Esperando en el vestuario del torneo de Roma para salir a jugar su partido de segunda ronda contra la croata Lucic-Baroni, del que luego tuvo que retirarse por una lesión en el muslo de su pierna izquierda (4-6, 6-3, 2-1 y abandono), Maria Sharapova conoció la decisión que la Federación Francesa de Tenis hizo pública este martes por la tarde a través de una multitudinaria retransmisión por Facebook que reunió a miles de espectadores: la rusa no jugará Roland Garros después de que los organizadores del segundo Grand Slam de la temporada estudiaran si darle una invitación y acabaran optando por no hacerlo, ni para el cuadro final, ni tampoco para la fase previa, la opción que parecía más probable hace unos días.
“Puede haber una invitación por volver de una lesión, pero no puede haber una invitación por volver de una sanción por dopaje”, dijo Bernard Giudicelli, presidente de la federación francesa, apuntando a los 15 meses que Sharapova pasó sancionada tras dar positivo por meldonium en el Abierto de Australia de 2016, donde cayó en semifinales contra Serena Williams. “Ella podría estar muy decepcionada, pero es mi responsabilidad proteger la integridad del juego sin que haya dudas en los resultados”, siguió el directivo. “Esa integridad es uno de nuestros compromisos fuertes. No podemos decidir por un lado aumentar los donativos al fondo de lucha contra el dopaje y por el otro otorgarle la invitación que ha solicitado”.
La rusa, dos veces campeona en París (2012 y 2014), regresó a la competición el pasado 26 de abril en el torneo de Stuttgart, que como Madrid y Roma sí decidió darle una invitación en su retorno al circuito. En esas tres citas, y aprovechándose de sus resultados (semifinales en Stuttgart, una victoria en Madrid y otra en Roma) Sharapova ha pasado de ser una tenista sin ranking a escalar hasta la posición 171 de la clasificación, todavía insuficiente para pasar el corte en la mayoría de los cuadros de los torneos.
“Ganó sus títulos aquí según las reglas y no debe nada a nadie, eso está claro, pero debe reconquistarlos por sí sola”, aseguró Giudicelli. “No podemos privarla de los títulos logrados, pero tampoco concederle una invitación. Lo siento mucho por Maria y también por sus aficionados”, cerró el presidente de la federación francesa, que un minuto después estaba tumbando toda su discurso sobre los valores y la limpieza del deporte al otorgar una invitación para la fase previa de Roland Garros a Constant Lestienne, suspendido el pasado septiembre durante siete meses por apuestas ilegales en más de 220 partidos.
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