“Happy comeback day!”
Un grupo de unos 10 aficionados se paseó durante todo el martes por el corazón de Melbourne Park con una llamativa pancarta coloreada con esas letras, que enviaron un mensaje claro a los que se detuvieron a leerlas: hola a los que regresan del infierno.
Novak Djokovic, seis veces campeón del Abierto de Australia (2008, 2011, 2012, 2013, 2015 y 2016), y Stan Wawrinka, una vez (2014), regresaron oficialmente a la competición en el primer Grand Slam de la temporada después de más de seis meses alejados de las pistas (desde el 12 de julio de 2017 el primero, desde el 3 del mismo mes el segundo) como consecuencia de una lesión en el codo derecho y de dos operaciones en la rodilla derecha respectivamente. Las victorias del serbio (6-1, 6-2 y 6-4 a Donald Young) y del suizo (6-3, 6-4, 2-6 y 7-6 a Ricardas Berankis) fueron una agradable bienvenida a la competición, el teórico final a las pesadillas.
“Hace tres semanas no sabía si podría jugar aquí”, reconoció Djokovic. “El codo todavía me duele, pero es soportable. La realidad es que todos los deportistas jugamos siempre con dolores”, añadió el número 14 del mundo, que ha cambiado su técnica de saque para evitar hacer un movimiento que le genere menos molestias en la articulación, cubierta con una codera. “Competir de nuevo es una sensación fantástica, lo he echado mucho de menos”, insistió Nole. “Todavía sé de lo que soy capaz y sé que si alcanzo el nivel que deseado puedo llegar lejos aquí”, se despidió Djokovic, que estrenó en el banquillo a su nueva pareja de entrenadores, formada por Andre Agassi y Radek Stepanek.
“Sigo teniendo dolor”, le siguió Wawrinka, que pasó dos veces por el quirófano, la primera para someterse a una artroscopia de limpieza y la segunda para reconstruir el cartílago de la rodilla. “Sobre todo, depende de la forma en la que me muevo, aunque hay que reconocer que cada día mejoro y eso es una noticia buenísima”, añadió el suizo. “En general, voy en la dirección correcta. Ver que la rodilla me aguanta y que puedo jugar un partido con toda la tensión es fantástico. En cualquier caso, sé que todavía tengo mucho trabajo por hacer. Necesito ser muy paciente si quiero volver a mi mejor nivel”.
Mientras Djokovic y Wawrinka avanzaban y se citaban con Gael Monfils (6-3, 7-6 y 6-4 a Jaume Munar) y Tennys Sandgren (6-4, 7-6 y 6-2 a Jeremy Chardy), Milos Raonic seguía en caída libre. El canadiense, que volvió a jugar por primera vez desde octubre en el torneo de Brisbane (cayó a la primera con Álex de Miñaur), tropezó en el primer grande del curso contra Lucas Lacko (7-6, 5-7, 4-6 y 6-7) y subrayó lo complicado que es volver arriba tras estar lesionado.
De eso, por supuesto, ya están más que avisados Djokovic y Wawrinka, aunque para empezar tuvieran un día feliz en el Abierto de Australia.
Noticias relacionadas
- Muguruza, triunfo raro para comenzar en Australia
- Leonardo Mayer, próximo rival de Nadal en Australia: “Rafa es como un martillo”
- Nadal machaca las dudas en su estreno en Australia
- Álex se lo merece más que nadie
- Víctor Estrella Burgos: “A Nadal se lo quitaría todo”
- Tomic, tras caer en la fase previa de Australia: “Me voy a contar mis millones”
- Munar crece en Australia
- ¿Debe el Abierto de Australia cambiar el nombre de la pista Margaret Court por sus ataques homófobos?
- Nadal se corta las mangas
- Nadal, inédito ensayo general en Australia