Dragó: "Abascal no entiende de libros ni de marihuana, él bebe el vino de las tabernas"
"El guerracivilismo no lo inventa Santi: en España la situación es como la del 36" / "Abascal tiene de Unamuno el ser españolísimo" / "Él preferiría que no existiera el Ministerio de Cultura: la guerra la empezaron los del cine".
2 abril, 2019 03:44Sánchez Dragó dice que el estilo de vida de Santiago Abascal es diferente al suyo: "Yo soy un libertino, él es un buen chico. Él es un biempensante, yo soy un disoluto. Él es un buen marido, un hombre fiel a su esposa, no fuma...". Chasquea la lengua. Con todo, le entiende. Por eso se ha sentado a escucharle, porque no considera que Abascal lidere un partido político, sino "un movimiento": "Y yo, como escritor, tengo que recogerlo. El orden del mundo está cambiando. Yo estoy siempre pendiente de ese 'algo que ocurre en la calle', que decía Juan de Mairena".
La España vertebrada (Planeta), la primera biografía de Abascal -firmada por Dragó- trata de ser una conversación "literaria, no literal": "La parte de Santi se la di a leer para no poner nada que no quisiera en su boca, porque he reelaborado sus declaraciones literariamente. La transcripción oral es insoportable. He sido fiel al espíritu. Santi corrigió nueve o diez cosillas sin importancia, un adjetivo por aquí y otro por allá". Señala el escritor, con severidad, que él no va a aceptar ningún cargo político. "No soy de Vox, soy rigurosamente independiente, lo he sido toda mi vida. No tengo partidos, ni iglesias, ni reyes".
¿Cómo definiría a Santiago Abascal, o a Santi, como usted lo llama, después de charlar hondamente con él?
Yo creo que en esto coincide todo el mundo, hasta sus enemigos: Santi es una persona muy simpática. Le cae bien a todo el mundo, otra cosa es que sus ideas te parezcan mal. Yo lo definiría como una persona decente y como una persona valiente. Eso en política es importantísimo. Casi todos los políticos que hay en el mundo son cobardicas. Cuando Santi habla de la “derechita cobarde” también se puede aplicar a la izquierdita cobarde, y la macronitis cobarde, todo el mundo es cobarde. Él reúne las condiciones de un líder: es firme, contundente, está convencido de llevar a cabo sus ideas, digan lo que digan las encuestas. No busca el poder, busca llevar al poder sus ideas. A veces disiento con él, en cualquier caso. No es un intelectual, no es un filósofo, es un representante del pueblo. Y esa gente del pueblo, esa gente llana, son los cazadores, los aficionados a los toros, los que tienen en su casa un hámster… es el voto del sentido común.
Sí que da la sensación leyendo el libro de que tiene pocas referencias culturales, ¿no?
Por supuesto que tiene pocas referencias culturales.
Isabel La Católica, la Reconquista...
Sí, sin duda. Poco más. Ese es su mundo. Más que su ideario, es su imaginario. En definitiva, los podemitas hablaban siempre de la casta. Santi habla de la oligarquía: son esos políticos que viven totalmente de espaldas a la realidad, en sus torres de marfil, y como decía Antonio Machado, no beben el vino de las tabernas. Santi bebe el vino de las tabernas.
¿Cree que Aznar es derechita cobarde? El otro día le contestó a Abascal acerca del tema, diciendo que a él nadie le llama eso a la cara.
Eso es una bravuconada, a todos se nos calienta la boca, y en un mitin todavía más. Aznar no fue derechita cobarde. Aznar ha sido el único gobernante de derechas que ha habido en este país, todo lo demás ha sido socialdemocracia. Rajoy era socialdemócrata, los socialistas, los podemitas también… en España y en Europa se ha llegado al pensamiento único que era el de la socialdemocracia. Y eso es un ciclo que ha terminado. Hemos pasado de la lírica a la épica. Los seres humanos oscilamos. Somos depredadores: no vas a convencer al león de que no tenga ganas de dentellear a la gacela, por mucho que lleguen las feministas, los relativistas y los buenistas y quien sea. Es la llamada de la épica, y ahora estamos entrando ahí. Estamos hartos de la socialdemocracia, que es el mundo subvencionado, y además es insostenible psicológica y económicamente. Aunque vengamos de un periodo de lírica, tenemos nostalgia de la épica. Tenemos nostalgia de cuando sucedían cosas. La épica es más divertida que la lírica.
