Image: Thomas Schütte encabeza la temporada artística del Museo Reina Sofía

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Arte

Thomas Schütte encabeza la temporada artística del Museo Reina Sofía

Manuel Borja-Villel anuncia futuros cambios en la colección, nueva web y la autonomía de gestión para final de año

10 septiembre, 2009 02:00

El director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja Villel, durante la presentación de la programación. Foto: EFE

Paula Achiaga
Marcada por la sombra alargada del constructivismo y por el interés manifiesto de buscar otro origen a la modernidad, Manuel Borja-Villel ha presentado la programación del Reina Sofía para 2009-2010 y ha aprovechado para anunciar que habrá nueva web el año próximo, que la autonomía de gestión llegará antes de final de año con el Museo convertido en agencia y que la colección cambiará dentro de dos años: "Hay en ella lagunas y momentos brillantes pero desde el principio dije que era el comienzo de un trabajo y como tal está abierto. La próxima puesta en escena se centrará en las últimas décadas que es quizá lo que esta vez está más incompleto". Además, dos nuevos nombres se suman a la renovada organización: Marisa Blanco llega para hacerse cargo de las publicaciones para las que "no malgastaremos el dinero público, se hará una distribución importante y se realizarán coproducciones con editoriales importantes"; y Enma Mateus se encargará de la comunicación con el público. "Hemos incrementado un 20 por ciento los visitantes con respecto a la cifra del pasado año y estoy seguro de que a final de año llegaremos a los 2 millones por lo que consideramos necesario cuidar el diálogo con ellos", añade el director.

En cuanto a las exposiciones, Thomas Schötte es sin duda el nombre internacional más conocido y consagrado de la lista. El alemán celebrará en febrero "una exposición tan importante como la de Juan Muñoz", dice el director. Pero la programación general está más encaminada a la revisión de figuras inclasificables, de culto, "a lenguajes más desconocidos para la mayoría, que nos ofrecen la posibilidad de enfrentarnos a la otra historia del arte moderno", explica Borja-Villel. A estas líneas maestras responden las exposiciones de Valcárcel Medina, que sorprenderá al público este otoño con una muestra sin fechas, sin lugar y sin piezas definidas; también la exposición del cineasta Val del Omar, en abril, y la de Antoni Miralda, artista que protagonizará además la reapertura del Palacio de Velázquez en el mes de mayo.
También las colectivas de tesis están muy ligadas a estas líneas básicas. Sin duda el debate llegará de la mano de Principio Potosí. "¿Qué pasaría si nos planteamos la historia del arte desde las colonias?", se pregunta Borja-Villel. Y a esto quiere responder la muestra, una exposición que pretende repensar la historia del arte y la expansión de la modernidad a partir de la pintura colonial barroca. 15 pinturas coloniales de los siglos XVI al XVIII se expondrán en el Reina Sofía y otros tantos artistas actuales se enfrentarán a ellas. La deriva es nuestra y Nuevos Realismos son las otras dos exposiciones de tesis de la temporada.

Completan la programación las muestras de Rodchenko y Popova, que viene de la Tate; Encuentros de Pamplona 72, en la línea de revisión de la memoria histórica; León Ferrari y Mira Schendel, que llega del MoMA y que nos acerca a dos figuras importantes del arte latinoamericano, y Manhattan: uso mixto, que mostrará en junio la transformación de Nueva York y, por tanto, la de la idea de modernidad, de la mano de Lynne Cooke y Douglas Crimp.
Ha hecho hincapié Borja-Villel en los programas diseñados para el ciclo Fisuras y las intervenciones en la Abadía de Santo Domingo de Silos. "En Fisuras se trata de que el Museo produzca obras de españoles más o menos jóvenes, aunque esto no será siempre así. Vamos a potenciar el ciclo, a generar el humus para que la creatividad surja", ha dicho. A Silos llegarán nombres tan atractivos como Francis Alÿs (28 de octubre), Tacita Dean (primavera) e ibon Aranberri (verano).
"Me persigue el estigma de no hacer exposiciones para el gran público y de hacer una programación elitista, pero las cifras de visitantes no dicen lo mismo: este año hemos aumentado a casi 1.600.000. Creo que la gente sabe más de lo que creemos". Y resume el director: "Esta es una programación completa y sólida que va a generar debate. Además, no es más cara, hemos usado recursos que ya teníamos y participado en coproducciones".