Nuno Júdice, Premio Reina Sofía
Hace poco comentaba en este blog el último libro de poemas del poeta portugués Nuno Júdice (Mexilhoeira Grande, Algarve, 1945), Fórmulas de uma luz inexplicável (Dom Quixote), noticia estos días por la concesión del premio Reina Sofía. Hay que alegrarse porque de vez en cuando el jurado recuerde que también puede premiar a poetas de lengua portuguesa: hasta ahora el premio, que se viene convocando desde 1992, sólo se había concedido a una poeta portuguesa, Sophia de Mello, y al brasileño João Cabral de Melo Neto. Sin duda hay otros poetas portugueses que merecen el premio, pero también sin duda Nuno Júdice es uno de ellos. Estaría bien que el premio se acostumbrase a mirar con más frecuencia a la lengua portuguesa; para ello sería necesario que alguno de los miembros del jurado, que alterna nombres indiscutibles con curiosos exotismos, incluyera algún que otro escritor portugués y brasileño. Júdice (que además de poeta es un lúcido ensayista) es un autor con el que la palabra prolífico se queda corta. En Portugal, sólo se me ocurre el nombre de João Miguel Fernandes Jorge como alguien con una bibliografía equivalente. En Europa, tal vez Tomaz Salamun. En España, ni siquiera Ángel Guache en sus buenos tiempos hubiera sido capaz de alcanzar el ritmo de publicación de un Júdice que ha publicado, si las cuentas no me engañan, treinta libros de poemas, sin contar recopilaciones. En su obra podríamos distinguir tres etapas: una primera, más abstracta, que llegaría hasta Meditación sobre ruinas, uno de sus títulos fundamentales, publicado en 1995. Después de ese libro vienen una serie de poemarios fundamentales de la poesía portuguesa última, especialmente El movimiento del mundo, de 1996, y Teoría general del sentimiento (1999). A partir de ahí, podría decirse que la poesía de Júdice deja de crecer y comienza a engordar, añadiendo volúmenes y volúmenes de poemas que a menudo nos parece que ya había escrito antes mejor. Con todo, es tal la fuerza de su tono, su dominio del lenguaje poético, que es imposible no seguir leyéndolo, buscando nuevos matices, encontrando, en cada nuevo libro, media docena de poemas que añadir a los mejores de su autor. Probablemente, una mayor selección de la abrumadora cantidad de material publicada ayudaría a un mejor entendimiento de su obra; por otro, sería injusto que esa repetición evidente de temas y modos ocultase una voz tan personal y potente como la de Nuno Júdice. Júdice es, de los poetas últimos portugueses, uno de los mejor conocidos en España. Dejo aquí algunas traducciones de poemas suyos para el lector que aún no se haya acercado a sus versos.