La épica puede ser peligrosa.
Por supuesto. Y la lírica también. Las dos cosas tienen fundamento en la naturaleza. Desde que murió Franco, España ha estado sumergida en un sueño lírico y ahora estamos despertando porque somos como somos. Esto es Hegel puro. Tesis, antítesis, síntesis. Acción y reacción. Después de este periodo de progrecracia, llega la reaccionariocracia.
El libro deja cierta sensación belicista. Dice Abascal que la guerra está en la naturaleza y que va a volver, que apoya el servicio militar, que si las armas… Hay algo guerracivilista aquí, ¿no? Hay algo que puede abrir la brecha entre las Españas.
El guerracivilismo no lo inventa Santi Abascal. España es el país (y esto es un dato histórico) que más guerras civiles ha tenido en la humanidad junto a Rusia. Los dos únicos países en el mundo que se declinan en plural son “las Españas” y “las Rusias”. Llevamos inscrito en nuestro ADN histórico la tendencia a las guerras civiles. Yo he estudiado mucho la guerra civil. Y la situación en España ahora mismo es idéntica, en cuanto a ideas, a la del 36. Con la única diferencia de que no ha habido asesinatos.
Es una gran diferencia.
Sí, pero ideológicamente estamos en plena guerra civil.
¿No cree que cuando un representante político adquiere ese tono colabora aún más a la tensión?
Mira a los fachas de izquierdas que han ido a reventar el acto de Abascal en Barcelona… no hay que ser de derechas ni de izquierdas para condenar una cosa así. Pero el fascismo en España en estos momentos es patrimonio exclusivo de la izquierda. La derecha no es fascista. La guerra civil está ahí y no podemos ignorarla, lo que podemos hacer es evitarla. Cuando Santi habla de eso, habla de algo que está en la calle y que la gente siente.
¿Es necesario el militarismo?
De la misma forma en que quien tiene autoridad no es autoritario (el autoritario no tiene autoridad), no hay que confundir el militarismo con el servicio militar. El servicio militar es una escuela de educación cívica. Yo hice el servicio militar: uno de los momentos más extraordinarios de mi vida. Un mundo rudo, ascético, espartano, un mundo que me enseñó la disciplina y la jerarquía, algo importantísimo, porque la naturaleza es jerárquica. Al mismo tiempo fue un elemento de cohesión extraordinario con personas que nunca hubiera conocido. Gente analfabeta, paupérrima, gente que venía de todas partes. Un formidable instrumento que curtía a la gente. No matábamos a nadie. No nos preparaban para ir a la guerra. Hasta Macron, que es un blandiblu, está volviendo a poner el servicio militar. Es un gran acierto. Los jóvenes están ahora con el móvil y todo esto… bah, que vayan al servicio militar y que se enteren de lo que es la vida, y que se enteren de lo que es la amistad y la forja de las personas. Luego, lo de llevar armas: yo soy libertario, estoy a favor.
¿No es confiar mucho en la responsabilidad de la gente?
Quien quiera matar a una persona, la va a matar igual tenga o no tenga una pistola en casa. Lo estamos viendo con los crímenes de violencia de género, que están aumentando y sin armas. No seamos hipócritas: el problema de las armas es que se fabriquen. Firmaría una prohibición absoluta de fabricar armas en todo el mundo. Dejen de fabricar armas y se habrá acabado el problema.
Mire el caso de EEUU. En 2018 vivió su peor año en cuanto a muertos por armas de fuego desde 1996, con casi 40.000 muertos. Y el drama de las masacres en los institutos, que han hecho de esta causa la segunda en mortalidad infantil.
Bueno, bueno. Yo no me creo esas cifras, no me creo ninguna cifra y menos las que vienen de instituciones oficiales. Yo voy a EEUU y tengo mayor sensación de seguridad que la que tengo en España en determinados lugares. Claro que hay locos con ametralladora y se cepilla a 40 chavales. Eso son locos. Lo harían de otra manera. Fabricarían bombas caseras, que es tirado. Quien quiera matar, va a matar. Un ciudadano responsable que va a su trabajo, que cuida de los suyos, que paga sus impuestos… ¿por qué no va a tener armas?
