El sufrimiento de Isabel II, reflejado en su rúbrica: lo que revela su grafía sobre su complicada situación
Los problemas de salud de la soberana han alterado su siempre escrupulosa agenda, algo que la Reina no ha tolerado nunca para no mostrarse débil.
2 septiembre, 2022 01:02Isabel II (96 años) celebró a principios del verano su Jubileo de Platino, por los 70 años que ha cumplido en el trono de Reino Unido. Ya entonces, en los festejos que se hicieron en su honor, se pudo comprobar la delicada salud de la monarca, porque no estuvo presente en varias citas de relevancia, fue sustituida por sus hijos y nietos, y en los actos en los que sí aparecía dejó patente su debilidad.
La preocupación por su estado de salud ha ido en aumento desde entonces, y, más aún, con las últimas informaciones que se han dado a conocer. Carlos de Inglaterra (73) visita cada día a su madre, algo que nunca había sucedido y que indica cómo está la situación. Además, la Reina ha tomado una histórica decisión que pone el foco sus cada vez más pronunciados achaques y sus impedimentos para llevar a cabo su día a día y su agenda con normalidad. Isabel II recibirá a Boris Johnson (58) en el castillo de Balmoral, donde pasa sus vacaciones desde el pasado mes de julio. Por primera vez en la historia, un jefe del Ejecutivo deberá desplazarse hasta Escocia para poder reunirse con la soberana.
Este hecho insólito es debido únicamente a los problemas de movilidad de Isabel II, por lo que se ha visto obligada a tener que ceder contra su voluntad y cambiar la Historia. Es algo que atenta contra el ADN de la Reina, que siempre ha trabajado por no mostrar debilidad públicamente y mostrar su mejor versión, a menudo disimulando. Pero esta vez no ha podido ser, sus circunstancias están por encima de su carácter.
Precisamente esa personalidad fuerte y obstinada queda muy patente en su rúbrica, que cada vez muestra un trazo más inestable, pero mantiene su esencia. Así lo confirma Macarena Arnás, grafóloga, perito, escritora y coach con la que se ha puesto en contacto EL ESPAÑOL. La experta ha observado dos tipos de firmas de la soberana, una de su faceta más personal, con la que rubrica las cartas a sus familias, y en las que escribe Lilibet, y después, su firma oficial como Reina del país.
"En el caso de esta escritura observo que las letras son de gran tamaño con pies prolongados y la barra de la T alta. Lo que refleja que es una mujer orgullosa, con tendencia a imponer su criterio pudiendo llegar a ser terca. Es espontánea y directa. Los pies prolongados indican que es realista y con necesidad de estabilidad", explica en un primer vistazo la especialista.
Al fijarse en los trazos de su firma más oficial, la experta advierte otro aspecto claro de la personalidad de la monarca: "La firma es sencilla con rúbrica en forma de subrayado y letras grandes, lo que simboliza necesidad de reconocimiento y una persona que se muestra de igual manera en la esfera social y personal".
Sin embargo, sí se perciben cambios en la versión de Lilibet: "La firma en este caso, a pesar de cambiar el nombre vuelve aparecer rúbrica en firma de subrayado es una grafía que muestra mayor cercanía pero sin embargo se aprecia un pequeño gancho que se ejecuta en la zona de la derecha, propio de una persona que puede tener cierta tendencia a echar balones fuera. Predomina de nuevo la sencillez de la escrita y la naturalidad propia de un carácter directo, pudiendo llegar a ser excesivamente clara en su argumento", desliza Arnás. Y añade: "Hay que tener en cuenta que ella es anglosajona, y es que hace rúbrica a favor de subrayado, y es que en las firmas anglosajonas no se suelen rubricar".
Según indica la grafóloga, se puede hablar de que Isabel II "es una mujer de temperamento fuerte, con necesidad de claridad, orgullosa e independiente. Pudiendo llegar a ser algo terca y constante para defender sus ideas".
Pero ¿por qué utiliza firmas diferentes? La experta lo aclara: "Los monarcas suelen tener dos firmas, igual que los profesionales que están acostumbradas a firmar documentos. Esta tendencia tampoco hace que cambie mucho el análisis de su personalidad. Aunque es verdad que cuando se firma diferente, de algún modo, se quiere dar a entender que esta persona se comporta de un modo u otro dependiendo del entorno en el que esté, pero como sus firmas apenas son diferentes, sí se puede apreciar que en su entorno más personal puede ser incluso más orgullosa que en la esfera social".
Con todo ello, dado el temperamento que la experta percibe en su grafía, ¿cómo hace frente la soberana a las situaciones difíciles que vive ahora? ¿Siente frustración? "El hecho de que sea una mujer con un temperamento fuerte y muy, muy orgullosa, indica que es una persona que intenta controlar mucho su imagen y que puede aparentar ser más fuerte de lo que realmente es, entonces yo sí que diría que es una mujer que puede estar sufriendo mucho, pero al ser tan fuerte o con un temperamento fuerte intenta controlar al máximo", desgrana la experta tras realizar su análisis grafológico.