Jordi Colomer: 'No? Future!', 2006-2024. Cortesía del artista y Michel Rein, París/Bruselas

Jordi Colomer: 'No? Future!', 2006-2024. Cortesía del artista y Michel Rein, París/Bruselas

Arte

La esperada retrospectiva de Jordi Colomer en el MACBA: una exposición que brilla como una ciudad caótica

El museo de arte contemporáneo de Barcelona presenta un feliz reencuentro con la obra de un artista que estuvo en lo más alto en los años 90.

9 junio, 2024 02:32

Sucede pocas veces que, al entrar en un museo, a uno le embargue la sensación de haberse colado en un espacio del que no va a querer salir sin haber escudriñado cada uno de sus rincones.

Jordi Colomer. Fachada Foto Fiesta Futuro Fideos.

MACBA. Barcelona. Comisario: Martí Perán. Hasta el 29 de septiembre

Que el caos es abrumador lo sabemos todos. Pero cuando el desorden se percibe como un organismo vivo que campa a sus anchas por los senderos de la imaginación, es mejor que te largues a menos que penetres dispuesto a explorarlo en compañía de la curiosidad. De lo contrario, no vas a entender nada.

Hacía mucho tiempo que se esperaba esta exposición de Jordi Colomer (Barcelona, 1962), en “lista de espera” desde antes de la llegada de la nueva dirección, quien apuesta por la “agencia colectiva o la capacidad que tenemos como individuos de transformar el mundo”.

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Se trata del mantra que Elvira Dyangani enunció en rueda de prensa, embargada por la emoción de presentar una propuesta hecha más a su medida que a la de Ferran Barenblit, el impulsor del proyecto y anterior director del museo.

Comisariada por Martí Perán con la voluntad de revisar la producción de un artista como Colomer, quien pasó de estar muy presente en la escena artística de nuestro país a casi desaparecer, ya que a finales de los 90 orientó su trayectoria internacionalmente.

Jordi Colomer: 'Modena Parade / Corteo Modenese', 2022. Cortesía colección del artista, Barcelona

Jordi Colomer: 'Modena Parade / Corteo Modenese', 2022. Cortesía colección del artista, Barcelona

Esta exposición, más que una antológica, es un feliz reencuentro con su obra pasada, presente y futura. No se trata de una apuesta fácil, pero sí de un acertado escrutinio que refleja la línea de investigación que mantiene Colomer desde sus inicios: la que separa lo que está en vías de construcción y destrucción, entre el azar y la certidumbre, la realidad y la ficción.

Así pues, más que una selección indiscriminada de obras, vemos un escenario: el lugar donde el espíritu crítico, creativo y colectivo de la esencia humana es invitado a proceder desde la óptica de la precariedad, la provisionalidad y lo transitorio.

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En Colomer todo parece lo que no es y nos recuerda, a voz en grito, lo que debemos hacer: construir a nuestra medida el mundo donde queremos vivir. Es así como, entre gritos y susurros, sillas y graderías, bombillas y fluorescentes, salas y habitáculos de proyección y materiales tan variados como madera, piedra, hierro, escayola, moqueta, etc., Colomer arroja al espectador enfrentándole al alma de una coherente producción formal y conceptual.

La exposición empieza en 1987 con Idea, una escultura construida en hierro, piedra, madera, escayola y pintura, pasa por El balcón, “una performance para dos gigantas en la Plaça dels Àngels”, realizada este año en colaboración con el Casal dels Infants del Raval, y se prolonga más allá del MACBA, con activaciones populares, festivas y desprejuiciadas, concebidas para ensamblar el interior y el exterior, la vida de un barrio y la de un museo, el centro y la periferia, en suma, la baja y la alta cultura.

Jordi Colomer: 'El balcón', 2024. Foto: Miquel Coll

Jordi Colomer: 'El balcón', 2024. Foto: Miquel Coll

La exposición reúne cerca de setenta piezas producidas en cuatro décadas, en formatos diferentes –instalaciones, collages, fotografías, vídeos y acciones–, en varios países del mundo, pertenecientes a colecciones públicas, privadas, nacionales e internacionales y articuladas sin principio ni fin para que sea el espectador quien transite entre ellas como mejor le convenga.

Una muestra que permite volver a tomar el pulso a obras tan emblemáticas como Frase (Der Wachtturm), creada en 1991 en escayola, madera, fórmica, mármol, tela y pintura, o Como en casa, también de 1991 y realizada en madera, fragmentos de alfombra, cristal, escayola, serigrafía y zapatos.

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Nos reencontramos también con Pianito, un delicioso vídeo protagonizado por Carlos Pazos en 1999; Svartlamon Parade, rodado en 2014 con habitantes de esta ciudad noruega transportando coches de cartón; o No? Future!, su icónico letrero luminoso de 2006 colocado encima de un coche.

También podemos disfrutar de superproducciones más recientes, como ¡Únete! Join Us!, la doble proyección de vídeo, con sus gradas, maquetas y otros materiales, mostrada en el Pabellón de España de la 57ª Bienal de Venecia; Modena Parade / Corteo Modenese, un vídeo de 2022, realizado con habitantes de la ciudad italiana interpretando o representando a la muerte a través de una procesión inspirada en la danza de la muerte de Verges, típica de Semana Santa en este pueblo del Alt Empordà; o el Abecedario argentino, su penúltimo vídeo, realizado con estudiantes de Buenos Aires y producido por la Fundación ”la Caixa”.

Jordi Colomer: 'L’Avenir', 2011. Cortesía Vanhaerents Art Collection, Bruselas

Jordi Colomer: 'L’Avenir', 2011. Cortesía Vanhaerents Art Collection, Bruselas

La exposición brilla a la manera de una ciudad caótica, con el bullicio en sus calles, esquinas y tejados, sus vistas de pájaro, inclinadas o de soslayo, sus luces, sombras y sonidos, y está activada desde mucho antes de la llegada del espectador.

Esta explosión, que debe experimentarse sin instrucciones de uso, es otra de sus tentativas para entender cómo y dónde se construyen comunidades, cuál es el perfil de sus actores y la temporalidad de las utopías: la mejor de las vidas posibles.