
Los doctores Diego González Rivas y Régulo Ávila realizan una compleja e infrecuente cirugía torácica en el Hospital Ruber Internacional.
Así se elimina un tumor en el pulmón con una única incisión: el éxito de la cirugía torácica mínimamente invasiva
Los doctores Régulo Ávila y Diego González Rivas realizan con éxito una compleja intervención en el Hospital Ruber Internacional que evita la quimioterapia.
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La cirugía médica vive desde hace algún tiempo una auténtica revolución. Muestra de ello es que en el Hospital Ruber Internacional de Madrid se ha realizado una cirugía compleja e infrecuente para salvar a una paciente con un tumor en el pulmón especialmente complicado. Esta mujer de 50 años presentaba un tumor en el pulmón izquierdo que había alcanzado el bronquio principal y la carina. La carina se sitúa en la base de la tráquea, es justo el lugar donde se divide en los dos bronquios principales que llevan el aire a los pulmones.
La intervención estuvo liderada por los doctores Diego González Rivas y Régulo Ávila Martínez, de la Unidad de Cirugía Torácica mínimamente invasiva de este centro madrileño. Que un tumor de pulmón se extienda a la carina es una peligrosa señal porque "si llega hasta ahí, no se puede resecar porque invade la tráquea", explica Ávila en declaraciones a EL ESPAÑOL. El procedimiento consistió en extirpar el pulmón afectado y cortar la carina traqueal.
Después de retirar las partes afectadas, el equipo médico tuvo que conectar el pulmón derecho directamente a la tráquea. La cirugía es considerada como mínimamente invasiva y representa "la mejor opción para la recuperación de los pacientes y para disminuir la morbilidad de la cirugía", según Ávila. "La unión del pulmón a la tráquea es la única forma en la que puede llegar el aire a los pulmones. La paciente no pierde calidad de vida, todo lo contrario".
El médico explica que la paciente mejorará debido a que si el pulmón se reseca, deja de funcionar. Igualmente, el riego sanguíneo lo seguiría atravesando, pero no participaría en la oxigenación. Es lo que se conoce como efecto shunt. "No existen otras opciones, la paciente había recibido quimioterapia y radioterapia y el tumor seguía creciendo", afirma Ávila. "Si no realizamos esta operación, el tumor terminaría obstruyendo el otro pulmón y la persona podría fallecer en poco tiempo".
Uno de los mayores retos a los que se enfrentó este equipo médico a la hora de operar a esta paciente fue mantener su ventilación. Contaron para ello dos herramientas que Ávila ha descrito como "un pulmón artificial durante la cirugía". Por un lado, contaron con un sistema de ventilación selectiva pulmonar (FCV, por sus siglas en inglés) con un tubo endotraqueal ultrafino llamado Tribute. Por otro, un Sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea llamado ECMO.
Una cirugía compleja
Estos novedosos sistemas trabajan como una terapia de rescate que consiste en un equipo de oxigenación, que permite realizar la función respiratoria y oxigenar la sangre mientras los pulmones pueden permanecer inactivos. Este sistema se emplea con frecuencia en los trasplantes de pulmón. "Es un procedimiento posible y curativo, pero complejo, ya que conlleva muchos riesgos".
Según explica Ávila, el mayor de estos riesgos es que se produzca una fístula, "es decir, que se rompa la sutura en la tráquea, y eso sería una consecuencia catastrófica". Además de la complejidad de unir el pulmón a la tráquea, el médico subraya que esta paciente contaba con un peligro extra: "Al estar radiada la paciente y tener que despegar el pulmón y el corazón, el riesgo es mayor".

Omicrono
Los casos en los que esta cirugía es necesaria son escasos y el proceso completo lleva unas seis horas. El equipo se compuso de tres cirujanos, un anestesista, una perfusionista, enfermeras y el resto de personal del quirófano. Tras la intervención, el equipo pudo extubar a la paciente de manera inmediata a cirugía o a lo largo del día siguiente. "Después, podrá hacer vida normal porque la operación es mínimamente invasiva, con una única incisión", señala Ávila.
"Además, en principio, la paciente no necesitará ningún tratamiento de radioterapia ni quimioterapia", explica este médico. ¿Puede considerarse a la paciente curada después de la intervención? "La cirugía siempre la hacemos con intención curativa, pero es la anatomía patológica definitiva la que finalmente permite decidir si el paciente es candidato o no a otros tratamientos".