'Marilyn', de Joana Vasconcelos en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

'Marilyn', de Joana Vasconcelos en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

Arte

Joana Vasconcelos reviste los salones del Palacio de Liria de tejido de ganchillo y retales de Dior

La escultora portuguesa presenta una exposición en la que crea un diálogo entre varias de sus creaciones y la colección permanente del emblemático edificio.

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Ángel Mora
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Desde que en el año 2012 Joana Vasconcelos (París, 1971) expusiera una selección de quince de sus obras en el Palacio de Versalles, la artista plástica le ha cogido el gusto a eso de adornar inmuebles con pasado (o presente) aristocrático. Un año después de su paso por el emblemático château (fue la primera mujer en exponer en este espacio) llevó 37 de sus piezas al lisboeta Palacio de Ajuda. Más cerca de nuestros días, en 2023, intervino con varias de sus obras el Palacio de los Uffizi, en Florencia. Ahora, ha llegado el turno del Palacio de Liria, en Madrid. 

La escultora portuguesa, que saltó a la fama cuando representó a su país en la bienal de Venecia de 2005 con La novia, presenta Flamboyant. Joana Vasconcelos en el Palacio de Liria en la residencia de la Casa de Alba, siendo la primera vez que realiza esta clase de propuestas en un edificio habitado. La exposición ha sido inaugurada el 14 de febrero por el rey Felipe VI. En ella, más de 40 de las obras de la artista portuguesa están distribuidas por las salas del palacio fundiéndose con el ambiente y dialogando con algunos de las valosísimas piezas que forman parte permanentemente del paisaje interior de este edificio. 

Es el caso de Perruque (2012), una pieza que vio la luz por primera vez en Versalles y que responde a la exuberancia de los peinados de las mujeres de la corte francesa en el siglo XVIII. Consistente en un capullo de insecto de más de dos metros hecho de ébano y madera de amaranto, de cuyas espinas cuelgan varias pelucas, se ha colocado para esta ocasión en la misma sala donde está expuesto el Retrato de la duquesa de Alba de blanco, realizado por Goya en 1795. 

Pero antes, en el paseo que ha realizado Vasconcelos en la mañana del 14 de febrero acompañado por la prensa, la artista también ha querido mostrar otros de sus trabajos presentes en la muestra. Se ha detenido primeramente en la biblioteca del palacio, donde la casa de Alba tiene expuesta una carta de Prosper Mérimée, autor de la novela corta Carmen, cuya historia inspiraría la famosa ópera homónima de Bizet. En ella, el escritor francés le adelantaba a la duquesa de Alba, María Francisca de Sales Portocarrero, la trama de este libro.

Junto a esta misiva, Vasconcelos ha colocado Carmen (2001), una enorme lámpara de hierro recubierto de terciopelo negro y adornada con multitud de pendientes de plástico de diferentes y llamativos colores que evocan la figura de este personaje femenino. "Es el principio ideal para esta exposición, mi pieza se integra a la perfección en esta sala con estas cartas, creando un diálogo íntimo entre el pasado y el arte moderno", reflexionaba la artista, mientras sonaba, de fondo, la voz de Maria Callas cantando L'amour est un oiseau rebelle, de la ópera de Bizet. 

Joana Vasconcelos con su obra 'Flaming Heart' en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

Joana Vasconcelos con su obra 'Flaming Heart' en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

Gracias a esta exposición, se podrá entrar también a la capilla del palacio, no accesible para el público hasta hoy. En ella residirá durante los próximos meses Flaming Heart (2019-2022), un enorme corazón escamado hecho a partir de retales de diferentes tejidos con lentejuelas que cuelga en el centro de la sala gracias a unas arterias que se expanden por el habitáculo como tentáculos. Se trata un "homenaje a María Magdalena", según la artista, que, más bien, recuerda al Sagrado Corazón de Jesus o, de ser atravesado por unas flechas doradas, a la transverberación de Santa Teresa.

Tras ello, la artista ha dirigido a la prensa a la siguiente sala del palacio, donde tiene dispuesta otra de sus piezas: Piano Dentelle #3 (2016), un piano blanco revestido de tejido de ganchillo negro: "No sé tocar el piano pero sí que hago pianos", bromeaba. Son muchas las esculturas que ha adornado con esta técnica. Además de este instrumento, nos encontramos en la planta baja con Vigoroso e poderoso (2004-2006), dos leones blancos que custodian las escaleras que dan al primer piso, también cubiertos de crochet negro de arriba a abajo. "Me gusta esta técnica porque hago una doble labor: por un lado protejo a mis obras del mundo, las arropo, y por otro les creo una nueva identidad, ascienden a la categoría de arte", comentaba Vasconcelos. 

'Vigoroso e poderoso', de Joana Vasconcelos en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

'Vigoroso e poderoso', de Joana Vasconcelos en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

Es sobre estas escaleras, de camino a la primera planta, donde se encuentra otra de las grandes piezas de la artista, la reciente Valkyrie Thyra (2023), que forma parte de su serie Valkyrie. Hecho a partir de tejidos proporcionados por la marca Dior (la artista tiene un largo historial de colaboración con la compañía francesa), representa a las valquirias, deidades femeninas nórdicas caracterizadas por su labor protectora y guerrera que, dice Vasconcelos "reflejan el poder que es capaz de ejercer una mujer".

Un mensaje que está también relacionado con su siguiente obra, Marilyn (2011), dispuesta en una sala del primer piso. Consiste esta pieza en unas sandalias con tacón de enormes dimensiones hechas a partir de cazos de cocina metálicos que, combinados, representan el calzado que llevó Marilyn Monroe en su visita a las tropas estadounidenses en Vietnam. Empleando estos utensilios domésticos para crear esta escultura de gran escala, Vasconcelos reivindica la incansable labor de la mujer "que hoy en día sale a trabajar fuera del hogar pero aún así sigue encargandose de las labores domésticas". 

'Perruque', de Joana Vasconcelos en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

'Perruque', de Joana Vasconcelos en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

En la primera planta se encuentra también Coração Independente Petro (2006), una de sus creaciones más conocidas de la que existen tres versiones de diferente color: rojo, dorado y negro. Vasconcelos ha escogido para esta exposición el formato en negro para que su pieza no desentone con el resto de obras que convivirán con ella en el llamado salón español: los retratos de Velázquez de la corte española, que tenía el negro como tono oficial desde que lo impusiera Felipe II. 

Aunque la mayoría de la colección de la artista para Flamboyant ha sido distribuida por el interior del palacio, también sus jardines han quedado decorados con algunas obras importantes. Es el caso de La Théière (PA) (2025), una tetera de grandes dimensiones hecha de hierro forjado con unos asientos en su interior donde tomar el té. Afirma la portuguesa que se trata de un trabajo en honor a Catalina de Braganza, quien se casó con Carlos II de Inglaterra e introdujo, cuenta la leyenda, el consumo de esta bebida en los dominios de su marido. 

'La Théière (PA)', de Joana Vasconcelos en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

'La Théière (PA)', de Joana Vasconcelos en 'Flamboyant'. Foto: Juan Rayos

Son estas tan solo algunas de las piezas de Flamboyant, la extravagante propuesta en la que Joana Vasconcelos "busca la conversación con las obras de maestros como Velázquez y Goya, explorando cómo el arte contemporáneo puede reinterpretar sus contribuciones y enriquecer nuestra comprensión de la historia". El Palacio de Liria acogerá esta exposición del 14 de febrero al 31 de julio