No estamos en el Oeste. Da la sensación de que tenemos que defendernos continuamente de ataques externos.
Es que tenemos que defendernos de ataques externos. La agresividad de la sociedad en la que vivimos es impresionante. Hay otra cosa que son los derechos: por qué un soldado o un policía puede llevar armas y yo, que soy un ciudadano honorable y pacífico, no. El primer derecho de los seres vivos es defenderse de las agresiones, es el instinto de conservación. Y ojo, que el far west es la historia de los EEUU. Los EEUU se forjan cabalgando hacia el Oeste. A un americano no le cabe en la cabeza que un no pueda llevar revólver, porque el revólver significó la ley. Con el revólver llegó la ley y la persecución del delito.
Es curioso que se plantee legalizar las armas antes que la marihuana.
Bromeamos sobre eso. Yo tenía galletas de maría: “Santi, coño, pruébalas”. “No, no, yo no la pruebo”. Yo entiendo que a una persona no le guste la marihuana, pero no entiendo que no la pruebe. Esa distancia que va entre el bienpensante y el libertino es lo más sorprendente entre Santi y yo. Mira, Santi no es un intelectual, no es un gran lector. Ha leído algo, pero no muchísimos libros. Cuando le pregunto por libros, se va a los Episodios nacionales… se va a libros políticos porque él es un político. No entiende de libros ni de marihuana, ni de estas cosas. Ya te decía que es más del vino de las tabernas. Hablarle a Santi de la marihuana es como hablarle a mi madre. No sabe nada de eso, no ha sido progre nunca. Yo sí he sido progre.
Pero si una de sus grandes bazas es “la libertad”, es la libertad con todas sus consecuencias.
Él no prohíbe lo de tomar marihuana, pero con lo de legalizar se asusta…
También dice que es unamuniano. Es muy llamativo, porque Unamuno era un personaje polémico tanto para la derecha como para la izquierda. Aunque al principio coqueteó con el golpe de Estado, pronto condenó el franquismo.
Las dos cosas.
Pero cuando vio el percal…
Tuvo contacto con La Falange… navegó entre dos aguas, porque Unamuno es la duda. Unamuno es muy español. Ortega es muy alemán. ¿Quién no es unamuniano en este país? Unamuno es “que se españolicen ellos, no nos europeicemos”. Unamuno tiene buena imagen, a pesar de que era un gruñón. A todo el mundo el cae bien Unamuno. Tiene buena prensa.
¿Qué tiene Abascal de Unamuno?
El amor a España. Abascal tiene una idea central. Es un navío con un mástil central, ese mástil es España. Es su columna vertebral. Desde ese punto de vista, tiene en común con Unamuno el ser españolísimo. Unamuno decía “soy vasco y por ello, doblemente español”. Más español que Unamuno no hay nadie.
Ayer el Papa Francisco decía en una entrevista a Jordi Évole que ningún país que saque a sus muertos de las cunetas puede mirar hacia el futuro. No sé si Abascal y el Papa se llevarían muy bien.
Bueno, yo le hago la pregunta en el libro y se escurre. No quiere hablar mal del Papa, pero es evidente que la figura de este Papa no le es simpática.
¿Es demasiado progresista para él?
Es podemita, directamente. Es yihadista. Este Papa se está cargando la Iglesia. Después de este Papa, c’est fini. Habrá algún coletazo, pero ya está. No creo que le caiga bien a Abascal: el ideario de este Papa le es contrario. Él es católico creyente, militante, practicante. Qué va a decir del Papa.
A usted, que es un hombre libertino, ¿no le parece un poco casposa la recuperación de símbolos a veces anquilosados?
