(Foto: Bluscus / Cedida)

(Foto: Bluscus / Cedida)

Gastronomía

Turismo con “xeito”: viajes al centro del atlántico gallego

La empresa viguesa Bluscus organiza rutas gastronómicas donde, además de probar los mejores productos de Galicia, muestran su elaboración y enseñan a respetar y valorar el patrimonio natural e histórico de la tierras gallegas

11 agosto, 2021 06:00

Los primeros días de agosto, suponen, para muchas personas, el comienzo de las vacaciones. Sin embargo, muchas veces el turismo puede resultar perjudicial para el lugar en el que se realiza. En muchas ocasiones es necesario crear un equilibrio entre el ocio, la diversión y el respeto. Además, la pandemia del coronavirus también ha modificado nuestra forma de viajar y de percibir el turismo.

En el contexto actual cobra especial importancia el turismo local, cercano, seguro y, en ocasiones, más económico. Sin embargo, existen pocas ofertas de turismo que puedan ofrecer lo que ofrece la empresa viguesa Bluscus

Fundada por Pablo Mariño en 2014, Bluscus busca ser una empresa didáctica, que ofrece gran diversidad de viajes, rutas, alquileres de barcos y actividades con la costa gallega como eje central. Y si hablamos de turismo con “sustancia”; respetuoso y concienciado, tenemos que mencionar sus rutas gastronómicas, donde el protagonista es el producto gallego y todo lo que le rodea: su hábitat, su elaboración, su venta y las personas detrás de cada mejillón, almeja, lubina o pulpo que llega a nuestras mesas.

Pablo es el director de Bluscus, una empresa turística de Vigo que busca ofrecer rutas y actividades donde la costa gallega es el eje central(Foto: Cedida)

Pablo es el director de Bluscus, una empresa turística de Vigo que busca ofrecer rutas y actividades donde la costa gallega es el eje central(Foto: Cedida)

Voces expertas para cuidar, disfrutar y respetar el mar gallego

Pablo lo tiene claro: “lo que queremos hacer con Bluscus es poner en valor todo el producto que después llega a las mesas. Si veo un mejillón y conozco sus características y todo el trabajo que hay detrás, lo voy a apreciar mucho más”, nos explica. Es por eso que las rutas gastronómicas que organizan desde la empresa cuentan siempre con el asesoramiento de profesionales reales, que se dedican cada día a trabajar en la costa atlántica.

Alrededor de catas y experiencias gastronómicas variadas, se establece un círculo de acción en cada una de las rutas: primero, el participante tiene la suerte de consumir un producto de gran calidad. Segundo, puede ver en primera persona el trabajo de pescadores y mariscadores, a medida que le van proporcionando información muy valiosa sobre las características del producto. Tercero, se forja una idea de un turismo respetuoso, que conoce el trabajo que se realiza en las costas gallegas y que ayudará a mantenerlo en un futuro. 

Las rutas son muy didácticas: en la del mejillón, por ejemplo, explicamos por qué está en veda, el método de extracción, el problema del furtivismo… Queremos dinamizar el territorio a la vez que ponemos en valor el trabajo de las personas que viven del mar”, comenta Pablo. Provenientes de diversos puntos de España y de otros países, los turistas toman conciencia de la necesidad de cuidar un entorno natural tan especial como la costa gallega.

Y no solo turistas extranjeros son los que descubren los secretos de las aguas atlánticas de la mano de Bluscus. Motivado por el aumento del turismo local, Pablo reconoce que cada vez más gallegos se unen a este tipo de rutas. “A veces lo que tenemos más cerca es lo que menos conocemos. Estos dos últimos años ha aumentado considerablemente el número de turistas locales. Es una forma de apreciar lo que tenemos y que muchas veces no valoramos”, apunta el director de Bluscus. Una forma única de “sumergirse” (nunca mejor dicho) en la comunidad local. “Al final, se crea un vínculo especial entre los participantes y los pescadores y mariscadores que nos acompañan”.

De berberechos a navajas: en el mar hay sitio para todos

Otra de las claves de Bluscus es que todas sus rutas y actividades cuentan con un número muy reducido, de unas 10 personas. “Cuando hablamos con pocas personas, el mensaje cala mucho más”, nos cuenta Pablo. Además, gracias a este número reducido, cada actividad o ruta está adaptada para que todas las personas que quieran asistir puedan disfrutar y aprender con la experiencia. Desde un enfoque más infantil si el viaje se realiza con niños, hasta la búsqueda de nuevos medios y procesos para personas con discapacidades auditivas, de visión o de movilidad.

Los contenidos y la información de cada ruta se puede adaptar según el público que asista a la actividad(Foto: Bluscus / Cedida)

Los contenidos y la información de cada ruta se puede adaptar según el público que asista a la actividad(Foto: Bluscus / Cedida)

Entre las ofertas gastronómicas de Bluscus, podemos encontrar actividades bastante diversas, como por ejemplo el cultivo del mejillón en la ría de Vigo. La ruta comienza en el puerto de Cesantes (Redondela) y, a bordo de una pequeña lancha, podremos vivir un día de trabajo tradicional de un barco mejillonero: desde la recogida de la cría, el desdoblamiento hasta el proceso de empaquetado y comercialización. Podremos conocer las características del mejillón cultivado en la ría, el impacto cultural del mar en la zona, con una pequeña parada en la antigua fábrica de conservas del alemán, Meirande. 

Las rutas gastronómicas que ofrece Bluscus nos muestran Galicia y sus productos desde una perspectiva cercana y local, con mariscadores y marineros profesionales(Foto: Cedida)

Las rutas gastronómicas que ofrece Bluscus nos muestran Galicia y sus productos desde una perspectiva cercana y local, con mariscadores y marineros profesionales(Foto: Cedida)

También existe otra ruta, la de la ría de Aldán, en la que podremos montar en un barco mejillonero tradicional de madera, donde, además de degustar unos deliciosos mejillones de la ría, aprenderemos todos los secretos sobre el cultivo y la reproducción del mejillón.

Si optamos por ponernos las botas de agua, podemos participar en los talleres de marisqueo que organizan en Cambados, Carril o Redondela, de 12 euros por persona. En esta actividad estaremos acompañados por una marisquera profesional, que compartirá los trucos de su oficio y la importancia de respetar su trabajo cada vez que vayamos a la playa. Una actividad idónea para conocer (y valorar) el duro trabajo que hay detrás de una buena mariscada.

Y ojo, porque también hay planes para aquellos aficionados al anzuelo y el sedal. Desde jornadas de pesca de la lubina en la Illa de Arousa hasta Finisterre, un plan ideal para aquellos que quieran disfrutar de una tarde de pesca pero que no tengan ni el material ni la experiencia necesaria para echarse al mar. San Martiños, lubinas, sargos, brujas, jureles… son algunos de los peces que podremos pescar y llevarnos a casa.

Para los amantes de los fogones, Bluscus también nos ofrece un taller de cocina marinera, donde nos guiarán para encontrar los mejores productos dentro del mercado de abastos. Después, acompañados por una chef profesional, podremos crear platos únicos de los que disfrutaremos en la Quinta de San Amaro, en pleno corazón de las Rías Baixas.

¿Lo mejor de todo? ¡Que ahí no acaba la cosa! Podemos visitar una conservera en Cambados, disfrutar de grandes ofertas enoturísticas como una visita a los viñedos del Pazo Fefiñáns… Una oportunidad de apoyar un turismo local, sostenible, respetuoso y de calidad. Una forma de redescubrir Galicia y todo lo que nos ofrece. ¿Te animas?