Rima interna por Martín López-Vega

Cantos guaraníes

4 febrero, 2013 01:00

De las lenguas que se hablaban en América antes de que así la llamásemos y antes de que allá llegasen nuestros antepasados (que no nosotros, que no hemos conquistado nada de lo que se nos pueda acusar) sabemos en las Españas bien poco y fragmentado. No todos sabrán, por ejemplo, el guaraní es hablado hoy en día por unos seis millones de personas en Paraguay, y que para cinco de esos seis es su lengua materna. Además se habla en zonas fronterizas de Bolivia y Argentina. En Paraguay es oficial y también lo es en Bolivia y en la provincia argentina de Corrientes. Se trata, por tanto, de un idioma muy vivo, reconocido como lengua de trabajo en Mercosur y ciertamente vivo en internet. Hay incluso una Academia de la Lengua Guaraní.

Su literatura, sin embargo, es escasa. No es ajeno a ello el hecho de que su reconocimiento oficial sea relativamente reciente y hasta no hace mucho haya sido orillado frente al castellano, cuando no perseguido. Es, por ello, una lengua usada, «con futuro», que diríamos de ser sus concejales, pero con escaso pasado escrito y prácticamente nula tradición. En la década de los cincuenta del pasado siglo el antropólogo paraguayo León Cadogan recompuso una compilación titulada Ayvu Rapyta (El Rapto de la Palabra), similar al Popol Vuh maya. Otros continuaron su labor y recuperaron un corpus de cierta envergadura que sin embargo debemos leer con las mismas precauciones que otros similares: ¿cuánto hay de verdad, cuánto de invención de los informadores, cuánto de recreación del antropólogo de turno? Nadie duda de que el resultado final puedan ser hermosos poemas, pero no siempre se puede afirmar que sean “auténticos”.

En las primeras décadas del siglo XX comenzó a ser utilizada por letristas de música, imitando formas clásicas de la lírica española, como el romance, el llamado “compuesto”. En los últimos tiempos parece que el idioma ha conseguido despegarse del pastiche y de la necesidad de recomponer la tradición ausente y no son pocos los poetas y narradores contemporáneos (por edad y por intención; buena parte de esta literatura recoge temas como la dictadura de Stroessner) que usan el guaraní como lengua literaria.

Lo que nos presenta Cristian David López, con ayuda de José Luis García Martín, en Guarani Purahéi. Cantos guaraníes (Impronta) es una “recreación personal de poemas tradicionales”. No es, pues, una pieza de antropología, ni siquiera de historia de la literatura; no se nos indica procedencia exacta de ninguno de los poemas ni se ofrece ninguna bibliografía, por lo que la única forma cabal que tenemos de leer este tomito es en forma de libro de versos escrito por uno (o dos) poetas contemporáneos “a la antigua manera guaraní”. El pretexto es válido para acercarnos “sin bibliografía” (lo que nunca viene mal) a unos poemas sencillos, que aspiran a la emoción directa, que tienen algo que ver con el hechizo y algo con la adivinanza, algo con el romance y algo con el refrán. No perderá el tiempo quien se acerque a estos Cantos guaraníes, cuya lectura es como beber un poco de agua fresca entre licor y licor. Dejo aquí un par de ejemplos.

Los hombres sabios

Los hombres sabios de mi pueblo
saben cuanto yo no sé:
saben por qué se muere,

saben por qué se sufre,
por qué los altos señores
pisotean a los humildes,
la razón del hambre y de la violencia,
saben por qué hay quienes marchan
para no regresar ya nunca.
Los hombres sabios de mi pueblo
saben cuanto yo no sé
y ven cuanto yo no veo,
mas nada hacen por mostrármelo.


Un sueño

Soñé que iba a la ciudad
y allí me pintaban de blanco
y al volver nadie me reconocía.
Los niños lloraban al verme,
las muchachas hermosas se escondían,
los hombres escupían a mi paso.
“Sí señor, sí señor”, me decían
mientras a mi paso afilaban sus grandes cuchillos
para arrancarme el corazón
y arrojárselo a los perros.

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