Rima interna por Martín López-Vega

Jorge Gimeno con la careta de Nasrudín

14 diciembre, 2015 10:22

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Jorge Gimeno[/caption]

De forma paralela a su propia obra poética, una de las más singulares de la poesía española actual, Jorge Gimeno (Madrid, 1964) ha puesto en marcha otra serie, un intento de subversión plural que explora los límites de la traducción y del canon, cuya primera muestra fue la impresionante antología El amor negro. Poesía del Barroco francés (Pre-Textos) todo un tour de forcecomo traductor del que más que ileso, salió campante y triunfante, y del que este año se publica la segunda entrega, Noventa y nueve iluminaciones de Nasrudín (Pre-Textos, colección La Cruz del Sur).

Las historias de Nasrudín son famosas en culturas de todo el mundo, en culturas diversas desde el Mediterráneo a China, llevadas de un lado al otro sobre todo por el Islam y especialmente arraigadas en los ámbitos turco, persa y árabe, como nos informa la solapa del libro. De todas esas historias, Gimeno selecciona y traduce las que más se acercan al espíritu de su intento: paradójico, irreverente, libérrimo. Si Nasrudín es un sabio que se hace el tonto, Gimeno se pone la careta de Nasrudín para buscar las costuras no sólo de nuestro conocimiento, sino del mismo uso del lenguaje.Nasrudín se niega a sí mismo como intelectual y se afirma como hombre abierto a una percepción total, sin mediaciones, que ve el todo en el todo.

Sin duda, la de Nasrudín (y la de Gimeno) es una impostura más,  pero el libro está –más allá de su referente primero- lleno de hallazgos y debe considerarse como libro del propio Gimeno, gozne entre dos obras que funciona como obra en castellano. El libro tiene sus propios riesgos (alguno de estos poemas es realmente tan popular que ya lo conocemos en su versión de, ejem, Los Morancos de Triana) pero eso no deja de añadirle una capa al personaje que guía el conjunto. Destacan, claro, los poemas que con más claridad escapan de eso, los más largos y elaborados, como este “Rey del mundo”:

Quién eres y qué hago en este agujero contigo

Soy un derviche

Qué haces aquí, me das miedo, qué hago yo aquí

Has caído en mi celda-cueva, aquí yo medito

Tu cueva ha interrumpido mi viaje

Tu rostro ha interrumpido mi vigilia

He caído aquí por azar

Has caído para que yo rompa mi silencio

¿Mis palabras no te convienen?

Tu silencio mejora mi silencio

Tengo sed

Sal y busca un arroyo

Me da miedo

Yo iré por tu agua

Me da miedo quedarme solo

Toma este puñal y defiéndete

Este puñal se destina a un demonio

Este hombre es un bobo

Este puñal se destina a un demonio

Noche de luna y cae en mi agujero

Este puñal se destina a un demonio

Aquí tienes tu agua

Si te acercas, te mato

Soy el derviche, ¡aquí tienes el agua!

¡Largo, eres un demonio rasurado!

Los de mi orden nos rasuramos

¡Orden de los demonios!

Te traigo el agua que querías

¡Mientes!

Estás en mi agujero

¡Ahora es mío!

Pero ¿qué es esto?

¿Que qué es esto? Te lo voy a decir

 

Es el miedo que todo lo posee

Todo lo humilla

Se tiene cuando no se tiene

El miedo que gobierna a los humanos

El miedo que junta y separa

¿Te creías al margen?

 

Este puñal se destina a un demonio

 

A la vez compendio de sabiduría tradicional y última entrega de Jorge Gimeno, este libro es uno de esos raros ejemplos de poesía que se desborda a sí misma para inundar la realidad de poesía y la poesía de realidad.

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