Villar, 2001

La artista danesa Eva Koch (1953) nos ofrece una historia a cuentagotas, una historia que no es otra que su propia historia. Configura así un collage visual, una especie de hipertexto de historias personales que se hacen públicas, donde el público marca su propio ritmo a modo de tejido que paulatinamente se torna más complejo, superando una primera impresión superficial que ella define como horizontal para, posteriormente, llegar a una segunda parte vertical que se corresponde con la historia completa, trazada de modo lineal. El título de la instalación -Villar- se refiere al nombre del pueblo de su madre, Villar del Cobo, pueblo y familia que tras una serie de circunstancias tuvo que abandonar a edad temprana y con el que no volvería a tener contacto hasta muchos años después, cuando Eva ya contaba con nueve años. De ese posterior reencuentro -que para Eva supuso el descubrimiento de una nueva familia-, de ese descubrimiento personal, nace esta historia de protagonista múltiple, donde en seis proyecciones sincronizadas se cuentan distintas experiencias cruzadas en forma de documental interactivo que juega al tiempo con el espacio físico y el mental. La obra se completa con un DVD de uso individual que cuenta la historia de los cuatro hermanos.