Imagen de archivo. Mujer viendo la factura de electricidad.

Imagen de archivo. Mujer viendo la factura de electricidad.

Sociedad

Una mujer consigue que la justicia la absuelva de pagar 15.000 euros de deuda en la factura de la luz

La compañía de electricidad demandó a la propietaria de una lavandería por, supuestamente, haber manipulado el contador.

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La propietaria de una lavandería en Vigo fue demandada por UFD, Distribuidora de Electricidad. La compañía reclamaba una cantidad de 15.640 euros. ¿Por qué? Porque según dicha compañía la propietaria había manipulado el contador de electricidad.

Lo curioso del caso es que todo arranca cuando la propietaria del establecimiento se percata de que su contador tiene una peculiaridad. Y la misma no es otra que cuenta mucho menos consumo de energía que el real. Por eso, y actuando de buena fe, opta por avisar a la compañía de electricidad del problema.

¿Qué sucede entonces? Que la compañía eléctrica envía una factura de más de 15.000 euros, que corresponden a todos los meses que ha calculado menos consumo del habitual. Además, cree que dicho contador había sido manipulado. .

Cuando el Juzgado revisa la demanda, pone el foco en que entre que la propietaria avisó sobre el problema del contador y el técnico de la UFD fue a revisarlo transcurrieron 16 meses

Una situación que fue definida por el juez como “negligente”. Por otro lado, hubo contradicción de las partes sobre el estado del contador. El técnico de la UFD aseguró que este había sido manipulado, pero un técnico independiente de la Xunta de Galicia declaró todo lo contrario.

Este último técnico explicó que era posible que el contador mostrase menos consumo del real porque, cuando se intentó adaptar el aparato a la nueva normativa de tarifas eléctricas, hubiese quedado mal configurado.

Así, el técnico independiente de la Xunta subrayó que las fotografías que presentó UFD como prueba de manipulación del contador no eran válidas. ¿El motivo? Las fotos lo que mostraban era que el aparato se había programado mal para adaptarse a la nueva normativa.

Resolución del juicio

Tras revisar las pruebas presentadas tanto por UFD como por la propietaria de la lavandería, el magistrado sentenció que la parte demandante no propuso pruebas que “ofrecieran una fuerza de convicción superior”.

El magistrado también recalcó que existían “dudas razonables” sobre el sistema utilizado por UFD para hacer la inspección del contador. Y dedujo que hubo un fraude, en vista de que dicha inspección fue llevada a cabo “por un técnico no independiente, sin avisar a la consumidora, con una mera prueba fotográfica sin sello de autenticidad ni marca de fecha fidedigna, cuyo autor ni siquiera ha sido llamado como testigo”.

Así, el Juzgado número 1 de Pontevedra desestimó el recurso de la distribuidora eléctrica UFD contra la propietaria del negocio.

De esta forma, quedó anulada la factura de 15.640 euros a la consumidora porque el demandante no pudo probar que existía un fraude. Además, la tardanza en comprobar la anomalía del contador fue una mala gestión de la propia UFD.