Bueno, yo soy arcaico a más no poder, soy un troglodita, un neandertal, detesto la tecnología. Tengo nostalgia del mundo ido. Todo lo anterior me gusta más que lo actual. Lo que se nos viene encima es el apocalipsis: el mundo se ha acabado, la historia se ha acabado y yo me troncho de risa. Por el deterioro ambiental, ya hemos cruzado todas las líneas posibles. Pero los himnos… no me gustan en general, me gustan cuando la letra y la música son bonitas. Me gusta la Marsellesa, a pesar de que no comulgo con los ideales de la Revolución Francesa, y me gusta muchísimo el Cara al sol, no por falangismo, sino porque es un himno muy bonito. El himno nacional es ramplón, pero a mí eso me da igual. Lo que me parece razonable es que si suena el himno de tal país, la gente se ponga en pie y lo respete, por una cuestión de buena educación y nada más.
¿Tiene algo Abascal de Franco?
Pues no lo creo, ¿eh? Lo que pasa es que, claro… lo del franquismo, la gente… la gente no se da cuenta. Si dices que Franco no era como Hitler, es que eres franquista. En España en la época de Franco se vivía mejor: el mundo era más agradable. Y en la República también, y en la dictadura de Primo de Rivera, también. Si me preguntas qué puede traer Abascal que hubiese con Franco… pues es difícil, porque el mundo inexorablemente avanza. Abascal no quiere ni pretende… si yo fuera Abascal, si yo fuera jefe de Gobierno, no me temblaría el pulso y prohibiría internet. Uno de los problemas de la democracia es que se convierte en una máquina de leyes. Para que una sociedad se esponje y crezca como un souflé, hay que dejarla que ella misma se organice. En la época de Franco había muy pocas leyes. Una de las tareas primordiales que debería afrontar ahora un político es coger las tijeras y eliminar el 80% de las leyes. Yo, de hecho, eliminaría la política de cuajo: no sirve para nada. La progrecracia tiene la idea de que todo es política, yo creo que nada es política.
Un extracto polémico del libro. Hablan Abascal y usted del aborto y usted dice que la mujer encinta es como un taxi que lleva a un pasajero, pero que no por ello puede matarlo. Abascal se muestra de acuerdo, dice que “explicado así es bastante claro”. ¿Eso es cosificación?
No, cosificación no. Es una metáfora, por supuesto, pero la gente no entiende ya la metáfora ni la ironía. No queríamos decir que la mujer fuese un taxi, evidentemente. Que no se entiendan las metáforas es grave. Pero lo mantengo. La única cosificación es la del niño abortado, se le convierte en un mueblecito. La mujer es dueña de su cuerpo, pero el niño no es su cuerpo. Ella se convierte en vehículo, ¿no quieres llamarlo taxi? Llámalo carroza imperial. Es evidente que es un vehículo que durante nueve meses lleva en su seno a una persona, no una cosa. Es persona desde el mismo momento en que se produce la concepción. En la India hay muchísimas culturas en las que la edad se cuenta desde el momento de la concepción. El aborto es un asesinato, y de ahí no me van a mover. Y no es un trauma sólo de la mujer, sino también del padre. Yo veo mejor que ese hijo se dé en adopción.
Abascal dice que esto es culpa de la pérdida de valores. De “los botellones”.
Y tiene razón.
Abortos ha habido toda la vida.
Pero ahora podemos controlar las concepciones. Quien se queda embarazada sin quererlo, hoy incurre en un acto de irresponsabilidad.
En cualquier caso, siempre va a haber abortos. La cuestión es: ¿con qué garantías, con qué seguridad sanitaria…? ¿La solución es que las mujeres vuelvan a irse a Londres a abortar y sólo lo hagan las ricas, o que los abortos sean ilegales y, por tanto, peligrosos?
Y también va a haber siempre asesinatos, y siempre robos, y siempre terrorismo. Eso no significa que tengamos que alentarlo, o facilitarlo. No. Sé que esto es un punto de ruptura, sobre todo con las mujeres jóvenes.
Abascal también dice que los niños necesitan el modelo masculino y femenino, el padre y la madre. Así se opone, de alguna manera, a otros modelos de familia. También se aleja de la concepción de matrimonio homosexual, aún recordando que respeta la libertad sexual.
