Partidos al mejor de cinco mangas. Sets a cuatro juegos, con tie-break en el 3-3 y sin ventajas (al llegar a 40-40 se juega un punto definitivo). Un reloj en pista para controlar que se cumplan los 25 segundos reglamentarios entre que acaba un intercambio y comienza el siguiente. Sin let en el saque (se sigue jugando si la pelota toca la cinta, en lugar de repetir el servicio). Posibilidad de que jugador y entrenador se comuniquen, aunque los técnicos no podrán entrar a la pista como ocurre en el circuito femenino. Calentamiento de cinco minutos. Un solo tiempo médico por encuentro. Libertad de movimiento para el público, que podrá caminar por las gradas durante el juego, a excepción de los fondos de la pista. ¿Dónde y cuándo?
La ATP probará este interesante abanico de cambios en las Finales Next Gen, un torneo que reunirá en Milán (del 7 al 11 de noviembre) a los mejores jugadores menores de 21 años (siete de ellos en función del ranking, más un octavo invitado) y que se disputará durante cinco días con un formato de liguilla (dos grupos), seguido de las semifinales y la final. Milán, que no dará puntos y sí dinero (1.275 millones de dólares) servirá como conejillo de indias para ver cómo reaccionan jugadores y aficionados, mirando al futuro con la intención de escanear qué cambios funcionan bien y qué cambios no lo hacen. La intención es evidente: trasladarlos al resto de pruebas del circuito y construir el tenis del mañana.
"Estamos emocionados de poder poner ciertas novedades sobre la mesa con este torneo", celebró Chris Kermode, presidente de la ATP. "El deporte y la industria del entretenimiento cambian a toda velocidad, así como la manera en la que los aficionados consumen nuestro circuito. Este torneo no gira únicamente en torno a la siguiente generación de jugadores, sino también sobre la nueva generación de aficionados”, añadió el directivo.
“Hemos creado este torneo precisamente para observar algunos elementos potenciales en un entorno de primer nivel. Seguimos siendo conscientes de las grandes tradiciones de nuestro deporte, y nos aseguraremos de mantener la integridad de nuestro producto al plantear cualquier cambio que pueda ser implementado de manera regular en eventos del circuito”, cerró Kermode, que encargó a una consultora (SMS Insight) un estudio de mercado en 13 países distintos antes de decidir las reglas que modificar en Milán.
“Todo está evolucionando en la vida, también en el deporte”, reflexionó Novak Djokovic. “El tenis debe tener la mente abierta cuando se tratan potenciales cambios. Hay algunas reglas interesantes que pueden aplicarse en nuestro circuito. De cara a la televisión el tenis está en desventaja porque nunca sabes cuánto tiempo va a durar un partido y cuándo va a comenzar el siguiente”, prosiguió el serbio. “En la Fórmula 1, en un partido de fútbol o en uno de baloncesto sabes exactamente el momento en el que empezará el juego y en el que terminará, así que se puede planificar la programación de televisión. Al final, eso da mejores contratos”, añadió el número dos. “No es fácil porque hay que respetar la integridad y la tradición del juego, pero al mismo tiempo tener la mente abierta para evolucionar”, zanjó el campeón de 12 grandes.
“Es un torneo diferente a los demás, una Copa de Maestros de la gente joven que en teoría son la siguiente generación”, dijo Rafael Nadal. “Están promocionándolo y con estos cambios se promociona algo distinto. Además, tienen la capacidad de poder jugar de la forma que quieran”, añadió el campeón de 14 grandes. “Yo estoy a favor de que se cambien ciertas reglas del juego, pero hay otras que no”, le siguió David Ferrer.
“El entrenador en pista, por ejemplo. Creo que el jugador debe valerse por sí mismo, pensar solo. Al final, estaríamos robotizados por las personas de fuera y eso le quita personalidad al tenista”, argumentó el alicantino. “Yo no soy defensor de que el entrenador entre en la pista, soy defensor de que el entrenador hable desde la grada porque es lo normal”, argumentó Toni Nadal, tío y técnico del campeón de 14 grandes. “Cualquier persona puede hablar y el entrenador es el único que justamente no puede decir nada durante el partido”.
Si el torneo arrancase hoy, Alexander Zverev, Borna Coric, Frances Tiafoe, Hyeon Chung, Ernesto Escobedo, Daniil Medvedev, Karen Kachanov y un octavo jugador invitado por la organización serían los encargados de testar los cambios en una cita clave para el futuro del tenis.
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