Fátima, la enfermera, y Alberto, el músico Hombre G: un oro curtido a base de kilómetros y sacrificios
Ambos decían en la previa que querían la medalla en el mixto por encima de la individual. La historia del éxito de Alberto Fernández y Fátima Gálvez.
31 julio, 2021 15:05Noticias relacionadas
"Quiero ganar la medalla en los Juegos Olímpicos contigo", ese fue el mensaje que le lanzó Alberto Fernández (Madrid, 1983) a Fátima Gálvez (Baena, Córdoba, 1987) después de ser bronce en el último Europeo. A ambos se les había resistido el metal en Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016 de forma individual, pero llevaban compitiendo juntos bastantes años. Los dos referentes del foso en España han conseguido el primer oro de Tokio 2020 para la delegación nacional para encumbrarse en este deporte a nivel internacional. Es un gran éxito para el país y para este deporte minoritario, pero también es el triunfo del compañerismo y de la igualdad.
Habían ganado campeonatos del mundo, son dos de los principales tiradores en los ránking y son internacionalmente reconocidos dentro de este deporte. No se habla de ellos tanto como se debería, aunque sus éxitos no paren de llegar. Después de una carrera larga, han llegado a esta cita olímpica en la edad que todos reconocen como la mejor en esta modalidad. Con sus escopetas han roto los suficientes platos para doblegar a la pareja de San Marino y conseguir el preciado metal.
Siempre han rondado las opciones de medalla y algunos fallos puntuales les han alejado del premio. En esta ocasión, han participado tanto en la prueba masculina como en la femenina y en la mixta. Tres competiciones en las que habían demostrado durante lo que va de año que llegan en muy buena forma. Finalmente, el premio llegó en la categoría grupal, que se estrenaba en los JJOO. El COI sigue trabjando en la igualdad con pruebas como estas, una oportunidad que le ha brindado a la pareja para brillar por fin.
¡Y llegó el primer oro para España en #Tokyo2020!
— RTVE (@rtve) July 31, 2021
Así fue la dura competición en la que Fátima Gálvez y Alberto Fernández ganaron el oro en tiro Olímpico mixto. #TokyoRTVE31J #Tokyo2020RTVE pic.twitter.com/poMuhRJnJE
Una actuación inolvidable de Alberto Fernández y una Fátima Gálvez que se repuso al mal inicio quedará para el recuerdo por ser los primeros campeones olímpicos de esta clase. La magia de los Juegos Olímpicos también es esa. Deportes minoritarios que pasan a ser de los más comentados de un día para otro. Y eso es lo que ha pasado con el tiro, ya que gracias a él, España ha acabado con la presión que suponía no tener ningún primer puesto hasta el momento. Con esa tensión y también muchos otros percances han tenido que convivir los dos tiradores para llegar a este punto en sus carreras.
200 kilómetros
Esa es la distancia, de ida y vuelta, que separa Baena de Las Gabias, Granada, donde se encuentra el club de tiro en el que se entrena y donde ahora vive. Durante muchos años estuvo a caballo entre estas dos localidades y recorría las carreteras que las unen a diario. Con su madurez, decidió estudiar y dedicarse a la enfermería, donde solo ha realizado prácticas mientras iba puliendo la habilidad con la escopeta que cogió prácticamente siendo una niña, viendo a su padre Pío cazar y, también, disparando a escondidas.
La pequeña de cuatro hermanas (María José, Inma y Pamela) consiguió su primer campeonato de España con tan solo 14 años y, dos años después, estuvoa punto de encumbrarse en un Mundial junior en el que era la más pequeña. Se proclamó campeona del mundo en 2015 en Lonato, Italia, el considerado su santuario por ser el lugar donde también ganó el junior en 2007 y se llevó otro bronce en 2019. Su rendimiento en esta última década ha sido impecable.
Fátima es una devota de la Semana Santa de su pueblo y de toda la región de Córdoba y una persona muy familiar, cuestión que le pesó durante el confinamiento de 2020, que tuvo que pasar lejos de ellos. Ahora también estudia Psicología, algo que también le ha ayudado a gestionar la presión en cada campeonato. Unos nervios de acero que le permitieron remontar un mal inicio en la gran final para conseguir el sueño de su vida. La niña que disparaba a escondidas se ha destapado ante el mundo en Tokio.
Los Geiperman
Así es el nombre del grupo de Alberto Fernández con el que rinde tributo a los Hombres G. Junto a Álvaro Hervás, Javier Provencio y Alberto Moliner se embarcó en este proyecto para combinar sus pasiones tanto por la música como por el historico grupo español. Este sábado, el tirador puede decir que se lo ha pasado bien, aunque no se le da mal tampoco lo de cantarlo. En cualquier caso, lo suyo es la guitarra que maneja igual de bien que la escopeta.
La letra 'G' ha marcado su vida, ya que su padre, Gregorio, fue el hombre que le insufló la pasión por el tiro. Lo ha ganado todo a nivel internacional y solo le faltaba esa medalla olímpica que pusiera la guinda en el pastel de su trayectoria. Esas seis horas al día, como mínimo, que emplea para prepararse han encontrado su razón de ser con esta presea de Tokio 2020. Sus capacidades le permiten romper más de 500 platos en una sola sesión.
Son estos éxitos los que le han permitido abrir su propio club de tiro y también dar clases por todo el mundo. La gran inversión que ha tenido que llevar a cabo para ir cumpliendo todas estas metas no ha sido pequeña, sobre todo tratándose de un deporte minoritario. El madrileño, aunque vive en Illescas, Toledo, se ha sacado su particular espina y pasará a la historia como uno de las personas que más ha hecho en España por este deporte. Es un tirador inusual, porque lo habitual es que el profesional vea perfectamente y no necesite llevar gafas. Pero ha demostrado que su punto de mira es el mejor combinándolo con el de Fátima.
[Más información: Alberto Fernández y Fátima Gálvez, un oro en el nombre del padre: la historia de una medalla]