A ver, yo si algo no soy, es homófobo. Eso está en las hemerotecas. Toda mi vida he defendido la homosexualidad. Yo mismo he tenido relaciones homosexuales, aunque no sea lo mío, pero las he probado. No tengo nada en contra de los homosexuales. Pero si me llevas al terreno de los niños, sí. Te digo lo que te diría Freud. Lo mejor que puede haber para un niño es un modelo masculino y otro femenino. Yo mantengo la unión familiar y el capullo de la familia porque quiero que mi hijo crezca protegido. Es el yin y el yang. A mí me faltó pronto el modelo masculino, así que sé de lo que hablo. Y por eso me costó ser padre, pero he aprendido a serlo. Eso no es de derechas ni de izquierdas, esto es psicología, es biología, es Freud, es Jung. Dicho esto: el matrimonio homosexual. ¡Yo soy enemigo del matrimonio, del homosexual y del heterosexual! No entiendo que las relaciones tengan que institucionalizarse por medio de pólizas, notarios, lo que sea. Eso me da igual.
Hay familias LGTB que adoptan, ¿eso lo ve mal? Hay muchos modelos de amor.
Tener hijos no es obligatorio. Hay muchas personas que se empeñan en tener hijos cuando por lo que sea no los pueden tener. Bueno, si biológicamente no se puede… pues ya está, igual que yo no soy capaz de bailar claqué. Hay que aprender a resignarse en la vida. Si tú optas por tener una pareja homosexual, resígnate a no tener hijos. Para mí la adopción es un recurso in extremis.
¿Qué hay del muro en Ceuta y Melilla pagado por Marruecos para “contener” a los inmigrantes?
Bueno, muros ha habido muchos a lo largo de la historia. El muro está ahí, hasta una puerta es un muro entre dos habitaciones. Evidentemente, Trump quiere un muro. Los progres de Alemania occidental… sin embargo no creo que el muro vaya a resolver el problema. Quizá no se vaya a resolver nunca, porque los problemas forman parte de la naturaleza humana.
Abascal dice que una de sus máximas es estar a favor de la vida, pero, ¿de la vida de quién? ¿La de los inmigrantes no cuenta?
Mira, pero estás hablando con una persona, yo, que ni siquiera mata mosquitos. Intento convencerlo para que se vaya de la habitación. Para mí la vida es sagrada a todos los niveles: hasta en el nivel de la flor, del insecto, de los animales, y por supuesto en estos niveles de los que hablamos. Lo de los inmigrantes es algo a lo que a cualquier precio hay que poner coto. Los guetos y las agresiones interraciales e interculturales se producen cuando la sociedad no es homogénea. Eso en Japón jamás lo verás. Hay que ser cosmopolitas, pero homogéneos. La inmigración es el caballo de Troya del fascismo. Si no le ponemos freno pasará lo de los nazis o lo de los soviéticos.
¿Qué resultado electoral le augura a Vox?
90 diputados. Y si me equivoco, me da igual, porque no soy politólogo, soy un hombre de la calle. O quítale: 70 diputados. De los tres partidos de la derecha trifálica, como la llaman ahora, va a ser el más votado de los tres. En Andalucía ya acerté, y está grabado, lo dije en la radio.
Dice Abascal que no le importaría quitar el Ministerio de Cultura. Que basta con que no molesten, las gentes del sector. ¿Qué opinión le merece esto como escritor?
Siempre he sido partidario de suprimir el Ministerio de Cultura. Igual que siempre he sido partidario de que no haya una Escuela de Periodismo.
¿No cree que la cultura también vertebra España?
Sí, pero tú no tienes por qué pagar que a mí se me ocurra una obra de teatro surrealista y la represente. Es que España no es una marca, es una idea, un sentimiento. La cultura lo único que necesita es libertad y espontaneidad. Y leer no es obligatorio, que no vengan con campañas institucionales. Leer es una devoción. Quien no quiera leer, que no lea. Y que nadie me diga lo que tengo que leer.
Que usted esté en contra, de acuerdo, pero, ¿que lo esté un presidenciable?
Supongo que preferiría que no existiera el ministerio de Cultura.
No se lleva muy bien con los trabajadores del cine. Mire lo que pasó en los Goya.
No, es que quien no se lleva bien con él es la gente del cine. La guerra la empiezan ellos. Los que atacan la derecha son los del cine.