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Cuando le tocó elegir especialidad para el MIR, aún no sabe por qué eligió Cirugía Torácica. "Me apetecía hacer Plástica. Pero resulta que Torácica entonces no era muy conocida. No lo pensé. Había seis plazas para toda España. La elegí a las 11 de la mañana, en Madrid, y a la 1 del mediodía estaba yendo a Sudáfrica para surfear. Recuerdo que me pregunté en el avión que qué había cogido. No sé, fue una intuición".

La intuición, y más cosas, fue lo que condujo a Diego González Rivas (La Coruña, 1974) a que hoy sea considerado como el mejor cirujano torácico del mundo, con una técnica propia que practicó por vez primera en el Hospital Universitario de La Coruña.

Habla con EL ESPAÑOL y da las buenas tardes-noches desde Shanghái, al término de una jornada en el Shanghai Pulmonary Hospital en la que ha realizado 7 operaciones de cáncer de pulmón. Es el el hospital "más grande del mundo, con diferencia". Allí dirige el programa de videocirugía torácica. Y cuando se lean estas líneas, el cirujano estará en Madrid operando a unos 20 pacientes, entre el sábado y el domingo.

"China está a un nivel increíble. Aquí vienen los mejores cirujanos del mundo". En su caso, durante dos semanas al mes enseña su técnica uniportal -una única incisión de 3 centímetros, mínimamente invasiva- en la que, cuando era un jovencísimo cirujano en Galicia, nadie creyó. "Yo sabía que iba a tener impacto. Era una técnica nueva. Los cirujanos más clásicos se posicionaron en contra. Esos obstáculos, confiesa, "me ayudaron. Hoy les agradezco a quienes me dijeron que no se podía".

Autor de dos libros, el primero fue, precisamente, 'Imposible es nada'. Ahora acaba de lanzar 'Curando el mundo. Diario de un cirujano nómada', donde narra su experiencia en 138 países. En menos de una semana va ya por la tercera edición.

En su haber se encuentran más de mil operaciones al año. Del 1 de enero a hoy, ha recorrido en avión 87.500 kilómetros. Dos vueltas al mundo en tres meses. "Tengo un seguidor en Instagram -donde narra su día a día- que me lo contabiliza, y me lo dijo hace poco", explica.

P.– ¿Qué le diría hoy a su yo de hace 25 años?

R.– Mi yo de hace 25 años, si me viera, probablemente me diría que soy un matao, porque trabajo mucho. Porque yo elegí Torácica por una intuición, pero mis prioridades, en este tiempo, han cambiado. Antes me gustaba la cirugía, me gustaba viajar, surfear... Me daban las vacaciones y me iba a Indonesia con mis amigos.

"Ahora disfruto operando, y me da igual surfear. Me sigue gustando, aunque surfeo menos... pero soy más feliz que antes. Encontré mi motivación. Me metí de lleno y fue una bola de nieve. Soy muy feliz así".

Diago González Rivas, operando en Shanghái, bajo la atenta mirada de decenas de cirujanos de todo el mundo, a quienes instruye.

Diago González Rivas, operando en Shanghái, bajo la atenta mirada de decenas de cirujanos de todo el mundo, a quienes instruye. Cedida

En 2010 fue el cirujano pionero a nivel mundial en operar un cáncer de pulmón abriendo una única incisión de tres centímetros. En 2021 también fue el primero en operar un tumor pulmonar utilizando únicamente robótica a través de una sola incisión. "Hemos tenido que desarrollar un material específico, claro, que fabrican varias empresas a mi nombre".

En cuanto a los casos quirúrgicos, son en su mayoría cánceres y tumores pulmonares. De ellos, el 20% son susceptibles de convertirse en casos quirúrgicos "siempre bajo las indicaciones de los oncólogos. Pero a veces asumo casos más arriesgados y complejos".

Lo hace, confiesa, "por mi experiencia. Hago mil operaciones al año en Shanghái, donde paso 5 meses, todos con cirugía mínimamente invasiva que hace que las recuperaciones sean más rápidas. Es la experiencia la que me lo permite. Me escriben muchos mails, y la mayor parte de ellos no se pueden operar, o llegan ya con metástasis... aunque a veces, si está localizada y el tumor es operable, se puede".

Operando por el mundo

En 2012 comenzó a operar en África, y hasta hoy. Más de treinta y cinco países. También, en Libia, Gaza, Pakistán o Ucrania, al principio de la guerra. "Cuento estas anécdotas en el nuevo libro. No es un libro sobre medicina, sino de aventuras", sobre cómo es ejercer una cirugía tan sumamente avanzada en todo tipo de países, incluyendo los que se encuentran en vías de desarrollo.

