de esta larga entrevista, la policía ha seguido acosándole. "De entrada, me han impuesto cuatro multas por exceso de velocidad en los últimos 3 años y he luchado contra cada una de ellas en el tribunal de justicia, cargo por cargo. La policía también ha instalado controles de carretera cuando saben que voy a salir de mi casa y viajar de un lugar a otro".
Respecto a James Everett Dutschke, el individuo que le incriminó, sigue cumpliendo su condena de 25 años de prisión en la misma penitenciaría de Arizona donde lo recluyeron. Al término de esta charla, Kevin rubrica sus palabras de acuerdo a su estilo personal: "Soy KC y apruebo este mensaje".