Rima interna por Martín López-Vega

"Chus Visor”: Mujeres, premios, antologías

6 julio, 2015 09:42

“Chus Visor” cumple 70 años y sus amigos, para celebrarlo, en vez de invitarle a un ágape en condiciones de esos que le gustan a él, sin ensalada, le regalan un libro titulado Ojo a Visor (el titulito se las trae, sí) editado por el mismo homenajeado aunque, según afirma en la entrevista que Nuria Azancot le hacía en el último El Cultural, él no se lo ha leído porque le da vergüenza. Pues si se la da a él...

La entrevista ha dado mucho que hablar estos días en las redes sociales, y con razón: Chus Visor no se muerde la lengua y opina sobre esto y aquello sin que le importe lo que los demás piensen. Eso siempre es de agradecer, aunque a veces uno (y lo digo por experiencia) estaría mejor callado...

Visor es la poesía española lo que Planeta es a la prosa: más influyente por el poder que acumula que por su catálogo. Un poder que procede de una gestión comercial sin duda envidiable (Visor es la colección de poesía española mejor distribuida, aquí y en América, con diferencia) y de una acumulación de recursos económicos que no tiene igual, procedentes tanto de subvenciones diversas a la edición como de premios privados (como el Loewe) y subvencionados con fondos públicos (casi todos los demás). El músculo que tiene Visor no lo tiene ninguna otra editorial.

Sobre su catálogo habría más que hablar (no mal, pero tampoco exagerando). Abunda en traducciones de toda clase, buenas y malas; y ha publicado toda clase de poetas españoles y latinoamericanos, buenos, malos y regulares. En eso no se diferencia de muchas otras. Su catálogo de poesía no es mejor ni peor que el de Pre-Textos, por ejemplo. Lo que uno gana por un lado, el otro lo gana por uno distinto. Más discutible suele ser la calidad de sus traducciones, y el cuidado de sus ediciones, que abundan en erratas incluso en los títulos, como aquella que convirtió el Como a lugar extraño de Luis Antonio de Villena en Como en lugar extraño, como si se hubiera equivocado de restaurante, o la que hizo que los primeros ejemplares que circularon del Echado a perder de Carlos Pardo llevaran como título Echado a peder.

Tiene a gala Chus Visor haber sido el primero en publicar en España libros de poemas de Dylan, Cohen o Sabina, probablemente su best seller. También opina que Benedetti es más comprensible que Gamoneda y por eso más atractivo. Sumadas ambas cosas, queda claro el perfil que le gusta editar: poetas fáciles, que se entiendan con facilidad, que lleguen a un número amplio de lectores y que por ello se vendan bien. Poesía popular antes que de calidad, pues, por más que ambas cosas no están necesariamente reñidas. Nada que objetar a su decisión pero claro, ni es la única opción ni mucho menos, a mi humilde entender, la mejor. En cualquier caso, es desde esa perspectiva que hay que entender afirmaciones tan groseras como que Luis García Montero es “el poeta más significativo en España e Hispanoamérica de los últimos 20 años. Sin despreciar en absoluto la obra de García Montero: libros como Las flores del frío se cuentan entre los esenciales de la poesía española de las últimas décadas. Pero hombre, de lo uno a lo otro...

No merece la pena entrar en lo que Chus Visor dice en esa entrevista de, por ejemplo, la poesía social que escriben “los jóvenes” porque como no da nombres es imposible saber quiénes son esos que le parecen “infames”. Lo único que queda claro es que sólo lee a los autores que publica (y ni siquiera a todos) y poco más; de otro modo no se entiende su desprecio de la poesía más joven. Citaría uno ahora unos cuantos títulos que le contradicen (alguno incluso editado por él mismo).

