Malditos bastardos (a la derecha) junto a imágenes de Paranoid Park (arriba), Still Walking y Gran Torino.

Títulos de EEUU, Japón y Francia han sido, para los críticos de El Cultural, lo mejor en la sección internacional. En lo más alto, Tarantino, Gus Van Sant, Kore-eda, Cantet y Clint Eastwood.

- Malditos Bastardos. EEUU. Director: Quentin Tarantino. Actores: Brad Pitt, Cristoph Waltz. Guión: Q. Tarantino.
Entrevista a Quentin Tarantino

La II Guerra Mundial es el escenario para una de las mejores y más complejas películas de Tarantino. El director de Reservoir Dogs o Kill Bill renueva fuerzas para contar la historia de un grupo de judíos estadounidenses que forman un cuerpo de élite especialmente cruel y motivado para luchar contra los nazis. Desde la espléndida secuencia inicial, un homenaje a Sergio Leone en el que se muestra la debilidad de un hombre que debe escoger entre el honor y la vida, el director realiza un fresco sobre la Europa nazi, en el que el horror, al contrario que en otras producciones, convive de forma natural con la frivolidad y los fastos del poder. Es uno de los homenajes al cine más rotundos y explícitos de su historia. Tarantino vuelve a demostrar que no tiene rival.

- Paranoid Park. EEUU. Director: Gus van Sant. Actores: Gabe Nevins, Taylor Momsen. Guión: Gus van Sant.
Gus Van Sant cierra su trilogía

Con este bello y enigmático filme, la crítica ha considerado que Van Sant pone la coda a su "trilogía de la muerte". Las tribulaciones de un joven skater que se siente atormentado por la muerte de un guarda de seguridad sirven de leit motiv a un filme mucho más interesado en captar las sensaciones y pensamientos de su joven protagonista que la dramaturgia convencional. La adolescencia, un terreno muy querido al cineasta, se convierte así en un un horizonte de inmortalidad.

- Still Walking. Japón. Director: Hirokazu Kore-eda. Actores: H. Abe, Y. Natsukawa. Guión: H. Kore-eda.
Entrevista a Kore-eda

Tras la clásica Nadie sabe, el japonés Kore-eda vuelve a abordar el universo familiar aunque esta vez lo hace desde una perspectiva muy distinta. Una reunión entre padres e hijos, marcada por el aniversario de la trágica muerte de uno de los jóvenes, es el punto de partida de esta película de Kore-eda que hila con profunda maestría los lazos invisibles que unen y separan a las personas. Inspirándose de forma confesa en Yasuhiro Ozu, el director pone sobre el tapete la brecha generacional entre unos padres ligados a la tradición que son incapaces de mostrar afecto a sus hijos. El filme deja en el espectador la agridulce sensación de haber asistido a la grandeza y la miseria de la vida.

- La clase. Francia. Director: Laurent Cantet. Actores: F. Bégaudeau, A. Sancio. Guión: L. Cantet, F. Bégaudeau, R. Campillo.
Leer crítica

En la lista de las preferencias de los críticos nunca falla la Palma de Oro en el Festival de Cannes. El francés Laurent Cantet, autor de dramas sociales como El empleo del tiempo, mezcla documental y ficción para explicar las dificultades de un profesor entusiasta por encarrilar a sus alumnos. Entre las paredes, título original, quizá expresa mejor su universo claustrofóbico.

- Gran Torino. EEUU. Director: Clint Eastwood. Actores: C. Carley, B. Vang. Guión: Nick Schenk.
Clint Eastwood. Del testamento lúcido...

El público respaldó esta nueva porción del inmenso talento de Clint Eastwood en la que él mismo anunció como su última aparición en pantalla. El maestro encarna a uno de sus personajes más emblemáticos, Walt Kowalski, un viejo cascarrabias chapado a la antigua que mantiene difíciles relaciones de tensión con sus vecinos asiáticos. Aislado también de su propia familia, Kowalski acabará descubriendo nuevas formas de comunicarse y a traspasar barreras culturales a medida que va siendo consciente de su propia soledad. El final es un golpe de guión para la sorpresa y la redención.