"No había cámaras, ni grabadoras... la logística era mía. Conseguir grapadoras era una odisea, había que pedir favores a la Aduana... En Togo, me recuerdo operando con una cámara que se apagaba continuamente. Todo había que prepararlo con meses de anticipación. Lo pasaba mal con esas deficiencias, pero bueno, yo siempre voy buscando soluciones".

El cirujano, durante uno de sus estancias en äfrica para realizar intervenciones.

El cirujano, durante uno de sus estancias en äfrica para realizar intervenciones. Cedida

Dio con ella: la Fundación Diego González Rivas. Gracias a su puesta en marcha dispone de una unidad móvil, "única en el mundo" que estrenó el pasado año en Ghana. "En dos meses nos vamos a Sierra Leona. Es totalmente autónoma durante 24 horas, tiene paneles solares. Es la más tecnológica del mundo".

Con ella "ofrecemos un hospital con las mismas condiciones que en España, Estados Unidos o China". Viaja siempre con su equipo. "Con mi anestesista, con mis enfermeras. Con mi equipo de expertos".

P.– De esos 10.000 pacientes que lleva operados, ¿recuerda a alguno en especial?

R.– A muchos. Son todos casos límite, muy complejos, con historias dramáticas detrás. Recuerdo especialmente a Yahaira, la primera paciente que operamos a través de la fundación.

Yahaira es peruana y a los 23 años le diagnosticaron un cáncer de pulmón. "Allí la habían operado dos veces y le habían quitado medio pulmón. Lo que ocurrió fue que le quitaron medio pulmón, pero le dejaron el tumor. Al año y medio ya era un tumor maligno".

Se sometió a una tercera cirugía "abierta, agresiva. El cáncer le afectaba ya al corazón y al pericardio. Le dieron quimio y radio..."Con 27 años estaba prácticamente desahuciada. "Ella seguía a una influencier griega a quien yo había operado en Atenas. A ella iban a quitarle un pulmón y yo le dije que se lo reconstruía. Como Yahaira la seguía, leyó la historia, y al preguntarle, la influencer le dijo que contactara conmigo".

Yahaira le escribió por Facebook, Diego le contestó que sí, y que operaban en Madrid. Ella dijo que no tenía dinero ni para el billete. "Entonces me dije que el suyo tenía que ser el primer caso de la Fundación. Le pagamos todo: el billete de ella y de su hermana, la estancia y la operación gratis, por supuesto".

Al llegar, "vino embarazada de cuatro meses. Pero no podíamos esperar más, porque si el tumor crecía, sería inoperable. Hablé con mi anestesista, que es un crack y dijo que podría hacerlo. La operamos a través de una incisión de dos centímetros. A la semana estaba volando de vuelta a Perú".

La sanidad en España

P.– ¿Qué les diría a los jóvenes que estudian o quieren estudiar Medicina?

R.– Que no pierdan la motivación y que no se rindan. La Medicina es una carrera de fondo, siempre se está aprendiendo y se es cada vez más experto. Es una carrera profesional en la que se aprende todos los días.

Para el doctor González Rivas, "lo peor es entrar en la rutina. Hay que buscar siempre nuevos caminos y cambiar continuamente. Mi consejo es que estudien, que trabajen y que tengan pasión". A él, confiesa, el temor a caer en la rutina le pasó durante la pandemia: de repente se vio paralizado en España "y en esas tres semanas desarrollé la robótica que posibilita la técnica uniportal".

El cirujano torácico, con su equipo, en el quirófano móvil con el que opera en África gracias a su Fundación.

El cirujano torácico, con su equipo, en el quirófano móvil con el que opera en África gracias a su Fundación. Cedida

Sobre la sanidad pública española, González Rivas considera que "somos muy afortunados en España, pero se puede mejorar en cuanto a las listas de espera, y más cosas. Sobre todo, incentivando más a los profesionales con mejores sueldos. No es posible tener motivación cuando se cobra lo mismo todos los años".

En España, incide, "los profesionales sanitarios están mal pagados con respecto a otros países, tanto en Medicina como Enfermería. Aquí creo yo que estamos todos de acuerdo. Porque si hay listas de espera, pues te quedas operando en fin de semana. ¿Pero sin pagarles? Si se mejorasen esos detalles, se evitarían además las fugas de talento".

En este punto, explica que "yo no me he ido por eso, de hecho yo opero en Madrid los fines de semana, y como estoy fuera, no puedo estar en la pública. Lo cierto es que nadie que esté bien pagado se va a Reino Unido. Tampoco se va si en Reino Unido le pagan igual que aquí. La calidad de vida que hay en España no la hay en Reino Unido, ni en Alemania, ni en Francia".