Rima interna por Martín López-Vega

Jorge de Sena en sus entrevistas

7 octubre, 2013 09:26

El siglo XX fue tan abundante en buenos poetas que para hacer una alineación titular no nos basta con un equipo, necesitaríamos una liga entera. Uno de los más altos fue el portugués Jorge de Sena (Lisboa 1919- Santa Barbara, Estados Unidos, 1978) a quien sus dos exilios (a Brasil, primero; a Estados Unidos, después) y su actitud nada condescendiente para con los vicios de su país natal han mantenido no oculto pero sí al margen. La publicación de sus Obras Completas (de las que aparece ahora el tomo que comentamos, séptimo, dedicado a sus entrevistas) debería paliar esa situación.

Este interesantísimo volumen recoge entrevistas publicadas (además de alguna inédita por razón de las censuras) entre 1958 y 1978. Estas entrevistas son sin duda un elemento muy importante para completar el retrato de uno de los mayores intelectuales del Portugal del siglo XX. Lo que sacamos en claro de ellas está a medio camino entre sus ensayos de corto aliento y las opiniones y muestras de carácter de su ampliamente publicada correspondencia (en 2012 se publicó la que Sena mantuvo con António Ramos Rosa y Delfim Santos, que venían a sumarse a los diez volúmenes editados con anterioridad). Estas entrevistas trazan una peculiar biografía intelectual de Sena: abundan en disquisiciones sobre la universidad (en especial, sobre la contraposición entre las universidades portuguesa, brasileña y norteamericana), la intelectualidad portuguesa y su propio recorrido vital. Sena reclama para sí una peculiar manera de ser portugués (“Nunca fui de entre Melgaço y Vila Real de Santo António”, dice de sí mismo) propia de alguien que afirma que “para mí, las nacionalidades no tienen el más mínimo significado ni el más mínimo valor” (y que sin embargo acaba por recurrir a la comparación con lo conocido; ya instalado en California dice de su vida en Santa Barbara que “vivir aquí es como vivir en Estoril todo el año”) e intenta matizar su personaje cuando le preguntan si está de acuerdo con la común idea de que es 'susceptible y agresivo': “Si acaso soy susceptible, tengo la susceptibilidad de los exigentes y de los afables, honestamente afables. Y si soy agresivo, se trata únicamente de la agresividad del mucho amor”. Pocas variaciones hay en el espíritu de Sena a lo largo de los años que resumen estas entrevistas, y las pocas que hay tienen que ver su punto de vista acerca de la Revolución de los Claveles, que va desde el entusiasmo inicial por algo largamente esperado a la desilusión cierta. En toda la obra de Jorge de Sena hay implícito un proyecto de una humanidad más alta que inevitablemente será incumplido por cualquier revolución: difícil estar a la altura de lo soñado por Sena. No faltan razones personales en esa desilusión. Preguntado a menudo por las razones por las cuales no regresó a Portugal tras la revolución, el autor señala que, primero, porque donde vive su familia y él trabaja es en Estados Unidos; sin tardar en reconocer que nadie le ha llamado. No le extraña y lo explica, pero él mismo, con su rara lucidez nunca empañada por la falsa modestia, señala lo absurdo de que nadie lo haya hecho, por más que reconozca haberse sentido un exiliado antes incluso de abandonar Portugal.

Sena siempre buscó una independencia inasequible a las etiquetas: no se queja de incomprensión porque “nunca busqué la comprensión política de ciertas entidades”. Aunque no se queja de ella, sin embargo, nunca deja de anotarla. Sobre su compromiso, subraya que “Creo que siempre he sido un poeta engagé, o si se quiere un poeta commited. Lo único que nunca he sido ni soy, y ahora ya es tarde para serlo, es commited o engagé a ningún programa que me venga impuesto por nadie. Siempre he estado commited o engagé a las ideas que me impuse o acepté yo mismo”.

Hay en este libro algunas aclaraciones sobre su obra. Por ejemplo, explica que los 'loca infecta' del título de su libro de poemas son “lugares de la memoria y de la vida; el patriotismo, por ejemplo, es para mí un locum infectum, pues concibo el patriotismo de un modo más racional y probablemente más complejo que el simple amor por la tierra natal”. Y declaraciones propias del omnívoro que siempre fue: “Toda mi vida he sido un escritor con una curiosidad muy grande en relación a todo cuanto se publica, a todo lo que se escribe, y nunca he tenido grandes limitaciones de espacio o de tiempo. Todas las épocas me interesan, todos los lugares y siempre he tenido curiosidad por todas las culturas”.

Hay varios libros en estas entrevistas. Una biografía, un libro de historia, un ensayo sobre la universidad, otro sobre la literatura universal. Uno se pasaría horas y horas escuchando a este gigante que quiso siempre estar lejos, cuyo exilio nos duele porque no es sólo el suyo, sino el de aquello que podríamos haber sido de haber sido capaces de escuchar en su debido momento voces como la suya. Tal vez no sea demasiado tarde.

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