Ciencia

Panorama de la investigación en los oceanos

25 julio, 2014 02:00

Nos colamos en los principales laboratorios del país para que sus investigadores nos desvelen sus lineas de trabajo para diagnosticar y buscar soluciones a los peligros que pueden dañar los ecositemas de nuestros oceanos.

El Hierro: un laboratorio natural para investigar el cambio en la biota marina

Eugenio Fraile Nuez. Centro Oceanográfico de Canarias


El Centro Oceanográfico de Canarias (IEO) lideró, con la participación de otras universidades e institutos de investigación canarios, 12 campañas oceanográficas multidisciplinares en aguas de El Hierro durante la erupción submarina de 2011. Los resultados preliminares más relevantes, según los trabajos de Fraile Nuez, muestran variaciones significativas en los tres forzamientos del cambio climático (elevación de la temperatura del océano de hasta 10°C, disminución del pH de hasta 3 unidades -aumento del 100,000% la acidez del océano- y disminución de la concentración de oxígeno). La respuesta biológica a estos procesos fue rápida, con implicaciones dramáticas para uno de los ecosistemas marinos más ricos y diversos de la geografía española. El ecosistema marino de El Hierro se convierte así en un ‘laboratorio natural' único que permite a los investigadores conocer las consecuencias futuras del cambio climático sobre la biota marina.


Exploración de la biodiversidad y ecosistemas del océano profundo

Eva Ramírez-Llodra. Instituto de Ciencias del Mar (CSIC). Barcelona


Sehama 2002, Victor6000 / Ifremer

Durante los últimos 15 años, Ramírez-Llodra ha trabajado en la exploración e investigación de diferentes ecosistemas marinos profundos como las fuentes hidrotermales, fuentes frías, cañones submarinos, márgenes continentales y planicies abisales. Su línea de investigación se basa en describir patrones de biodiversidad de megafauna y explicar los factores ambientales y biológicos que afectan a los ciclos vitales de sus especies. La exploración y estudio de los grandes fondos marinos avanza de la mano de las nuevas tecnologías, como los submarinos no tripulados (ROV), los cuales permiten observar a grandes profundidades en lugares desconocidos bajo grandes presiones y total oscuridad. Estos estudios hacen posible valorar la vulnerabilidad de las comunidades frente a la explotación creciente de recursos marinos como pesquerías, hidrocarburos y minerales, además del impacto de la acumulación de basura en el caso de plásticos, metales y cristales.


El registro del cambio climático en los sedimentos marinos

Joan O. Grimalt. Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDÆA)


PNAS

El grupo de Grimalt trabaja sobre los cambios climáticos bruscos ocurridos de forma natural en el planeta. Este tipo de cambios son los que más preocupan en la actualidad. Ocurrieron por alteraciones de procesos fundamentales para la estabilidad climática. En el grupo han estudiado la variabilidad brusca a lo largo de los últimos 420.000 años y mostrado que dicha varibilidad ocurrió no sólo en las épocas glaciales sino también en las interglaciales como la que tenemos en la actualidad. También han demostrado que junto a los fenómenos marinos superficiales como el cambio de temperatura, dicha variabilidad fue sincrónica con las transformaciones en el océano profundo. Su grupo da una atención especial a los cambios climáticos de los últimos 200 años así como a la información de los registros marinos. Ello incluye la temperatura de las aguas superficiales, productividad, aportes fluviales e intensidad de las corrientes de fondo.


Situación de la fauna antártica, una de las más antiguas del planeta

Josep-Maria Gili. Instituto de Ciencias del Mar (CSIC). Barcelona


Julian Gutt

La fauna antártica tiene características únicas, como longevidad, endemismo y un metabolismo especializado. La explicación de este fenómeno es uno de los grandes retos de la investigación científica antártica. Este equipo ha centrado sus actividades en resolver las claves de este enigma. La investigación se ha llevado a cabo en colaboración con las expediciones del buque polar alemán Polarstern. Los estudios han permitido demostrar que la fauna antártica es una de las más antiguas del planeta, tan sólo comparable a la fauna del Paleozoico y del actual mar profundo. Es uno de los reservorios de biodiversidad biológica marina mejor conservado de todos los océanos y quizás fuente de radiación de especies en el futuro. Un ejemplo de esta hipótesis han sido los estudios recientes sobre la recolonización, más rápida de lo esperado, de las plataformas Larsen tras el desprendimiento de plataformas de hielo de cientos de kilómetros.

Cañones submarinos: vitales en el funcionamiento del Mediterráneo

Miquel Canals. Catedrático de Geología Marina. Universidad de Barcelona


GRC Gociencies Marines de la UB y D. Amblas

Canals estudia los cañones submarinos, que son cauces profundos excavados en los márgenes continentales a profundidades superiores a los 2.000 m. Forman redes de drenaje submarinas semejantes a los sistemas fluviales en tierra. En el Mediterráneo algunos, como el del Cap de Creus, atrapan aguas densas que escapan de la plataforma continental formando corrientes turbias que descienden por el cañón a velocidades notables (hasta más de 4 km/h), conocidas como "cascadas de aguas densas de plataforma". Estas cascadas se encuentran en el norte de Cataluña, en el Adriático y en el Mar Egeo, y contribuyen a la formación de aguas profundas que serán evacuadas hacia el Atlántico a través de Gibraltar. Los lugares de formación de aguas densas son motores de la circulación en el Mediterráneo y determinan su funcionamiento general, puesto que también acarrean alimento y contaminantes desde las aguas superficiales y las zonas costeras hacia el ecosistema profundo.


Las Praderas de Posidonia ante el Cambio Climático

Núria Marbà. Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (UIB-CSIC)


Miguel Ángel Mateo

Posidonia oceanica es, para Núria Marbà, una angiosperma marina clonal, endémica del Mar Mediterráneo, que forma el ecosistema dominante de los fondos arenosos hasta 40 m. de profundidad. Marbà dedica sus trabajos a las praderas de P. oceanica, que además de ser altamente productivas, constituyen un hábitat clave para mantener la biodiversidad costera. Son un ecosistema clave en la mitigación del cambio climático y una de las especies de la biosfera más longeva. La conservación de las praderas de P. oceanica contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a aumentar la estabilidad de los depósitos de carbono almacenados, además de mantener el resto de servicios que ellas nos reportan. Según Marbà, para garantizar la funcionalidad de las praderas más allá del siglo XXI "es imprescindible realizar acciones internacionales de mitigación del cambio climático y reforzarlas con acciones locales que eviten su degradación".