Lo que ha hecho correr la pólvora es eso de “no creo que la poesía femenina en España no está a la altura de la otra, de la masculina”, que no sabe uno si es muestra de más machismo, de ignorancia, o de las dos cosas a la vez. Hay incluso quien ha puesto en marcha actividades para llevarle la contraria, como por ejemplo, este blog abierto por Elena Medel (de quien por cierto, ha editado su último libro, ganador del Loewe joven, y ahora mismo, como quien dice, su poesía completa). No creo que merezca si quiera la pena contestar a semejante mamarrachada: ¿será consciente de que él mismo ha publicado a Clara Janés, la mejor maestra de curiosidad que hemos tenido muchos, a Aurora Luque, a Yolanda Castaño, a la propia Elena Medel? ¿Habrá oído hablar de Olga Novo, Berta Piñán o Gemma Gorga? Sus palabras son la mejor muestra de lo vivo que está el bicho que denuncia Sofía Castañón en su documental Se dice poeta, del que ya hablé en este blog y que ya puede verse aquí. Responderle no merece la pena; pero señalarle sí, sigue siendo necesario. ¡Ahí va, el dinosaurio!

Como responsable de una de las editoriales que han marcado el ritmo de la poesía española de las últimas décadas, “Chus Visor” tiene mérito, sin duda, pero también responsabilidad. Toda la responsabilidad que emana de su posición de poder. El asunto de los premios, que también se menciona en la entrevista, es complicado. Pero responder que si se presentan los buenos los ganan es una simplonería, sobre todo poniendo como ejemplo de bueno a Manuel Vilas, que ha conseguido reunir en un sólo personaje poético a Paco Martínez Soria y Benny Hill y que en tres años se ha llevado 39.000 euros en premios de Visor que no han salido precisamente del bolsillo de su editor. Ayudaría a que nos creyéramos lo que dice que los jurados de los premios que edita no fueran siempre una permutación de unos pocos nombres, y que ocurra casi lo mismo con los ganadores de esos premios. Él pone como ejemplo algunos que han ganado “chicos” de por aquí y por allá, pero eso no cambia nada: edita tantos premios que por muy grafómanos que sean sus amigos siempre tendrá más premios que amigos. Conste que uno entiende que un editor quiera tener voz en algo que afecta directamente a su catálogo (y lo hace especialmente en el caso de Visor, que apenas si publica libros de autores vivos sin premio; un porcentaje mínimo de su catálogo, sobre todo si no contamos recopilaciones, obras completas, etc).

Que “Chus Visor” quiera colarnos antologías que publicitan siempre al mismo grupo de gente, allá él, mientras lo haga con su dinero. Y conste que la última, una verdadera basura (por decirlo al estilo de su editor) supuestamente hecha a base de votos de profesores de aquí y de allá, es también de juzgado de guardia: ¿Fernando Valverde votado como el mejor poeta en castellano? Solo puede ser una broma; pero una broma que contada por una editorial que se quiere seria, y que tiene el poder de Visor, cobra visos de engaño. Y aunque a uno ya no le engañe, le entristece. El nivel de exigencia de una editorial con el poder de Visor debería ser otro. Ah, pero esto es España. Sera eso…

Pero bueno, con su dinero que haga lo que quiera; la critica debería ser quien advirtiese sobre esas dudosas jugadas promocionales. Con los premios debería ser más transparente, tener unos jurados más variados, ser honrado y parecerlo, además.

En cuanto a lo de las poetas... Sería una declaración despreciable si no fuera porque no es en absoluto rara ni poco frecuente. El hombre y la mujer, entendidos de forma separada, deberían ser especies en definitivo peligro de extinción. Declaraciones pleistocénicas como estas de “Chus Visor” nos advierten de que eso está lejos de ser una realidad. Cuánta ceguera, cuánta estupidez, cuánto peligro en apenas unas pocas palabras. Debería pedir perdón; dicho sea con toda la inocencia del mundo. Aunque si de verdad piensa eso, para llegar a un arrepentimiento sincero, sospecho, le falta mucho por leer, por entender, y por meditar. Y no nos engañemos: no es el único.

 

 

 

 

 

Image: Klunch Teatre, Premio 'Buero' de Teatro Joven

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