Cine

La animación española compite con Pixar

Se estrena en cines Las aventuras de Tadeo Jones, nacida de un corto con una larga estela de premios. Repasamos el panorama de la animación en España, cada vez más presente en el horizonte internacional.

31 agosto, 2012 02:00

Este viernes llega a nuestras pantallas Las aventuras de Tadeo Jones, el Indiana español, aunque más castizo, más torpe y bastante más soñador que su homólogo spielbergiano. La creación de Enrique Gato nació en versión corta, con el nombre de Tadeo Jones, a secas, en 2006. El cortometraje, de unos 9 minutos, ganó el Goya al Mejor Cortometraje de Animación en 2008, además de múltiples premios internacionales, y dio pie a una segunda parte, algo más larga, que costó unos 60.000 euros. Calderilla para Pixar, pero el resultado fue excelente. Tadeo Jones y el sótano maldito también se hizo con el Goya en 2008. Cuatro años después, Gato ha visto cómo Tadeo se transformaba por fin en largometraje. Y llega en una etapa dorada para el cine de animación español, cada vez más pujante, con estudios cuyo objetivo es llegar a competir con los estadounidenses en calidad (y en presupuesto).



Desde Blancanieves, la primera película de animación, que llegó en 1937 de la mano de Disney, el cine de dibujos se ha configurado cada vez más como un entretenimiento no sólo para niños. Las salas que emiten largometrajes de Pixar se llenan de adultos. Chico y Rita, tan aplaudida por la crítica, es una historia de amor desgarradora a ritmo de jazz y boleros no precisamente infantil. Arrugas fabula sobre la vejez y el Alzheimer con un humor melancólico, apoyada en el cómic de Paco Roca.

Sin embargo, las cifras que manejan las películas estadounidenses están a años luz de las españolas. Algunos ejemplos recientes: Up costó 175 millones de dólares (casi 140 millones de euros); Cómo entrenar a tu dragón 165 millones (unos 130 millones, en euros); Madagascar 3, 145 millones (115, 5 millones de euros) y la recién estrenada Brave ascendió a 185 millones de dólares (147 millones de euros aproximadamente). En el panorama nacional, las ya mencionadas Chico y Rita y Arrugas contaron con 9 millones de euros y 2 millones, respectivamente. Planet 51, la superproducción de Ilion Animation, sumó 70 millones de dólares, un presupuesto privilegiado al que contados filmes de animación pueden aspirar en nuestro país.



Planet 51 optó por una historia "a la americana", fuertemente influida por los blockbusters y con una estructura relativamente simple, para todos los públicos. Con guiños a Alien y E.T. incluidos. Y fue un éxito. La primera semana en cartel ingresó casi 3 millones y medio de euros sólo en España. Durante ese mismo periodo de tiempo, en EEUU embolsó más de 12 millones de dólares y consiguió colarse en el cuarto puesto de las más taquilleras. La recaudación total ascendió a algo más de 105 millones de dólares, que permitieron recuperar de sobra el dinero invertido en la película.

Sin embargo, parte del talento español de animación se lo han llevado estudios de fuera, sobre todo Pixar, un gigante en la industria. Uno de los dibujantes de Planet 51, Ramiro López Dau, ha trabajado como animador en Brave, Cars 2 y la nueva película de Monstruos S.A., cuyo estreno está previsto para 2013. Como López Dau, Carlos Baena fichó por Pixar, participando en Toy Story 3, Ratatouille y Buscando a Nemo. Daniel Martín Peixe dio el salto a Disney desde su colaboración en Planet 51 como jefe de animadores, y ha formado parte del elenco de Enredados y de ¡Rompe Ralph!, que se estrenará aquí en noviembre. Sin olvidar a Rodrigo Blaas, también de Pixar, animador de Up, Los increíbles y de varios cortos.

Blaas dirigió en 2009 Alma, un relato escalofriante sobre una niña y una tienda de muñecas. Fue nominado a los Goya y ganó el premio a la Mejor Animación en el Festival de Cortos de Los Ángeles. Igual que le sucedió a Enrique Gato con Tadeo, Alma dará el salto a largometraje, previsto para 2015, y además a lo grande, producida por Dreamworks de la mano de Guillermo del Toro.



La animación española ha irrumpido con fuerza en el horizonte internacional. En 2010 un corto de nuestro país fue nominado al Oscar por primera vez. Esta joya se llama La dama y la muerte, de Javier Recio Gracia, y cuenta la historia de una anciana ansiosa por que le llegue su hora para reunirse con su marido, fallecido antes que ella. Pero sus planes se tuercen cuando un cirujano la arranca de brazos de la muerte con un desfibrilador. Su nominación y la de Chico y Rita en la categoría de largometraje animado han sido una gran ayuda para hacer más visible el talento desbordante de los animadores españoles.