Márquez: "He aprendido a saber dosificarme en la pista y en la vida"
El líder de MotoGP habla de su frustrada reconciliación con Rossi, de su nuevo ‘team manager’ en el Repsol Honda y de la llegada de Lorenzo a su equipo la próxima temporada.
24 septiembre, 2018 01:18Sonrisa perenne y risa contagiosa. Marc Márquez (17 de febrero de 1993, Cervera, Lleida) acaricia su séptimo título de campeón del mundo -el quinto en la categoría reina- después de una carrera palpitante en la que subió a lo más alto del podio en MotorLand Aragón. Con una renta de 72 puntos sobre Andrea Dovizioso antes de iniciar el periplo oceánico, el líder de MotoGP se reúne con EL ESPAÑOL en una oficina del hospitality de Honda en el circuito ubicado en Alcañiz (Teruel) para desgranar su temporada antes de igualar con sólo 25 años los cinco cetros de campeón de Mick Doohan.
¿Cómo van las obras de su casa nueva?
Van haciendo… Cuando no sale una cosa, sale otra. Estoy ilusionado con la casa nueva. Son etapas de la vida. Tener la oportunidad y el privilegio de poder hacerme una casa, lo vivo con ilusión. Creo que hasta dentro de un año no me podré mudar, pero no hay prisa [risas]”.
¿Se va independizar con todas las consecuencias?
Todo tiene un proceso, no se puede de golpe [risas]. Pasito a pasito. Al final terminaré llamando a mi padre cuando se rompa algo y recurriendo a mi madre para que me traiga comida.
¿Por qué se lanzó a tenderle la mano a Valentino Rossi?
Muy sencillo, porque lo daba la situación. Yo ya dije que no tenía ningún problema con él y él dijo que tampoco tenía ningún problema conmigo. Si no tienes ningún problema con alguien… Ahí se quedó.
Visto lo visto, parece que él sí tiene un problema con usted aunque se empeñe en negarlo…
Tampoco me interesa mucho. Yo siempre he dicho que no tengo ningún problema con él. Después de lo que pasó en Argentina, yo fui a pedirle perdón pero me lo negó. Hace tres años, cuando pasó lo que pasó, aprendí a pasar y a perder el mínimo tiempo posible.
Jorge Lorenzo, que ha tenido que bregar con él siete temporadas en Yamaha, le aconsejó que pasara olímpicamente.
Es que tampoco me afecta. Si la situación es propicia para darnos la mano, creo que es una buena forma de calmar el ambiente en los circuitos. Si sigue así, no pasa nada. En 2016 me fue muy bien, en 2017 también y en 2018 me está yendo muy bien. ¡No pasa nada! [risas].
Pero el único que tiene en su mano calmar el ambiente en los circuitos es él…
Sí, pero tampoco hay nadie imprescindible; ni en este paddock ni en la vida en general. La vida sigue sin uno y sin otro; cada uno hace su vida.
Alberto Puig, el ‘team manager’ de su equipo, dice que usted es el piloto que más ha crecido en los últimos 10 años.
Alberto ha sido una de las personas que me ha ayudado a mejorar. Lo admiro mucho porque es mi jefe [risas]. Bromas a parte, lo admiro por cómo es como persona. Te puede gustar más o menos, pero no tiene pelos en la lengua. Si te tiene que llamar la atención, te la llama. Alberto es directo y va de cara. Ha hecho mejorar el equipo porque de esta forma no hay malos entendidos. Yo intento mejorar y me esfuerzo el máximo posible, pero no mejoras solo. Mejoras escuchando a la gente que hay a tu alrededor. El hecho de que Alberto haya sido piloto aporta cosas diferentes. Por ejemplo, ha agilizado la conexión entre los pilotos y la fábrica de Japón. Su llegada, me ha beneficiado.
¿Qué ha aprendido en estos 10 años?
Llegué al Campeonato del Mundo con 15 años. Obviamente, he madurado como persona y como piloto. He mejorado en todo porque, en 10 años, vas aprendiendo cosas. El cambio más grande ha llegado estos últimos cinco años, desde mi llegada a MotoGP, ha sido la experiencia adquirida y saber dosificarme no sólo en la pista. No hace falta ir siempre a tope en la vida y el descanso es importante, aunque me cuesta [risas]. En la pista he aprendido a interpretar las situaciones que se dan porque no todas son una superfinal. Hay momentos en los que toca jugar a ser amarrategui para coger puntos.
¿Lo de puerta grande o enfermería pasó a la historia?
Esa frase había salido de mi boca, pero en 2015 me salió muy mal. Así que tocó cambiar.
¿Cómo se aprende a gestionar un campeonato?
La gente dice que ahora gestiono bien un campeonato, pero a lo mejor la próxima temporada no es así. Si tienes las armas y te encuentras con la confianza adecuada, lo puedes gestionar. La experiencia también ayuda mucho. Uno de los pilotos que me ha enseñado a gestionar las situaciones que se producen a lo largo de un campeonato ha sido Dovizioso. El año pasado aprendí mucho de él sobre cómo gestionar las situaciones diferentes que se dan a lo largo de un fin de semana. Se aprende a base de experiencia, pero también tienes que tener las herramientas adecuadas para poder hacerlo. Esta temporada está siendo muy buena, pero también he cometido errores y he hecho dos ceros. Los errores llegan porque alguien te aprieta. Dovizioso ha hecho tres ceros, cosa que no es normal en él. Esto te hace ver que, por mucha experiencia que tengas, se va al límite. Cuando coges una ventaja, más grande o más pequeña, es cuando tienes que saber administrarla y jugar tus cartas de la mejor forma posible.
Lleva siete carreras que, poquito a poquito, va aumentando su ventaja en la clasificación general.
En las anteriores intenté ganar, pero no podía más. Hay momentos de las carreras en la que se arriesga mucho. Ahí es cuando toca gestionarlo estando en el límite y sin sobrepasarlo.
¿Se ha parado a pensar que con 25 años va a igualar los cinco títulos de Mick Doohan?
¡No, no lo quiero pensar! [risas]. Pasito a pasito porque la avaricia rompe el saco. Si lo consigo, ya hablaremos de esto… Es que soy muy supersticioso.
¿Se ha marcado como objetivo algún número de títulos?
No, pero este año intentaré conseguir el séptimo. Tengo la presión, la necesidad y la ambición de cada año luchar por el título.
¿En 2019 tendrá que salir de su zona de confort?
Eso me han dicho [risas]. Depende de cómo lo mires, porque yo creo que tampoco estoy en una zona de confort porque cada año intento apretar. La llegada de Jorge [Lorenzo] al equipo en 2019 va a ser positiva para el equipo y también para mí porque llega un piloto completamente diferente. No quiero que se me malinterprete porque Dani no ha sido un rival flojo y he aprendido muchas cosas de él. Con el fichaje de Lorenzo, Honda ha hecho un gran movimiento y será interesante de ver.
¿Cree que le costará mucho adaptarse a la Honda?
No lo sé, pero se va a adaptar. La incógnita es saber si va a tardar una carrera o un año. No todo el mundo tiene la misma capacidad de adaptación a una moto, pero viendo de la experiencia de Ducati creo que se va a adaptar y va a ir rápido desde el inicio.
¿Qué le hace más feliz en la vida?
Hoy por hoy, ganar.